ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟜

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Valentina

Cuando volví a casa después de estar un rato con Juls, note que Sebastián y su abuela ya se habían ido, así que aproveche de lavar los platos sucios, ordene el comedor, al terminar apaguen las luces y subí a mi habitación, pasé por la de mi papá antes de ir a la mía, estaba durmiendo, cerré su puerta y fui a dormir también.

Al pasar los días, papá insistía en que pensara bien mi futuro y aceptará casarme con Sebastián, le reitere que no lo haría, que no me casaría, se molesto, nuestra convivencia no era buena, bueno, nunca lo fue, pero estaba molesto, la verdad no me importaba que se enojara, ya se le pasaría y olvidaría esa estúpida idea; por otra parte a la Sra. Ruiz solo la he visto en misa y algunas veces en la alcaldía, a decir verdad pasaba bastante tiempo ahí, en un año más serían las elecciones para elegir nuevo alcalde, tal vez ella quiera ser candidata, sería horrible si saliera electa; es una mujer viuda, una de las más ricas del pueblo, su casa estaba a las afueras de la ciudad, con muchas hectáreas, incluso más que la casa de mis abuelos maternos, y Sebastián pues a él lo veía a veces y siempre coqueteando, aun que sus miradas y sonrisa lasciva me molestaban.

Le dije a Juls sobre la salida con Alex y Laura, a ella le encantó y aceptó, así que saldríamos a ver una película juntos el sábado.

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Estaba con Laura y Alex en el centro comercial, Juls aún no llegaba y la película que para mi pesar era de terror, empezaba en 15 minutos.

-Debiste ir a buscarla al trabajo —me dijo Laura.

—Lo pensé, pero ella me dijo que no, que no se demoraría tanto —dije mientras estaba de pie mirando a las personas para ver si veía a Juls.

—Ahí viene —dijo Alex, mire a su dirección, si, ahí venia, corriendo, al llegar frente a mi me dio un beso corto.

—Perdón por llegar tarde, es que cerramos recién —dijo.

—¿Mucho público? —pregunté.

—Bastante —contestó.

—La película empieza en 8 minutos —Nos aviso Alex.

—Entonces vamos —dijo Juls, tomó mi mano y caminamos en dirección al cine, ya dentro Alex y Juls compraron bebidas y palomitas, se nos acercaron y entramos a la sala, buscamos nuestros asientos, estaban algo cerca de la pantalla, me senté al lado de Juls y al lado mío estaban Laura y Alex.

—Si hubieras llegado a tiempo, hubiese elegido otra película —le reclame.

—¿No te gustan las de terror? —preguntó.

—Claro que no —conteste, ella río —No te rías.

—Bueno, si te da miedo, cierras los ojos y te abrazas a mi —me sugirió con una sonrisa, yo sonreí de lado, en eso las luces se apagaron y la pantalla se encendió, los trailer de las películas eran entre terror y suspenso, ya cuando terminaron que fueron como 6 minutos de trailer, comenzó la película, me aferre a Juls.

No era una mala película, pero cuando el espectro aparecía de repente en la pantalla daba un tremendo salto y un grito, algunas escenas eran asquerosas por la sangre de cuerpos partidos en dos, cabezas cortadas, prefería mirar a otro lado, cuando por fin salieron los creditos, aplaude con muchas ganas, al fin había terminado esa tortura.

—Ves, no estuvo tan mal —me dijo Juls.

—Dilo por ti, yo estaba aterrada y asqueada —le dije, ella sonrió.

—Vamos por unas hamburguesas —nos sugirió Alex, todos a sentimos y buscamos por el centro comercial algún restaurante de comida rápida.

Juliana

Habíamos encontrado un buen lugar, las hamburguesas eran grandes y la verdad estaban riquísimas, vi a Val de reojo y note que le daba grandes masticadas a la hamburguesa; la suya era de carne mechada con cebolla caramelizada, bastante palta y mayonesa casera, yo había pedido una parecida pero tenía otro ingrediente que era porotos verdes, Val lo noto y me miró.

—¿Que? —preguntó con la boca llena, yo solo sonreí, yo solo negué con la cabeza —. Es que tengo algo de hambre.

—¿Algo? —pregunté elevando una ceja, Val me dio un empujón pero las dos reímos.

