La hija del Pastor [Terminada]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟡

Maratón 2/4

Valentina

Quería hablar con Sebastián en estos días para terminar con él, pero para mí mala suerte había salido con sus papás, y volvería el sábado en la tarde, lo bueno es que no lo tendré cerca de mi durante los 4 días que faltan, a Juliana la he visto solo en la cafetería y aun que intento hablar con ella se aleja de mi, solo quiero disculparme con ella por como actuó mi padre el Lunes, pero ella con suerte me mira y eso me pone algo triste, la verdad me gustaría conocerla un poco mas, me agrada su compañía, pero al parecer yo no le agrado mucho, sino que otra cosa seria que me evita.

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Los días pasaron rápido, ya era sábado y Sebastián llegaba hoy, le deje un mensaje para que nos viéramos en el parque por que tenía que hablar algo importante con él, me levante ya eran las 10 de la mañana, baje a desayunar, papá no estaba, siempre desayuno sola, ya me acostumbre a eso. Terminé, lave lo que ocupe y fui a mi habitación a vestirme y poder salir.

Había tomado el consejo de mi amiga en hablar con él en un lugar público, aun que en ese momento no había mucho público. Me senté en una de las bancas a esperarlo, pasaban los minutos, ya se estaba retrasando, en eso lo veo a la distancia, venía algo desordenado como si se hubiera levantado recién.

—Hola, bebe —dijo sin ganas, iba a darme un beso en los labio pero corrí la cara y fue en la mejilla —. Parece que amaneciste de mala gana.

-Y parece que tu recién amaneciste.

—Llegue en la madrugada, que esperabas, necesitaba dormir, si no fuera por mi madre que me despertó hace 10 minutos, no vengo —dijo, dio un bostezo —. Bien, que tienes que decirme.

—Quiero terminar contigo —le dije segura y firme.

—¿Que? —preguntó sorprendido —. Es una broma, ¿verdad? Seguramente aún estoy durmiendo.

—No, no es un sueño —dije —. Nuestra relación no está funcionando.

—No funciona por que tu no me das lo que merezco como hombre —dijo, se estaba enojado —Los dos nos gustamos y esto no se acaba.

—Tú nunca me has gustado, Sebastián, siempre te quise como amigo, fue papá quien quiso que saliera contigo.

—¿Crees que él estará de acuerdo esto? —preguntó.

—Yo sola me arreglo con él —conteste.

—Sabes que, dejemos de hablar de esto, haré como que no dijiste nada y todo normal.

—No, yo no quiero seguir contigo —le dije molesta alzando un poco la voz —. Esto se acabó, se terminó.

—Baja un poco la voz, todos están escuchando —me tomo del brazo y lo apretó con fuerza.

—Me estas haciendo daño, sueltame.

—Me estas terminando como la perra de Laura termino con mi amigo —me apretó mas fuerte el brazo.

—No le digas así a mi amiga, Andres la engaño, se merece lo que le hizo.

—Pero yo no te he engañado, ¿por qué quieres terminar? —me preguntó.

—Sueltame, me duele, Sebastián —dije, pero no hacía caso.

—¿Acaso hay otro? ¿Por eso no quieres estar íntimamente conmigo por que otro ya te folla? —estaba enojado.

—¡Ya sueltame! —logré zafar me —. No se trata de otra persona, se trata de ti y de cómo me tratas a mí, no soporto como me tocas, me das asco —le confese, me miraba con mucha furia, de repente sentí un golpe en mi mejilla, me había dado una bofetada, no logré tocarme cuando tenía su mano apretando mi cuello, nadie me ayudaba, solo miraban u otros se iban.