— ¡Layla! — Stace llega corriendo hasta mi con una cara llena de preocupación — Dime que está bien por favor — Sus ojos estaban bastante rojos y con rastros de lágrimas.— Si stace el está bien, esta fuera de peligro — La calmo.
— Alex no es de tomar, el está bien así — Susurró cuando la había abrazado.
— Cuando pueda hacerlo el nos contará el porqué — Le digo de vuelta.
— Familiares de Alexander Williams — El mismo doctor que había vuelto unas horas atrás estaba en frente de nosotros — Pueden pasar a ver al paciente — Nos dice y luego de esto se va.
— Layla ve tu primero — Pide papá.
— Stace, ve tu — Le digo y esta me mira con temor en su rostro y la veo extraño — Se porque lo digo — Murmuro, ella se levanta y asiente.
STACE O' CONNOR
Camino hasta la puerta de la recamara que el doctor nos había indicado. Antes de entrar tomo una gran bocanada de aire y Suspiro, tomo el pomo de la puerta y procedo a entrar.
Lo primero que observo es el color tan vacío que estaba en las paredes, el increíble olor a medicina y la tenue luz que apenas se dejaba ver por las rendijas de la ventana.
Me acerco a el en pasos firmes pero inseguros, delante de la camilla había una pequeña silla. La hale para tomar asiento.
No sabía explicar el cúmulo de emociones que sentía en este momentos, podría culpar fácilmente a las hormonas pero puedo decir que es más que eso.
— Hola — Hable por primera vez sintiendo el nudo en la garganta asfixiandome — No se ni por donde empezar, debería esperar a que despertarás pero, te extraño. Sonará tonto ya que la última vez que hablamos no fue muy buena que digamos — Suspiro — Quiero disculparme por lo cobarde que fui al no decirte las cosas de frente pero .. siempre me decías eso ¿No? que era una cobarde por no hacer las cosas que yo quería o sentía — A este punto una lágrima descendió dándole paso a las demás — Te necesito aquí conmigo idiota para que me digas lo estupida que soy y lo llorona — Sonrío en medio de las lágrimas — Lo mucho que me odias y me necesitas a la vez — Doy un leve apretón a sus manos — Porque a pesar de todo el estupido que siempre me ha gustado has sido tu.
"Ese día, ese día que fui a contarte todas estas idioteces te encontré con alguien más y pensé.. que todo lo que habíamos vivido en el último mes, más allá de la intimidad fue falso y que no querías nada conmigo, que solo era un juguete para ti — Frunzo mi ceño — Pero la verdad y muy en el fondo a pesar de todo estaba más enojada conmigo misma por sentir todo lo que siento por ti — Esnifo y recuesto mi cabeza a orillas de la camilla.
Sollozo levemente hasta que sentí unas manos acariciar mi pelo suavemente. Elevó la cabeza y observo esos orbes azules en su máximo esplendor.
— Nunca serías un juguete para mi linda rubia .. — Susurra llamándome por ese usual apodo
— ¿Estabas despierto? — Digo cuando me alejo de el limpiando mi nariz.
— Si — Dice simple sentándose en la camilla — Quería escuchar todo lo que sabía no te atreverías a decirme si estuviera despierto — Murmura con su usual tono de voz pero esta vez más gélido.
— Y-yo ... — Intenté decirle pero me interrumpe.
— Tenemos que hablar .
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