2 meses después
Mis pies dolían horrores. Es lo único que puedo pensar en estos momentos, puedo decir con todas las letras que esto de estar embarazada tiene sus pros. Sentía muchas nauseas y bastante antojos, pensaba que esto terminaría al cuarto mes pero realmente ya a los cinco estos no cesaban.
A pesar de todo el sentir las pequeñas patadas de mi pequeña nuez (No tan pequeña) hacen que cada cosa valga la pena, Cada segundo. Puedo decir que he cambiado físicamente y mentalmente en muchas cosas reflexioné sobre cosas que sabía que algún día tendría que arreglar de mi misma.
Últimamente he estado hablando con mi hermano y stace por Skype. Cual de los dos está más emocionado de verme, stace ya sabe todo. Al cuarto mes no pude ocultarle nada, estuvo enojada conmigo por 8 horas más o menos pero luego me llamó emocionada mostrándome varías bolsas con cosas de bebé, Con decir que empezó a diseñar ropa.
Mis padres por otra parte, solo mi padre llamaba aveces y a escondidas de mamá. Se hacía el enojado pero en el fondo notaba su preocupación por mi.
Y en cuanto a el. No he sabido nada, solo que cerró el contrato más importante de su carrera como arquitecto.
[...]
— Layla cariño he traído fresas con nutella — Tía rubí apareció por la puerta solo asomando su cabeza .
Y si, de pasar a no querer chocolate los antojos habían hecho de mi otra persona.
— Creo que una de las razones por las que al tener cinco meses me veo de siete es por tí tia — Tomé el boul y ella toma asiento al final de la cama.
— Solo es un pequeño gusto, no te hará nada, además mi pequeño lo agradece ¿No es así? — coloca una mano en mi panza.
— Pues .. — mi teléfono suena interrumpiendo — ¿Me lo alcanzas tía? — señaló la mesa de noche — Es Alex que extraño, acabamos de hablar por Skype — murmuro extrañada — Alexander zanahoria — Saludé alegre mientras mordía otro pedazo de fresa.
— Layla — Murmura afligido y se me hiela la sangre — Son papá y mamá
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