Me removí entre las sabanas, las sentía rosar con mi cuerpo, el placentero calor que desprendía la cama me envolvía en comodidad. Quería seguir durmiendo de no ser por el estupido mastodonte que agarró mis piernas.
— Alexander Williams si no me sueltas en este momento verás la furia de una mujer embarazada y con sueño — Murmuré enojada agarrándome fuertemente de las sabanas.
— Pequeña tengo más de una hora tratando de despertarte ¿Puedes por favor hacerlo? Papá quiere que lleguemos a la empresa — Se colocó a mi lado.
— No quiero ir, dile que estoy ocupada o que he muerto. No lo sé — Volví a acomodarme dentro de mis colchas.
— Ya encerio Layla — Volvió a removerme.
Gruñí
— No tengo nada que ver con la empresa ¿Que haré yo allá? — Levanto mi cabeza para observarlo.
— No lo se, si supiera te lo dijera. Ahora levántate, llegaré tarde y no me gusta — Se levantó de donde estaba y salió dejándome sola.
Suspiro por última vez y luego de eso me levanto y me dirijo al baño para arreglarme. Luego de varios minutos salgo lista.
— Ya estoy — Murmuré con mala cara al llegar a la cocina.
— Hey, cuando te bañas pareces humana — Revolvió mi cabello el cual había dejado con sus ondas naturales
— Alexander no estoy de humor. Alimentame — me senté en un banco de la mesilla con mi rostro recargado en mi puño, el me alcanzó los waffles y el jugo.
— ¿Quieres salir a comer conmigo? — Preguntó luego de un rato.
— ¿Porque querría salir contigo? — Pregunté con la boca llena y el paso una servilleta al ver la miel salir de mi boca.
— Porque llegaste luego de un buen tiempo fuera y solo te la has pasado encerrada desde la última vez que fuimos donde mamá — Aclaró.
— Por si no lo sabes casi nadie sabe de mi embarazo y esa fue una de las razones por la cual me fui. No andaré por ahí como si nada — Tomé de mi jugo .
— Ya no creo que a mamá le importe — Murmuró — Ademas de seguro ya el rumor se ha esparcido, digo ya varias personas te han visto y no es como que si sandía fuese invisible.
— Tienes razón pero sigo optando por quedarme acostada — Termino de morder el último waffle.
— ¿Y Stace? — Pregunta.
— Me dijo que iría a una excursión de la universidad, estará ausente un tiempo — Asintió.
— Vamos
Me observa con extrañeza y Asiento .[...]
Al llegar a la empresa subimos hasta el último piso donde estaba la oficina de papá y de mi hermano.
Caminé hasta donde se encontraba papá bajo la atenta mirada de las pocas personas que estaban allí.
— Hola Pequeña — Saludó papá al yo entrar.
— Hola — Sonrío llegando hasta el.
— Pensé que después de ir aquel día ibas a seguir yendo, hace tres días que no te veo — Se apoyo en su escritorio.
— Es que me he estado cansando mucho y prefiero quedarme acostada — Contesté.
— ¿Peleaste con tu mamá otra vez? — Indaga.