Juliana
Desde que Val y yo nos habíamos declarado, nuestra relación fue creciendo a medida que pasaba los días; no pasábamos de besos y caricias, pero eso no era lo más importante, para mí era los momentos que pasábamos juntas, aun que sea un momento, no era una chica de mantener una relación a escondidas, pero lo hacía por ella. También me daba cuenta que los sentimientos de Val hacia mí eran reales, cada día me lo demostraba, en sus gestos, sus caricias, en sus besos y más en la forma en cómo me miraba; por otro lado Sebastián seguía rondando y pidiéndole que volviera, pero Val siempre se negaba, aun que su padre se lo pidiese.
Estaba en la cafetería, ya habían pasado 2 semanas y la verdad estaba decidida a dar el siguiente paso con Val, estaba pensando donde invitarla para nuestra primera cita, pero la verdad no se me venía nada a la cabeza, ni si quiera yo había tenido una primera cita real.
-¿Que sucede por esa cabeza? —preguntó Tommy sacándome de mis pensamientos.
—Quiero invitar a Val a salir en una cita, y la verdad no se donde llevarla.
—Verdad que tienen una relación —dijo Tommy con una sonrisa.
—Si, y ya quiero ponerle nombre a esto, decir que es mi novia, pero...
—Pero igual estarían en una relación a escondidas —terminó la frase.
—No soy de las que se esconden, no me gusta, pero lo hago por ella, no quiero que su padre se moleste —le dije —. Quiero que nuestra relación se lo más fuerte para el día en que se lo diga ella.
—Lo entiendo.
—¿Será muy cliché llevarla al cine?
—¿Y quien dijo que llevar al cine era algo muy cliché? —preguntó alguien tras de mi, me gire, era Alex, tenía una sonrisa burlona, la verdad tenía razón, si yo misma le había dado la idea a Alex para su cita con Laura.
—No tengo mucho dinero para llevarla a un restaurante elegante —le dije.
—Nadie a dicho que la lleves a un restaurante elegante, además Valentina se ve que no es de esa clase de chicas, se ve más sencilla —me dijo Alex sentándose a mi lado dándole la espalda a la puerta de entrada —. Estoy seguro que donde la lleves a ella le gustará.
—Podrías preguntarle ahora —dijo Tommy, lo mire extraño, y este me hizo gesto para que girará, lo hice y me encontré con esos bellos ojos azules, se acercó a mí con una sonrisa.
—Hola, chicos —saludo a Tommy y Alex
—Hola —dijeron ellos al mismo tiempo.
—Juls... —susurro, se mordió el labio, yo me estremesi... Por Dios, no hagas eso.
—¿Que haces aquí?
—Tenía ganas de verte —contestó.
—Es curioso, justo estaba pensado en ti —le dije con una sonrisa, note que Alex y Tommy estaban atentos a nuestra conversación —. Necesito hablar contigo, pero a solas, ven —la tome de la mano y me aleje de los chicos, llegamos hasta la puerta del baño de damas.
—¿De que quieres hablar?
—El sábado quería invitarte a salir —conteste —. Pero la verdad no se me ocurre donde —toque mi nuca nerviosa.
—Hey, no te compliques tanto, puedes llevarme a un parque o podemos ir a la biblioteca —sonreí —. Puede ser donde sea, cualquier lugar será genial, mientras sea contigo —se acercó más a mí y acarició mi mejilla, le di un beso fugaz en los labios, ella sonrió —. Pero recuerda que este sábado debemos ir al campamento.
—Se me olvido por completo —confesé, coloque la mano en mi frente.
—Que bueno que vine y te lo recordé —me dijo con una sonrisa —. Debemos ir formal, recuerda que es una boda.
