Gian me había dejado en las puertas de mi antiguo penthouse. Me dijo que solo debía llamarle y el vendría por mi de inmediato, me despedí con un corto beso y subí rápidamente al ascensor no sin antes saludar al portero. Con mis llaves abrí las puertas del departamento y me encontré con una Stace hecha bola en el sillón con un montón de papeles higiénicos esparcidos por todos lados.— ¿Stace? — La llamo y levanta su cabeza.
Su cara estaba hecha un verdadero tomate, iba sin maquillaje y sus ojos estaban rojos al igual que su nariz. Al verme sus lágrimas regresaron.
— ¿Que te pasó cariño? — Me senté al lado de ella y la abracé.
—Tenías razón. Y lo peor fue que no te hice caso — dice tratando de secar sus lágrimas pero caían desenfrenadamente.
— ¿De qué hablas?
— De tu hermano. Me gusta y cuando pensé que lo estábamos tomando de otra manera me equivoqué no fue así — Solloza — Quise abandonar esos sentimientos y pensé que la mejor manera era terminar con nuestro trato pero cuando fui a decirle lo encontré con su secretaria — su mirada estaba triste y desganada mientras su lagrimas seguían y seguian.
— Explícame mejor — Digo shockeada.
— Cuando llegue a darme cuenta estaba muy enganchada.
—Te dije que eso de amigos con derecho no serviría — le paso una servilleta.
— Y lo peor es que el me dio a entender que sentía lo mismo. Yo creo que solo estaba confundido — Asiento.
— Seguro y se está lamentando por todo Stace — digo para tranquilizarla.
— No me vio, yo estaba en la puerta — Dice calmandose un poco.
— ¿Y que haras?
— No lo se Layla, estoy realmente confundida ahora. El me lo dijo, "las relaciones no son lo mío" Desde un principio lo dejo en claro.
— Tienes que enfrentarlo, si dices que daba a demostrar lo contrario es por algo. Lo conozco, inténtalo — Suspiro pesadamente al verla así tan ida.
Niega .
— Soy muy cobarde, no soportaría que me dijese algo negativo y me rompiera el corazón — Dice bajando su cabeza a mis piernas — esto es de lo peor — Susurra en eso su teléfono suena.
Ella lo mira al igual que yo y de reojo veo el nombre de Alex asomándose en la pantalla.
— ¿Le vas a contestar?
— Si tengo que terminarlo prefiero no verle a los ojos ..
Stace
— Alo — Digo al teléfono cuando lo tomo en mano bajo la atenta y fija mirada de Layla.
— Hola muñeca — suspiro — Te tengo una sorpresa ¿te paso a recoger? — dice entusiasmado.
— Tengo que decirte algo antes.
— Dimelo cuando vaya por ti — Pide.
— Lo siento Alex — Siento mi voz quebrarse — Pienso que es mejor terminar esto, lo que sea que tengamos — Le digo intenta hablar pero lo interrumpo — Hagamos de cuenta que esto nunca pasó
Y cuelgo.
Las lágrimas que tenía retenidas vuelven a salir y Layla me abraza.
× ×