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Kira maulló, reclamando atención desde donde su posición en el suelo, el chico le sonríe quedamente, moviendo el juguete cubierto de plumas.

Estaba demasiado cansado después del trabajo, en especial porque la mayoría decidió faltar a su turno matutino, así que fue él quien tuvo que trabajar el doble, casi triple.

Quizás debía dormir un poco antes de ir a su cita, los párpados le pesaban, y la espalda le dolía.

Aún le quedaba una hora antes de la cita, claro que podía dormir treinta minutos e ir más despierto a la cita.

Sí...

***

Despertó por el insistente ruido de una música que reconocía perfectamente bien. Estiró la mano en todas las direcciones posibles, buscando el teléfono, hasta que lo sintió.

Los párpados le pesaban tanto que le costó más trabajo del necesario abrir los ojos, cuando por fin lo hizo, miró el nombre de "Luzu" brillando en la pantalla. Se pegó el teléfono a la oreja, aún algo desorientado.

- Hola, Samu. - saluda, hay música sonando de fondo, y el ojimorado se aparta el teléfono del oído, suspirando.

- Hola. - contesta, frotándose el ojo con el dorso de la mano, tratando de apartar el sueño.

- Estamos en la ciudad y... vinimos a una fiesta, sé que es algo tarde; pero... ¿te apetece? - sonaba algo avergonzado.

- No puedo ir... - susurró, pero seguía un poco confundido.

- ¿Por qué? - se queja su amigo.

Había respondido por instinto, pero: ¿por qué no podía ir? Tenía algo que hacer... algo que lo emocionaba... ¿qué era? ¿Qué...?

- ¡Rubén! - da un salto fuera del sofá, con el teléfono en la mano. - ¡Tengo una cita, no puedo ir! ¡Adiós! - exclama.

Luzu ni siquiera puede protestar, cua do la llamada ya se ha cortado.

Era un tonto, un grandísimo tonto, ¿cómo se había podido quedar dormido?

Miró el reloj, suplicando que no fuese demasiado tarde, quizás hubiesen pasado unos diez minutos como máximo, y aún tenía oportunidad de llegar.

"9:42"

El estómago se le revolvió con vehemencia, miró el chat del castaño, encontrándose con una serie de mensajes que lo hizo sentirse incluso más culpable.

"Está todo listo, ¿ya vienes?" 6:49

"No debería decirlo, pero esto quedó de puta madre" 6:52

"Samuuuuuuuu" 7:02

"Señor récord perfecto?" 7:13

"Supongo que ya no vienes :(" 7:50

"Está bien, ni siquiera fue tan difícil armar todo esto xd" 7:50

"Hice algo malo?" 8:19

Mensaje eliminado 9:00

Mensaje eliminado 9:17

"Perdón por ser tan pesado" 9:18

Tomó la botella de vino que tenía en el refrigerador, y las llaves que reposaban en la barra. Kira estaba dormida sobre un cojín en el sofá, así que tenía una preocupación menos.

Salió del departamento a toda prisa, metiéndose en el ascensor y pulsando el botón que lo llevaba hasta el garage, el minuto que estuvo ahí se sintió como una hora.

Su auto estaba en el mismo espacio que siempre, abrió la puerta con el mando a distancia y se metió en el asiento de cuero tan rápido como pudo.

Giró la llave, una... dos... tres veces...

- Tienes que estar de p*ta coña... - exclama, golpeando el volante cuando el motor del auto no enciende.

Nuevo plan: correría hasta la veterinaria.

Estaba demasiado aturdido como para pensar en qué quizás sería una mejor idea pedir un Uber, o incluso tomar un taxi en la calle.

Salió corriendo del garage, y continuó corriendo por la acera, había mucha gente por la calle; por supuesto, era una noche de sábado.

Mientras corría divisó una juguetería al otro lado de la calle, no le hubiese importado en lo más mínimo sino hubiera visto lo que se estaba exponiendo en la vitrina: un telescopio.

Maldijo entre dientes y cruzó la calle a toda carrera, salvándose -por un pelo- de ser arrollado.

Entró en la juguetería a toda prisa, haciendo que el chico tras la máquina registradora diera un brinco.

- ¿Cuánto cuesta el telescopio de la vitrina? - pregunta, casi sin aliento, el empleado lo mira.

- ¿Está bien, señor? - pregunta, pero el ojimorado entorna los ojos. - Cuesta veinte euros, señor.

- Me lo llevo. - avisa, deja un billete doblado justo frente a las narices del chico y toma la caja de la vitrina, antes de salir corriendo otra vez.

¿Parecía un lunático? Sí, cualquier persona que lo hubiese visto, seguramente se preguntaría qué hacía un chico corriendo por las calles a las diez de la noche, con una botella en la mano y una caja bajo el brazo... en chándal.

Finalmente llegó al lugar, con el corazón a mil por hora, y la respiración errática. Tocó el timbre, aún tratando de recobrar el aliento, escuchó suaves pasos en las escaleras y se arregló el cabello con los dedos, como si eso fuese a mejorar su aspecto.

La puerta finalmente se abrió, y Samuel se encontró cara a cara con el chico que lo traía loco, tenía la nariz ligeramente roja, justo igual que sus ojos. ¿Había estado llorando?

- Yo... - comienza Samuel con suavidad. - traje vino...

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Y bueno, quería escribir un cap algo más largo porque...

¡Este libro tiene 30 k de leídas!

Im crying, los amo tanto.

Y tranquilos por el spoiler porque creo que aún nos queda un rato para eso.

Odio hacer spam, pero: escribí algo más de este shipp, look at my profile

LOS AMO, BESITOS EN EL SIEMPRE SUCIO

Vet // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora