47

1.6K 200 279
                                    

Cody

Duele.

Eres una persona fría, o al menos lo intentas. Creas esa imagen indestructible, pero entonces conoces a alguien, y piensas que será capaz de cuidar aquello que tanto trataste de proteger. Pero entonces hace algo, una simple acción que te destruye por completo. Que te mata por dentro, quiebra cada parte de ti, toda esperanza se va. Solo queda la angustia y la soledad.

Y esa frialdad que fingías poseer ahora pertenece a ti de manera real.

Duele. Duele mucho, y no sabes cómo detener el dolor.

No sé cómo hacerlo, no sé cómo detener mi dolor, ni el suyo. Veo sus ojos verdes con angustia, y quisiera poder envolverlo en mis brazos y decirle que todo estará bien, que estaré bien en un par de semanas y volveremos a ser los mismos.

Pero a estas alturas, tanto él como yo, sabemos que eso no es así. Ya nunca será nada igual.

Me maldigo. Le di mi corazón a la persona equivocada, y como karma debo ver sufrir a la persona que amo sin poder sostenerla. Yo no puedo hacerlo feliz, nunca he podido hacerlo, y ahora que todo se me ha derrumbado, ahora que puedo ver todo desde otro foco, sé muy bien que yo no soy para él.

Pero, joder, como desearía serlo. Desearía haber seguido mi corazón desde el inicio, haberme arriesgado con él, no haber oído a mi padre nunca.

"...Hijo, debes oírme... ese chico solo te traerá problemas...", "Sólo es un niñato inmaduro, no durarán ni un mes", "Te mereces algo mejor".

Pero claro que no. No me merezco nada, me merezco quedarme solo. Lo he herido tantas veces, y sigue a mi lado, no debería hacerlo, debería plantarme una cachetada y decirme que no me quiere ver la cara en su puta vida. Pero no lo hace, a cambio, me sostiene, me hace flotar cuando estoy a punto de ahogarme.

Pero entonces, ¿Por qué no puedo hacer lo mismo por él?

—Mi niño... —Lucre golpea mi puerta antes de abrirla.

Se adentra sin intenciones de encender la luz porque me conoce demasiado bien. Agradezco su gesto, sin embargo, no me animo a mirarla. Me mantengo cubierto con las sabanas incluso cuando se ha sentado a mi lado acariciándome el hombro.

—Un corazón roto es doloroso, eso lo sé muy bien. Pero créeme cuando te digo que no es el fin del mundo. —su voz siempre me ha calmado.

Cuando lloraba de pequeño porque mis padres viajaban por trabajo, ella venía y me acariciaba el cabello y susurraba con esa voz dulce y melosa:

"Aún me tienes contigo, y yo no me iré a ninguna parte".

— ¿Estás seguro de tu decisión? —Es la única pregunta que me ha estado haciendo desde que tomé mi decisión definitiva. — Las decisiones se deben tomar con la cabeza fría y el corazón sano.

Me destapo y la miro, —No necesito más sermones, Lucre. Ya lo he decidido, y nada me hará cambiar de opinión.

Asiente poniéndose en pie, — ¿Estás seguro de eso? Alguien te espera abajo para hablar contigo.

—No quiero, te pedí que le dijeras que se fuera.

Como duele decir eso, apartarlo de mí. Pero es lo mejor, es lo que él necesita para poder estar bien a partir de ahora.

— ¿Seguro? Tal vez sea la última vez que la veas...

— ¿La? —salto de la cama y corro escaleras abajo, no dejo notar mi respiración agitada cuando Erika está en medio de mi sala.

Ninguno dice nada, nos miramos de un extremo a otro.

— ¿Qué haces acá? —sueno tan frío como lo esperaba.

𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora