𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ Emiliaco

20

Joaquín.

Es Cody.

Ha vuelto, en realidad ha vuelto. Y desde que lo ha hecho Nico no se ha despegado de él ni un solo segundo, aunque solo hayan pasado un par de días parece un coala.

En especial cuando lo vio llegar, aunque intentó hacerse el difícil apenas Cody lo miró y le preguntó si lo saludaría, este corrió hacia él y se abrazaron como si no hubiera un mañana, o aún más cuando Cody tomó sus muslos para alzarlo y que este se enrollara en su cadera. No lo soltó en ningún momento, mientras Cody saludaba a todos, Nico estaba enrollado en él cubriendo su carita en su cuello, y ni hablar de cuando Cody se tiró a la cama con Nicolás y se quedaron toda la noche abrazados, hasta me atrevo a decir que durmieron juntos.

Aunque en realidad me alegro por él, porque verlo desaminado no es lindo, Nico es una persona que se guarda sus sentimientos y finge que nada le importa, pero cuando lo alejan de Cody parece otra persona, en realidad Cody es una parte importante de él, ambos están tan adentrados el uno con el otro que dudo que alguna vez se separen.

Y mis sentimientos al verlo fueron de total alivio en mi interior, y aunque no pude mirarlo al inicio y tuvo que cargar a Nico del trasero para sentarse frente a mí y decirme que no era mi culpa, no lo sentía tan así.

«—Ya basta con eso, no fue tu culpa. Si algo sé de mí mismo, es que nadie me dice que hacer... Además, deberías agradecerle a tu padre, si no fuera por él, en unos días estaría enfrentándome ante un juez para oficializar mi salida».

Fueron las palabras que no dejaron mi cabeza en toda la noche.

En realidad me escuchó. Aunque tuvimos una pelea más, con una bofetada más... sí me escuchó y lo trajo de vuelta. Debo agradecérselo, porque aunque sea un hijo de puta me trajo a Cody de vuelta.

Y ahora ya más tranquilo, me concentro en lo que un adolescente debería, porque ya es sábado y mi salida con Emilio se ejecutará en unos minutos.

— ¿Cómo me veo?

Nico me examina de pies a cabeza, —Camiseta negra... bien. Camisa cuadrilles abierta dentro del pantalón... perfecto. —camina dando vueltas alrededor mío.— Pantalón suelto con cinturón negros, ¡Ah! Y la cadena. —corre a su baúl y rebusca hasta encontrar una cadena, vuelve y me la engancha entre el cinturón por delante y detrás.— Maravilloso... Y finalmente, las converse negras. —me agarra los hombros.— Joaco, estás perfecto.

Sonrío ladeando la cara, —¿En serio?

Cody asiente, —Te ves muy bien.

— ¿Bien de puta madre o bien de ñe~? —hago un gesto con mi mano, haciendo una mueca de disgusto.

—Definitivamente de puta madre. —Nico se mira las uñas.— No me toquen, soy divino.

Cody rueda los ojos y lo tira de la cadera para sentarlo junto a él y abrazarlo por la cintura.

— ¿Es una cita oficial? —pregunta Cody.

Niego, —No es un cita.

—Que mamón, somos tus amigos, puedes confiar en nosotros. —hace un mini puchero.

—Te aseguro Nico, que si algún día salgo con Emilio, te lo diré.

Eso ha sonado raro, como si estuviera viendo la posibilidad de eso. Pero no la hay, ¿O si?

—Palabra de puto, y eso es irrompible. —se levanta y gira hacia el ojiazul.— Ahora tú y yo vámonos, no quiero llegar tarde al parque acuático y antes debemos ir por unos taquitos. —sale de la habitación como una diva. Cody camina a su cama para buscar sus cosas, revisa su billetera y la guarda en su bolsillo trasero.