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Emilio

Mis manos están sudorosas y el cuerpo me tiembla.

Hoy es el día, finalmente es el día donde mi madre ha sido llevada al quirófano y la operarán por su cáncer. Estoy tan cagado de miedo que no puedo quedarme quieto.

— ¡Hombre ya, que te quedes quieto! —me alza la voz Dani, quién solo se limita a mover su pierna mientras permanece sentado.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Dani? —mi voz suena desesperada, y es un reflejo de mis sentimientos. Estoy acojonado y en este momento solo quiero el abrazo de dos personas: Mi mamá y Joaquín.

Pero Joaquín no se encuentra conmigo en estos momentos, luego de lo que pasó la semana pasada, con su padre casi descubriéndonos, hemos estado un poco alejados dentro del recinto, y aunque quería venir a hacerme compañía hoy, no pudo porque tuvo que quedarse en casa con su padre. Sin embargo sus mensajes de apoyo me reconfortan, me ayudan y levantan a cada segundo que estoy por hundirme.

—No estoy calmado una mierda, estoy tan acojonado como tú, pero a diferencia de ti, —se levanta hasta pisarme la punta de los pies. — me preocupo por esos dos mocosos que están ahí sentados, que no necesitan ver la desesperación de su jodido hermano, así que cálmate ya.

Dani es el mejor hermano mayor que he podido tener en la puta vida, pero cuando le toca hacer de hermano mayor es bien jodido, te planta cara y no le importa decir la verdad sin cruzar rayas. Ahora me ha soltado una verdad, no ha sido cruel pero ha sido necesario. Respiro y me siento junto a Lucas.

— ¿Cómo estás, campeón?

El menor se limita a sonreírme, —Bien, pero tengo sueño, ¿Cuándo iremos a casa?

—Pronto, no te preocupes. ¿Y tú, June?

Ella me mira con las cejas contraídas, —Quiero a papá.

Me acerco y la envuelvo, —Ya viene, no tarda.

Le dejo un beso en la sien y me levanto para ir con Dani, algo que envidio de él es su nivel de autocontrol, porque sé que estos momentos está hirviendo en miedo, está tan cagado como yo, pero lo oculta a la perfección, algo que nunca podré hacer yo.

Me he hecho el valiente casi toda mi vida, pero siempre termino demostrando mis verdaderos sentimientos. No me hace débil, pero si es una debilidad.

—Niños. —Por el pasillo aparece mi padre. — Ya la están operando. —los nervios se apoderan y mis manos comienzan a temblar. Me siento en el suelo y cubro mi cara e intento pensar en cualquier cosa pero me es imposible hacerlo. Alzo mi cara nuevamente y miro a Dani junto a mi padre.

— ¿Luego de la operación que pasará? —ambos se alejan. Tengo diecinueve pero aún me consideran no apto para este tipo de conversaciones, lo que es ridículo ya que Dani me lleva dos años solamente.

Escucho sus murmullos inentendibles por unos minutos, veo como Dani se frota la cara como siempre hace antes de volver a nosotros.

—Pueden ir yendo a casa, me quedaré esta noche acá. —habla mi padre, niego pero Dani me regala una mirada y toma a june en sus brazos y a Lucas de la mano.

— ¿Me puedo quedar contigo? —hago caso omiso a la mirada de Dani y me acerco a mi padre.

—Hijo, ve. Ella estará bien, pero yo ahora estaré más tranquilo si van a casa. —habla apaciblemente, dejando su mano en mi hombro y dándole un apretón.

—Pero papá, puedo quedarme y hacerte compañía. —niega.

—Ve con tu hermano.

—Pero...

𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 ♥︎ᵎ EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora