𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ Emiliaco

35

Emilio

Golpeo la puerta con los nervios apretando mi estómago.

En mi cabeza suena cada segundo que pasa, y siento como todas mis neuronas están comiéndose las uñas mientras miran aquel reloj tan ruidoso. Bueno estoy exagerando un poco.

La puerta rechina un poco y apenas se abre por completo alzo los carteles. Aquella persona que está al otro lado de la puerta me sonríe mirando entre los carteles y a mí.

Pero antes de que hable llevo mi dedo índice hacia mis labios y hago un ademán para que guardemos silencio. Procedo a tomar el parlante que Alex me prestó y pongo una canción pop romántica porque los villancicos en esta temporada no sirven. Respiro y apunto al primero de los carteles.

Ninguno de los dos dice nada, simplemente nos concentramos en aquellos carteles que mantengo en mi mano, que no son más que un poco de cartón, plumones y papel pegado, pero dentro de ello lleva consigo el corazón de un muchacho que está dispuesto a dárselo a otra persona por amor.

"Tal vez te estés preguntando qué es esto..."

Paso al siguiente. Voy cambiando uno por uno lentamente pero sigo con los nervios sobre la piel. Incluso puede notarse en el temblor de mis manos.

Paso al último de los carteles y una vez termino, lo tiro a un lado junto a los demás.

—Sé que esto no es lo más original del mundo, y tal vez sea muy cliché, pero quería buscar la forma de mostrarte lo que siento por ti, no se me da bien decirlo así que pensé en escribirlo y traerlo a la puerta de tu casa para que veas cuánto...

— ¡No!

— ¿Ah?

—Que no, ¿Cómo mierda pones eso último en el cartel? Pendejo.

Alex nos interrumpe y Diego pega un pequeño grito frustrado.

—Te dejamos hacer el final solo pendejo y escribes todo mal, no man, ¿Estamos o no estamos comprometidos?

Ruedo los ojos y suspiro porque nos hemos pasado toda la mañana escribiendo los carteles, esta es la tercera vez que lo ensayamos y Diego ya está harto de fingir ser Joaquín.

—Trae para acá, ya lo arreglaremos nosotros. —Alex me regaña y me pega en la cabeza, lo dejo pasar porque me han estado ayudando desde la semana pasada con esto.

Y bueno, aunque no era el verdadero Joaquín estaba igual de nervioso. Primero que nada, no saben lo que costó saber dónde vive, no podía ir y preguntarle, Cody dijo que nos podía ayudar y lo intentó, pero Joaquín nunca le respondió. Y Diego también lo intentó con Renata, pero mal, tampoco funcionó, lo único que pensaba Renata era que si le daba la dirección era porque él quería ir, así que termino ignorando esos mensajes y hablando de otro tema.

Hasta que se nos ocurrió la maravillosa idea...

— ¡Estás loco! —Alex, Cody y yo callamos a Diego luego de gritar en la biblioteca. — Están locos. —Susurra.

—Es la única opción que tenemos, puedo ir yo. —se ofrece Cody pero niego.

—No, es mi pedo así que voy yo.

Cody parece abstenerse a mi respuesta, —No creo que puedas hacerlo.

—Soy tan capaz como tú, tal vez mejor incluso. —lo desafío con una sonrisa en la cara.

—No... —me observa. — De estatura te gano, de rapidez te gano, de fuerza también, y de ingenio por mucho.

—Vale, vale lo entiendo pero yo soy más ágil y tengo algo que tu no. —Alza una ceja. — Las ganas.