Caos.

°Apolo°

9

Me causaba risa que esta misma mañana habláramos de tener, no una, si no varias citas para sentirnos preparados para estar juntos

Y ahora, después de la primera cita, ya seamos pareja.
No me molestaba en absoluto, Hades ha sido sincero conmigo, y en el fondo sigue siendo ese niño dulce que necesita cariño y necesita sentirse amado.

Escuchar de su boca que esta enamorado de mi es lo que más me ha sorprendido.
Si alguien en el pasado me hubiera dicho que esto pasaría, lo hubiera tomado por loco.

Hades: Eres tan hermosa artemisa, eres tan única...

Escuchar esas palabras de su boca me probocan demasiadas emociones.

Su móvil empieza a sonar antes de que y pueda contestarle.

Hades: Dime.-

Dejo de escuchar y me levanto para ir un poco más cerca de la orilla del lago.
Mi móvil empieza a sonar y lo cogió ya que se trata de mi hermano.

- Dime.
Ares: He echo una fiesta en casa.
- ¿Papa lo sabe?
Ares: Claro que lo sabe, pero quiere que tu estés en casa. No sé fía mucho de mí.
-Normal, eres capaz de quemar la casa.
Ares: lo se lo se ¿podrías venir a casa? Porfiii.
- Vale, en 20 minutos estoy ahí.

Vuelvo donde estaba Hades quien también estaba colgando la llamada.

- ¿Pasa algo?.

Hades: Nada Importante, Helios quiere ir a la fiesta de tu hermano pero mamá no le deja.

- Podemos ir a buscarlo, mi hermano quiere que vaya a casa ya que papá no se fía mucho de que no vaya a quemar nuestra casa.

Hades: Genial.

Recogemos todo súper rápido y lo llevamos a su coche.
De camino a casa no puede quitar mi vista de cada acción que hacía Hades.
Ni si quiera me di cuenta de que ya estábamos delante de mí casa.

- ¿Podrías ir entrando a casa? Yo iré a hablar con vuestra madre, tengo ganas de verla.

Hades: Convencela que deje venir a Helios porfa.

Asiento.
El entra en mi casa y yo me dirijo a la suya, que está exactamente al lado.
Toco al timbre esperando que me abran.

Es Helios quien me abre la puerta inmediatamente se forma una sonrisa en su cara.

Helios: Eres mi ángel de la guarda.

- Calla, vengo a saludar a tu madre.

Helios: Tienes que convencerla.

- Vale, vale.

Helios me acompaña hasta el despacho de su madre, pero se queda fuera mientras yo hablo con ella.

Hera: Oh, Artemisa que sorpresa.

- Hola Hera, venía a hablar con usted sobre Helios.

Hera: La fiesta ¿cierto?.

- Si.

Hera: Ayer bebió mucho, no quiero que se acostumbre Artemisa. Sois muy jóvenes.

- Lo se, pero yo cuidaré de él. Ya lo sabe, siempre hemos cuidado unos de otros entre nuestras familias.

Hera: Lo se.- me mira sonriente.- Esta bien, puede ir.

- Muchas gracias Hera, eres la mejor.

Cuando estoy a punto de abrir la puerta escucho su voz de nuevo.