—Es que hace tiempo no comía una hamburguesa tan rica como esta —le dije —. Cuando con Laura hacíamos pijamada, pedíamos, pero no eran tan buenas, ¿verdad? —le preguntó a su amiga.

—Si, es verdad —contestó ella.

—Bueno, ahora podemos salir más seguido y comer más hamburguesas —dijo —. O hacer otras cosas.

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Ya al regresar nos despedimos de Laura y Alex, Valentina y yo fuimos a mi casa un rato, no estaba ni mi primo ni mis tíos, así que fuimos directo a mi habitación, cuando cerré la puerta tras de mi, me acerque a Val por atrás y la traje hacia mi por la cintura, comencé a besar su cuello, suaves besos, sentí como se estremecía cuando lo hacía, la gire para que quedara frente a mi, nos miramos por unos segundos, toque su rostro con mis manos, mire sus labios y la bese, hice que retrocediera y caímos sobre la cama, la tomé de la cintura y la coloque más cómoda sobre la cama, puse la mitad de mi cuerpo sobre ella, toque su cuello haciendo que el beso fuese más profundo, abrió su boca para que mi lengua entrará, las dos comenzamos a tocarnos, baje mi mano a su cintura; tenía mi rodilla cerca de su centro y la rozaba con suavidad, escuche leves gemidos de parte de ella, mi mano se metió bajo de su polera y toque su piel, tembló a mi tacto, seguí acariciando su abdomen de arriba a bajo, lentamente toque la tela que cubría su seno, subí un poco la tela y lo tomé con mi mano, lo comencé a masajear con suavidad, vi a Val con los ojos cerrados y mordiéndose el labio, yo sonreí, me levante un poco y le saqué la polera, yo también me saque la mía, quedando las dos en brazier, me acomode mejor sobre ella entre sus piernas, comencé a besar su piel expuesta, desabroche su brazier y el mío también, comencé a besarla con fuerza, mientras nuestros senos se rozaban, era una increíble sensación, deje sus labios y baje hasta su cuello y darle besos húmedos por todo ese lugar, mientras mis manos jugaban con sus senos, escuchaba sus jadeos que comenzaban a exitarme, deje su cuello y tome con mi boca uno de sus senos, con mi lengua lami su pezon que ya estaba erecto, me entretuve con ellos no pare de chuparlos y lamerlos, volví a subir a su boca y la bese escuchaba su agitación, mi mano fue al cierre de su pantalón, lo baje y baje un poco el pantalón y metí mi mano dentro de sus bragas y sentí su humedad entre mis dedos, le sonreí y seguí besándola, masajie su clitoris haciendo círculos, estaba muy mojada, me encantaba que yo fuera la causante de su exitacion, y rozar con mis dedos su intimidad más se mojaba, yo también estaba muy exitada, mientras seguía tocando y besando a Val, ella con su mano bajo el cierre de mi pantalón y comenzó a tocar mi miembro sobre la tela del bóxer, se sentía muy bien, necesitaba hacerla mía, hacerle el amor, me levante para que ella quedara sobre mi, volví a besarla con pasión, recorrí su espalda desnudas con mis manos de arriba a bajo, baje más y metí las manos bajo sus bragas y acaricie su trasero masajeandolo haciendo que su centro y mi miembro se rozaran a través de la tela de la ropa interior que aún teníamos puesta, hacia movimientos lentos, sentí su humedad que traspasaba la tela y también mi humedad, solo se escuchaban nuestros gemidos que los callabamos con nuestros besos, sentía mucho calor en mi interior, iba con mis manos a bajar la ropa que aun molestaba, pero tuve que detenerme cuando oí que tocaban a la puerta.

Juls, ¿estas ahí? preguntaron, era la voz de mi tía.

—S-si, es-estoy aquí —conteste aun sin aliento.

—Que buenodijo —. Nos vemos cuando bajesVal y yo nos miramos algo avergonzadas.

—Será mejor que bajemos —dijo Val.

—Si —dije soltando un suspiro, me quedé mirándola y sin avisar la tome de la nuca y la bese rápido pero apasionadamente, nos levantamos de la cama y la ayude a vestirse, le coloque el brazier y aproveche de tocar su piel o besarla, tal vez no era el momento aún, aun que quisiera con todas las ganas hacerla mía, era mejor en otro momento, algo que sea especial para ella, terminamos de vestirnos y salimos de mi habitación.

La hija del Pastor [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora