Capítulo 15

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Llevaba un buen rato observando como las gotas caían desapareciendo en mi ventanal. A pesar de la ciudad estar oscura por culpa de la noche y el pequeño diluvio, las gotas claramente eran visibles.

Dos toques a mi puerta espantaron mis pensamientos. Fruncí el ceño confundida. Luego de unos momentos se vuelven a escuchar esos mismos toques, me levanté de donde estaba - De seguro era el velador - pensé.

Al llegar a la puerta la abrí con cautela y mi impresión no paso de más cuando vi quien estaba allí, frente a mi.

Ropa mojada, descalzo, zapatos en mano y un leve chorro goteando desde su cabeza.

Me miraba algo apenado, desesperado como si necesitara algo.

— ¿Que haces aquí? — Fueron las palabras que salieron de mi en ese momento

Me observó durante un rato y luego se acercó levemente hacía donde estaba.

Quedamos en salir juntos, cuando fui por ti, ya no estabas. Hasta que tu padre tomó de más y me dijo — Comentó.

Yo por mientras me cruce de brazos. No estaba tan enojada, el de cierta forma no tenía la culpa de lo que había pasado, pero algo en mi se removió y me molesto cuando no vi que el la aparto.

— ¿A que vienes? — me recosté del umbral de la puerta

Por ti — Respondio inmediatamente — ¿Me vas a dejar pasar? — Hizo un ademán con sus manos señalando hacia al frente

Lo mire de pies a cabeza y me giré entrando al departamento dejando que entre. Escuché como cerro la puerta tras de sí, encendi las luces y nos mantuvimos en silencio hasta que el lo rompió.

Te quiero pedir disculpas por lo que viste .. — Lo interrumpí

Realmente, me importa muy poco

mentirosa Susurraba mi subconsciente.

¿No estás molesta? — Se acerco a mi.

¿Debería? — Enarco una ceja

Te conozco y esa cara neutra que traes me dice lo contrario

De la única manera en la que puede interesarme es si me importaras — Declaré firme.

No puedes alejarme de ti — Me señalo acercándose.

Ya hablamos de esto —Digo entre dientes.

Me giro con dirección al ventanal y un silencio sepulcral de unos minutos nos envuelve.

Siento sus pasos acercarse a mi , al momento sus manos frías tocan mis hombros y me estremeció. Ya no llevaba puesto los tacones así que mi estatura volvió hacer una cabeza y media menos que la de el.

Girate y mírame — Pidió esta vez hice lo que me dijo fijando mis ojos en sus orbes grises y sus ojos tupidos con todas esas pestañas, largas y espesas — Se que no hay un tercero. Como también se que hay cosas que simplemente no cuadran — Suspire y el giro mi mentón para que lo observara nuevamente — No puedes olvidarte de mi en tan poco. Yo no lo hice , y aunque fue corto, si fue Real Layla Lo mire con ojos cristalizados.

Esto no puede pasar — Me separo de el .

¿Como sabes que

interrumpo.

No tengo duda, mi madre me odia por esto y no quiero que papá esté desencantado de mi otra vez — Declaro tratando de mantener todas mis lágrimas donde están.

Te importa más lo que quieran los demás que lo que quieres tu y ese es tu problema — Admite.

No podemos negar lo obvio — Niego — Lo que piensen los demás me dejaría de importar si no me afectara más cuando se que mi bebé es — Mis palabras quedaron en el aire en el momento que me di cuenta lo que estaba a punto de decir.

Ten el valor para terminar la frase — Jamás en mi vida pensé en ver a este hombre así y que la causante fuese yo.

No quiero hablar más de esto.

Lo mejor sería que me fuera , me costará hacerte entender, sabiendo lo cabeza dura que eres — Veo como se gira y antes de llegar a la puerta lo detengo .

No te vayas — logro decir en un hilo de voz.

— ¿Para que me quieres aquí? — Murmura sin girarse.

A-afuera llueve a cántaros, puede que te enferme si te mojas más.

Se giró

Antes debo despojarme de todo esto — Se señaló.

Aquí debe de haber algo — Caminé hasta donde creí era mi recámara la oscuridad no me dejaba apreciar como estaba en realidad pero la poca luz que entraba dejaba mucho que desear.

Llegué hasta lo que creí era un armario, había mucha ropa. Si papá era lo suficientemente inteligente había pedido traer mis pijamas que en realidad consistían en un pantalón súper ancho de dormir y las poleras de Alex. Celebré internamente al encontrarlas.

Caminé hacía dónde estaba él y se las entregué.

Al final del pasillo hay una recamara, puedes quedarte ahí, creo que tiene baño — Asintio comenzando a caminar hacía donde le había indicado pero antes de hacerlo se giró dejando un beso en mi frente solo escuché susurrar un leve gracias mientras lo observaba desaparecer en las sombras, Y yo suspiraba profundamente.

× × ×

Perfecto Error ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora