𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ Emiliaco

17

Emilio

«Bésame»

Me acerqué lento y con cuidado de cada movimiento, sin dejar de mirar sus facciones y gestos. A cada paso temía que me empujara o insultara por pedirle semejante cosa.

Había optado por seguir lo que me había dicho Diego, sobre intentar coquetearle, y creí que iba bastante bien, aunque tal vez me había apresurado mucho, y esos pensamientos negativos me nublaron. Ese fue el fin, el fin de toda mi confianza, incluso podría jurar que Joaquín tenía cara de desagrado, aunque talvez solo hayan sido mis miedos que me han cegado y me han hecho tirarme hacia atrás.

"¿De verdad creí que por un momento iba a besarme? Que idiota fui, él nunca lo haría, nunca intentaría besarme".

Era lo único que pasaba por mi mente a cada segundo que pasaba y Joaquín no reaccionaba.

"Tal vez busca las palabras exactas para rechazarme".

Así que hice lo que me pareció correcto, decir que solo era una broma, porque, seamos sinceros, él no me iba a besar. Aún tiene en la cabeza a Matías, solo soy un amigo más y lo seré por mucho tiempo, debo de acostumbraré a la idea. Y viendo el lado positivo, volveremos a salir, pero esta vez, me aseguraré de que solo seamos los dos.

—Eres el más pendejo del mundo, Emiliano. —Diego me ha estado regañando todo el día.

—Lo tuviste en tus manos, y lo dejaste ir. No eres pendejo, eres pendejísimo. —Alex llega junto a nosotros, su respiración agitada me irrita.

El sargento nos ha dejado cinco minutos libres y luego terminaremos trotando por una hora y media pasado el lago, y si él sigue con energía de trotar luego de la hora y media, o si alguien no trota como a él le gusta, trotaremos por otra hora y media. Siempre terminamos trotando por tres horas.

—Alexander, jódete.

Finge dolor tocándose el pecho y empuñando su mano, —Hace mucho que no me decías Alexander, ¡Duele!

—Como tus amigos debemos decirte la verdad, y fuiste un idiota. Ni siquiera le diste tiempo para rechazarte, solo fuiste y como siempre, lo arruinaste. ¿Por qué nunca piensas? —odio que Diego me regañe, porque usa un tono que realmente me hace sentir mal.

Y ahora me siento un pendejo, porque tiene razón, pude haber esperado a su reacción. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera negado?

—Dijiste que... —respira.— se había enojado luego de que le mencionaste lo de la broma.

Aiento, —Parecía enfadado. —ambos comparten miradas complices.— ¿Qué pasa?

—Ay mi Dios, ¿Qué hemos hecho mal para merecer a este pejelagarto? —esta no se la paso y le golpeo la cabeza, el sonido es espectacular, pero el impacto es mucho mejor.

—Si se enojó luego de que le hayas dicho que era solo una broma, significa que te iba a dar el beso pero lo frustraste. Basicamente, la cagaste.

—No, hubieran visto su cara, él no iba a besarme. —aseguro.

—Ve y pregúntale. —le vuelvo a pegar, golpear a Alex es una de las cosas que vale la pena.— Wey ya.

—Coquetea con él en la cita, intenta darle la mano, si te lo corresponde, es porque hay algo ahí, yo no le daría la mano a una chica que no me gusta. —vuelve a aconsejarme Diego.

El sargento comienza a gritar de sus bellas palabras así que comenzamos a trotar, y en lo único que pienso es en el consejo, puede que tenga razón, pero no quiero quedar como idiota intentando darle la mano y que me la aparte.