—Si, lo sé —le dije, y en efecto eso no lo había olvidado, solo el día; era una pareja joven, ella tenía 27 y el 32, tenía una pequeña de 3 años y otro que venía en camino, tenía 4 meses, nunca pudieron casarse, pero el tío de Val que era también Pastor les iba a dar la bendición para que se unieran en matrimonio y estábamos invitadas y los demás chicos también.
—Bueno, te dejo para que sigas trabajando —me dijo, me beso y se fue, se despidió de los chicos y salió de la Cafetería, yo me acerque donde los chicos sin dejar de mirar a Val por las ventanas hasta que desapareció.
—Esa chica te tiene fechada —dijo Tommy.
—No te imaginas cuanto —le dije, solté un suspiro.
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Estaba en la cocina con mi tía, ella estaba lavando los platos que habíamos usado y yo los secaba y los guardaba, mi tío estaba en la sala viendo televisión junto a Javier, pero este ya estaba dormido, tenía su cabeza apoyada en la mano, y al agarrar el sueño su brazo flaqueo y su cabeza se azotó en el antebrazo del sillón haciendo que despertará del dolor, mi tío río por la escena al igual que yo, mi tío lo mandó acostarse y este obedeció y se fue medio dormido, espero que encuentre su habitación y no termine durmiendo en la tina del baño.
—¿Como van las cosas con Valentina? —preguntó mi tía, todos en casa sabían que teníamos algo.
—Si, todo va muy bien.
—¿Ya son novias? —preguntó curiosa.
—Aún no, pero pienso pedírselo pronto —conteste mientras secaba los cubiertos y los guardaba en orden dentro del cajón.
—La quieres mucho —afirmó.
—Yo diría que demasiado, siento algo muy fuerte por ella, es muy intenso, nunca había sentido algo así, incluso me da algo de miedo.
—¿Miedo? ¿Crees que Valentina no siente igual que tu?
—Estoy completamente segura que ella siente lo mismo que yo, pero no es por ella, es por su...
—...su padre —yo asentí —. Tienes miedo de lo que pueda pasar si se llega a enterar de que su hija le gusta una mujer —afirmó y yo asentí —. Pues será terrible su reacción —la mire con susto —. Pero deberá entender de que su hija se enamoro de una mujer y tendrá que aceptarlo, además Valentina ya es mayor, él ya no puede controlarla, así que tranquila, pero sabes que nosotros las apoyamos —me sonrió, yo le devolví la sonrisa.
—Gracias.
—Pues para eso estoy, ya que no esta tu madre —me dijo.
—¿Crees que ella estaría de acuerdo con esto?
—Tú madre no sólo estaría de acuerdo, estaría feliz por qué tu lo estés, ¿eres feliz con Valen? —me preguntó.
—Lo soy —conteste sin titubear —. Soy muy feliz a su lado, me siento completa.
—Entonces eso hace a tu mamá feliz, aun que este viva o muerta, ella está feliz —me dijo, yo asentí —. Bueno, ya terminamos.
—Bien, iré a dormir —me despedí de ella y subí a mi habitación.
Me coloque mi pijama, apague la luz y me acosté, tomé la radio y la encendí.
—Val.
—Creí que ya te habías olvidado de mi —yo sonreí.
—No, como crees, estaba algo ocupada con mi tía.
—Te quiero, Juls —volví a sonreír como una boba.
—Y yo te quiero a ti. Descansa.
—Tú también descansa —silencio —¿Ya estás dormida? —preguntó a los segundos después.
—Aún no —dije, no podía borrar mi sonrisa.
—Pues ya duérmete, que mañana tienes que levantarte temprano —me regaño, pero oí su risa.
—Cómo usted ordene —le dije, nos volvimos a despedir y está vez si nos dormimos.
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La hija del Pastor [Terminada]
RomantizmLa vida es injusta y cruel, y eso Juliana Valdés lo sabe muy bien, por que lo ah vivido en carne propia... Pero al volver al pueblo de su infancia con sus tíos su vida dará un giro inesperado Idea original Juliana G!P