Emilio
Mi cita se fue a la chingada.
De todas formas, no podría quejarme, pasamos toda la tarde juntos y ahora iremos a la fiesta de su amiga, y como Joaco sabe que debe estar con sus amigos me permitió llamar a Diego para que fuera, incluso llamó a Nicolás y Cody también.
Sorprendentemente no estábamos lejos de la casa de su amiga. En el camino nos fuimos hablando sobre cosas banales, como qué comida era su favorita y por qué. Sintiéndome ridículamente aliviado de no haber hablado de la película, porque ni siquiera le presté atención, y seamos sinceros, ¿Quién en su sano juicio le prestaría atención a una película teniendo al mismísimo Joaquín Hudges acurrucado en tu hombro?
Todo lo que podía hacer era intentar controlar mi acelerado corazón para que él no lo notara.
Una vez llegamos Joaquín toca el timbre, la música se escapa por las ventanas y se escuchan todos los murmullos dentro, las risas y el caos.
—Tal vez no escuchan. —vuelve a tocar el timbre, mi mirada cayendo en sus manos temblorosas.
— ¿Tienes frío? —pregunto apuntando sus manos.
Asiente, —Un poco.
Me quito el abrigo y se lo extiendo, —Úsalo.
Sonríe, —Gracias. —mira el abrigo y luego a su mano enyesada.— ¿Me ayudas?
—Ah si, perdón que pendejo.
Le paso el abrigo por la cabeza y con mucho cuidado meto su brazo con su mano fracturada, sacando un pequeño quejido que intenta ocultar, más sus cejas arrugadas y mueca dolorosa no ha pasado desapercibida.
Continuo en silencio hasta chocar accidentalmente mis nudillos en sus costillas, esta vez soltando un quejido ronco y fuerte. Le pido disculpas y solo niega terminando de bajarse el abrigo.
—Gracias. —agradece soltando el aire contenido y relajando sus expresiones.
Me detengo a mirar sus expresiones, tan finas y únicas, como sus lindos ojos cafés brillan y sus labios gruesos y rosados lucen tan naturalmente apetecibles. Sin pensármelo demasiado, acerco mi mano a su mejilla y la acaricio con mi pulgar, llamando por completo su atención más no dice nada.
—Eres muy bonito. —le susurro tocando la punta de su nariz con el dedo índice, arruga su nariz antes de aferrarse a mi cintura mientras esconde su cabeza en mi pecho.
Le devuelvo el abrazo rodeando todo su cuerpo con mis brazos, escondiendo mi cara en su cuello y acariciando suavemente su espalda con pequeños toques, sintiendo en mis yemas la venda que lleva en el abdomen, produce frustración e ira, porque estas heridas nunca debieron ser causadas.
Tenerlo tan cerca me recuerda lo que pensaba decirle antes de que el idiota lo llamara. Realmente estaba a punto de decirle mis sentimientos por él, gritarle al mundo que este chico de baja estatura y más delgado que un fideo, tenía mi corazón en sus manos.
«Joaquín... Me gustas, joder... Me gustas muchísimo, cada parte de ti me encanta, incluso las que antes no soportaba. Cada vez que estas a mi lado, me siento feliz; haces de mis días los mejores y con solo tu sonrisa mi malhumor se esfuma. Mierda, me gustas tanto que me da miedo despertar un día y que esto haya sido un sueño porque... eres lo mejor que me ha pasado en mi jodida existencia».
Me habría armando de valor y hubiera declarado al mundo entero que él me gusta, buscaría las palabras más bonitas –que mi carente léxico conoce–, y se las proclamaría suyas, Joaquín se merece un poema entero, se merece todas las palabras bonitas que existen y las escrituras más preciadas que se hayan creado.
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𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ Emiliaco
Fanfiction*•.* ↳ Joaquín es enviado al servicio militar y Emilio es un soldado que se cruzará en su camino. "El ejército puede ser como un infierno, pero... ¿Qué tanto puede enamorarte el diablo?" : » Extensión: 49 capítulos + epílogo » Emiliaco (shipp de Jo...