𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ Emiliaco

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Joaquín

Mi cabeza está totalmente apoyada en la palma de mi mano mientras pienso en Emilio, en lo que sucedió aquel día, donde me llevó a ver las estrellas de tantas maneras distintas. Sé que ya han pasado dos semanas desde ese momento, pero es en lo único que he pensado en estos días. Despierto pensando en él y me duermo para soñar a su lado.

Dios, estoy tan enamorado de esa cara enfadada, esa piel morena y esa sonrisa de conejo que derriba toda esa armadura fuerte que su cuerpo transmite.

Puedo oír de fondo la voz de mi padre hablando con Renata mientras cenamos el pollo que compramos.

—Joaquín. —la voz dura de mi padre me saca de mi trance, por su tono creo que me ha estado llamado varias veces. — ¿Qué dices?

— ¿Sobre qué? —me enderezo.

Renata rueda los ojos antes de explicarme, —Hablamos sobre mi graduación, papá pensaba en ir a cenar a un restaurante luego de la ceremonia.

Asiento, —Lo que tú quieras, cariño. Es tu día. —me tira un beso y vuelve a una conversación a la que no le presto atención por volver a mis sueños. Eso hasta que el vibrador de mi celular me interrumpe.

Lo tomo para revisar, encontrando un mensaje de Nico:

"Aún nada?"

Rápidamente le respondo:

"Tranqui, ya nos hablará"

No me devuelve el mensaje.

¿De qué hablamos? De Cody, por supuesto. Desde que pasó lo que pasó con los chicos esa noche en el bar ha estado callado, solo hace lo que debe y vuelve a tirarse a la cama en el servicio, incluso se salta las comidas. Nico está tan preocupado que me preocupa él a mí, intenta animarlo pero pareciera que nada puede hacerlo.

Cuando nos hemos despertado hoy por la mañana ya se había marchado y ha mantenido su celular apagado todo el día.

"No aguanto, voy a su casa". Leo el mensaje de Nico.

Le tecleo: "No creo que sea buena idea, tal vez solo quiera estar solo".

Terminamos la cena y me encierro en mi cuarto. Busco el número de Emilio y le marco.

Luego de tres pitidos escucho su linda voz.

—Joacooo. —grita animado.

Me roba una sonrisa de la que no se entera.

—Te extraño. —susurro, debo ser cuidadoso si no quiero que algo malo suceda. — No ha sido un buen día.

Hace un sonido, — ¿Por qué?

—En el almuerzo tuve una discusión con mi padre por un comentario que hizo y para colmo he tenido a Nicolás hinchándome los huevos todo el día por Cody, es decir, entiendo su desesperación pero... necesito un descanso.

Escucho su bufido, —Si pudiera te iría a buscar ahora mismo y te llevaría hasta las estrellas.

—Llévame... —le susurro. — Llévame hasta otra galaxia. Solo necesito eso... a ti.

Su voz susurrando suena tan... —Puedo hacerlo, puedo hacerte sentir en mil galaxias distintas si quieres.

— ¿Y cómo lo harías? —el sonido de su respiración levemente agitada me produce una sensación enloquecedora, y en mi estómago aparece un revoltijo.

—Primero te tomaría de esa cintura que tienes y la apretaría para besarte... —su respiración se escucha más agitada, la mía siguiéndola. — Mis manos te recorrerían por completo.