Layla
Me removí incomoda intentando en vano acostumbrarme a la cegadora luz que se encontraba en el techo del lugar donde estaba.
Me giré a los lados intentando descifrar hasta que me caí en cuentas que estaba en un hospital.
¿Hospital?
Me siento asustada girando en busca de alguien pero en vez de eso consigo un molesto dolor el la parte izquierda de mi cabeza y es ahí donde me doy cuenta de que una venda cubre mi cabeza.
— Señorita acuestese por favor — dice una especie de enfermera.
— ¿Porque estoy aquí, Que me pasó? — Pregunto nerviosa.
— Debe recostarse primero, descanse su cabeza — Pide amable
— ¿Y mis papas? Quiero verlos.
— Oh, ha despertado — Un doctor bastante alto y algo pasado en edad podré calcular unos cuarenta años entra por la puerta con su típica bata Blanca — ¿Cómo te sientes? — Pregunta.
— Me duele mucho la cabeza y la parte de mi vientre, además mi espalda — Digo adolorida.
— Debido a lo que te ocurrió creo que es normal que te duelen esas zonas. Aplicaremos un calmante — Susurra para si mismo — Haz tenido un accidente y producto de este perdiste temporalmente la memoria — Me dice despacio y yo me quedo viéndole asustada.
— ¿Que? — Tartamudeo exaltada — Debe estar bromeando.
El se acerca a mi tomando una pequeña silla sentándose frente mío.
— ¿Te acuerdas de tu nombre completo?
— Layla Williams Petrova— Respondo y le veo extrañada.
— ¿Sabes que día es hoy? — pregunta apuntando algo en su cuadernillo.
— 12 de octubre de 2018 — Digo algo insegura.
El me mira impresionado
— No te asustes pero estamos a septiembre de 2019 — Dice.
— Esto debe ser una broma y si es así es de mal gusto. Quiero irme de aquí, necesito salirme. Llamen a mis papás — Intenté desconectarme algo que tenía en el pecho
— Si cooperas te aseguro que pronto saldrás pronto — Intenta tranquilizarme.
— ¿Cómo quiere que me calme su me dice que he perdido casi un año de memoria? — me exaltó.
— Es una amnesia temporal te lo aseguro — Dice — Tus familiares estarán aquí en unos segundos.
— Está bien
Al doctor salir levanto levemente la sábana que me cubría y luego la bata típica de los hospitales dejando ver mi vientre el cual tenía una cicatriz. Me asusté al sentir las puertas abriéndose nuevamente y por esta entra Alex y papá.
— Papá — Murmuro y este se dirige a mi abrazandome.
— No sabes lo preocupado que estaba — Susurra — Temí lo peor.
— Estoy asustada ¿Que fue lo que me pasó?
— Por órdenes del doctor no debemos abrumarte así que es mejor contarlo después cuando estés mejor — Dice colocando una de sus manos en mi cabeza.
— ¿Y tu no piensas saludarme? — Regaño a Alex quien esta al otro costado de mi y me abraza.
— Que bueno que estás bien pequeña sandía — Murmura y yo siento una extraña nostalgia.
Se separa de mi y tenía los ojos enrojecidos
— ¿Estabas llorando? — Tomo su mano.
— Digamos que me acaban de dar una noticia muy buena — Sonrie.
— Luego me cuentas ¿Y mamá?
Ellos se miran entre sí y papá Suspira.
— Ella.. — Empieza por decir.
— No debes terminar, con que ustedes les importe me va más que bien. Por ahora solo quiero irme de aquí.
× ×