— Alex — Llamé a mi hermano quien se encontraba bailando con stace.
— Hey hermanita — Estaba borracho — Te estaba buscando pero no te encontraba y luego fui a buscarte pero.. a no espera primero te busque y luego te quería encontrar y despues.. ¿Como era? — No termino por decir y solo comenzó a reírse.
— Es divertido verlo así — Stace ríe — Puedo sacarle mucha información — Dice con cara de malicia.
— Cuidalo por favor — Ella me mira confundida y asiente. Alex ya no sería una opción, De pronto una idea paso por mi mente.
— Papá — Llamé al llegar a el.
— Oh layla, te estaba buscando — Mencionó el — Quería disculparme por tu madre ella no..
— Olvida eso. Las llaves del penthouse ¿Me dices dónde están? — El me observó algo confundido.
— En recepción, las dejé allí por si algún día querrías ir a verlo.
— ¿Me das las llaves de tu auto? Puedes irte en el de Alex, el está borracho Stace lo llevará — el asintió.
— ¿Que pasa hija? — Preguntó algo preocupado — ¿Estás bien? —Asentí.
— Perfecta, solo estoy cansada. No le digas a nadie donde estaré — Asiente.
Ya sin más salgo de allí, busco la Range Rover de papá y la veo cerca de un lindo Ferrari rojo. Al subirme respiro profundamente y sin más me encaminó hacia el departamento.
Realmente no puedo creer que me haya besado a Gian. Me gustó, no puedo negarlo y después de tanto, creo que hasta yo lo necesitaba. Pero ¿y esa chica? Si, escuché como el la alejaba pero no lo hizo cuando ella lo besó me incomodaba y no podía negarlo .
— Aghh odio esto.
Luego de unos minutos aparcó en el gran estacionamiento, llegó hasta la recepción y ahí está un hombre bastante mayor .
— Buenas noches — Trato de sonreírle amablemente.
— Buenas noches señorita — Me devuelve la sonrisa — ¿En qué puedo ayudarla?
— Soy Layla Williams la hija de Stephan Williams ¿Podría facilitarme las llaves del penthouse?
— Oh señorita por supuesto, su padre llamo hace unos minutos para confirmar — El me pasa un llavero con cuatro llaves — Ahí esta la del departamento, dos de repuesto y la del clóset privado. Según me han informado su madre ha mandado unas prendas — Asiento — Mi nombre Es Robert estaré a su disposición.
Asiento
Sin más dilación tomo el elevador. Estando en el me despojo de mis tacones puesto qué mis pies me están matando, llevar un peso doble de sandia y mío no es nada bonito.
Cuando las puertas del elevador se abrieron camine un corto pasillo hasta llegar a mi puerta. Al abrirla observo todo con algo de impresión. Papá había exagerado un poco en cuanto a lujo se refería, y yo pensando que las excentricidades eran de mamá.
Dejo mis zapatos en una esquina de la gran sala y camino hacia el sofá que está junto al gran ventanal que llegaba hasta el techo. No encendí las luces puesto que la iluminación de afuera dejaba algo que ver. Necesitaba pensar. Y mucho, no quería volver a sentir lo mismo para una vez más salir lastimada y el necesitaba saber todo sobre mi bebé.
Saqué todos los pasadores de mi cabeza y camine hacia la cocina, al abrir el frigorífico estaba lleno de comida, tomé un pudin de chocolate y volví hacia donde estaba anteriormente.
Mientras disfrutaba de mi pudin podía observar como las primeras gotas de lluvia se deslizaban por el ventanal .
× ×
