Vet // Rubegetta

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Samuel y David llegaron, había música sonando muy fuerte en todo el lugar, y gente bailando.

Luzu estaba acompañado por un chico, con un piercing en la ceja que tenía el ceño fruncido. Guillermo estaba de pie al lado de ambos, charlando con Luzu, entre risas.

- ¿Qué pasa, ratones? - saluda Fargan, tan entusiasta como siempre.

- ¡Fargan, hola, tío! - saluda Luzu, abrazando al contrario, dejando a su pareja detrás. - ¡Samu!

- Hola. - murmura el ojimorado escondiendo las manos en los bolsillos, y aferrándose con fuerza al teléfono en uno de ellos.

- Vamos, chicos, no hagan esto incómodo. - apresura David, tomando a Samuel por los hombros, y dándole un apretón.

- Hola, Guille. - saluda, y el de ojos achicados, sonríe.

- ¿Qué tal, Sam? - responde, y entonces se estira, abrazándolo.

Pero el cuerpo del contrario no reacciona, sino hasta un par de segundos después, en los que termina correspondiendo al abrazo, dándole una palmadita en la espalda.

Los recuerdos volvieron a él como olas, como si estuviesen tratando de ahogarlo. Guillermo era la única persona a la que había amado en toda su vida, y habían estado juntos durante años; obviamente, todo eso no iba a irse tan fácil.

Se separaron, sonriéndose entre sí, entonces los cuatro chicos empezaron a hablar, sobre recuerdos que tenían como el grupo de viejos amigos que eran.

***

Samuel estaba sonriendo, mientras oía como Guillermo hablaba sobre una historia que se estaba inventando.

- Pero... ¿qué dices, tío? - se burla el ojimorado entre risas, el contrario también ríe, antes de beberse el vaso de licor de un sorbo. David había salido a la calle, porque su novio lo habia llamado diciéndole que ya casi llegaba, mientras tanto, Luzu y su novio estaban bailando en medio de la pista, así que ambos se habían quedado ahí, apoyándose en la barra y bebiendo shots de lo que les sirvieran.

- Joder... como extrañaba esto... - murmura Willy, sonriendo en su dirección. - ¿hace cuánto que no salíamos juntos?

- ¿Seis meses? ¿Un año? - Samuel se encoge de hombros, tratando de no prestarle atención a como el contrario se acerca un poco más hasta él. - Bueno, desde... eso...

"Eso" había sido su ruptura. Ambos lo sabían.

- Pues sí que ha pasado algo de tiempo. - continúa el de ojos verdes. - Ha pasado bastante desde que éramos solo tú y yo.

- Bueno, eso no es precisamente mi culpa. - responde el ojimorado, mirándolo bajo las tenues luces del lugar. Guillermo asiente, poniendo su mano sobre la del mayor.

- Lo sé, y~

- ¡Eh, chicos! - Fargan estaba a varios metros de él, seguido por un chico pequeño, una pareja y alguien con cabello blanco. - ¡Volví!

La mano de Guillermo seguía sobre la suya cuando finalmente vislumbró el rostro de Rubén.

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Si esto se descontrola es culpa de fack_is_real_perras_ aka mi esposa