7 meses de embarazo
— El bebé está muy bien — Habla nuestra doctora — Todo va de maravilla, dentro de poco lo tendremos con nosotros — Nos avisa. Gian me ve feliz y yo tomo su mano — Entonces Layla, acordamos cesárea ¿Aún está en pie la decisión? — Se gira a verme y me tiende una pequeña toalla de papel para que pueda limpiarme.
— Ah si, tendríamos solo que acordar la fecha — Le recordé.
Gian veía todo sin pronunciar palabra.
— Si, mañana estaríamos pautando todo — Dice ella sonriente y asiento.
— Bueno, esperaré a por la cita. Nos vemos — Me despido y ella lo hace igual.
— Hasta pronto ...
Gian y yo salimos de aquel consultorio, el me tomaba de la mano y en la otra llevaba mi bolso.
— ¿Que te ocurre? — Pregunto cuando entramos al auto. No había dicho nada y su silencio me dejaba perturbada.
— ¿Porque no me dijiste que querías cesárea? — Murmura y lo veo por el rabillo del ojo.
Mantenía un brazo en el volante y la otra debajo de su barbilla apoyada en el apoyabrazos manteniendo la mirada fija al frente.
— Pues, había planeado todo antes de venir aquí y como mi antigua doctora pasó todos mis datos a esta seguiremos con el mismo protocolo — Digo observándolo cautelosa.
No era propio de él estar tan callado. Cada vez que veíamos a Theo el era el más feliz. Todo el camino hasta casa estuvo silencioso, no dijo nada nunca. Habíamos subido a la recamara, yo tomé asiento en el final de la cama y el seguía dando vueltas por toda la habitación.
— No quiero que sea por cesárea — Dice recostado del escritorio que teníamos allí.
— Pero ¿Por qué? — Pregunto confundida.
— No lo quiero así — Niega.
— Debe haber una razón, no es normal en ti hacer esto — Me levanto de donde estoy y camino hacia el tomándole de las manos.
— Mi mamá murió justo así el día de mi nacimiento, no quiero que te pase algo igual no lo soportaría — Dice evitando la mirada, estaba neutro y su ceño se mantenía fruncido.
— Gian, voy a estar bien — Lo abrazo y este corresponde a mi acción.
— ¿Cómo sabes que no pasará nada? — Me pregunta en voz baja.
— No pasará nada — Le convenzo.
[...]
Habíamos terminado de cenar, yo había optado por dejar que el pensara las cosas, el nunca me había contado lo que había pasado a su madre. Es más, nunca me ha contado sobre su familia, es muy cerrado en cuanto a eso pero, si se que existe una. Fueron muchas las veces en las que el se había ido durante un periodo para Italia.
Entré a la Tina que había preparado minutos antes y me introduje a ella. Suspire sintiendo el agua cálida envolver mi cuerpo, observé mi panza con total atención mientras pasaba una mano por esta.
— Lay — Gian entro al baño cerrando la puerta tras de el
— ¿Si? — Me quedo observandole. Estaba algo decaído y lo notaba — Ven — Le hago una seña y el se acerca arrodillandose al lado mío.
— Oye, perdón por lo de hace un rato — me ve y yo toco su pelo dejando algo de espuma en el.
— No tienes que disculparte tienes miedo es solo eso — le calmo — Todo estará bien
— ¿Segura? — Pregunta.
— Segura — Asiento y este acerca su rostro a besarme .
— Oye
— Uhm..
— Te amo ..
× ×