- No te creo. - insiste Samuel, mirando con curiosidad al menor, quien sigue sonriendo.
- Te digo que sí, hablo noruego de puta madre.
- Pruébalo. - continúa el ojimorado, inclinándose levemente sobre la mesa. - Di algo. Algo real.
- Jeg synes du har vakre øyne. - suelta, sonriendo orgulloso cuando observa la expresión asombrada del mayor.
- Hala. - susurra con tono suave Samuel. - ¿Y cómo se yo que no estás haciendo sonidos al azar?
- Tendrás que confiar en mí. - responde Rubén, llevándose otra papa frita a la boca.
- Muy bien, ¿qué has dicho, entonces?
Las mejillas del menor empiezan a tornarse levemente rosas, no iba a responder eso, pero ver el tono morado brillar en sus ojos volvían a recordarle que estaban en una cita.
- Que quiero un helado. - suelta, Samuel ríe suavemente entre dientes, con los ojos achicados y pequeñísimos hoyuelos adornando sus mejillas.
- Yo no hablo noruego, - empieza. - pero mi francés es bastante decente.
- Anda que si, déjame oírte. - pide Rubén, sonriendo. Samuel se aclara la garganta antes de hablar.
- Je suis la personne la plus chanceuse ce soir. - el tono que usa, hace que un escalofrío recorra la columna del menor; el noruego era un idioma tosco, demasiado duro y con sonidos que casi parecían bárbaros, pero el francés era increíblemente cautivador.
Rubén miró a su acompañante, lucía algo petulante, probablemente porque sabía que no le había entendido para nada. Habían usado la misma carta y ni siquiera lo habían notado.
- Pues sí, bastante decente. - murmura Rubén, y hace un vago movimiento con la mano. - Un siete sobre diez.
- P-pero... - y entonces Samuel volvió a reír.
Aquella cita estaba llena de risas. Risas que en realidad ocultaban lo nerviosos que ambos estaban.
Risas que ocultaban sus mejillas rosas y los movimientos temblorosos que eran más que obvios para el resto de personas a su alrededor.
Todos los veían brillar juntos entre risas.
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Vet // Rubegetta
FanfictionSamuel estaba demasiado solo en casa, así que decidió buscar una mascota que lo acompañase. Encontró algo más que eso, encontró a un lindo veterinario. Créditos de ilustración en la portada: @WONKARIS en twitter