La hija del Pastor [Terminada]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚

Juliana

Nos demoramos 30 minutos en salir de la ciudad, había algo de tráfico, ya no se veían edificios, ahora eran árboles por los dos lados de la carretera, me acomode y baje el vidrio completo, coloque mis brazos cruzados y sobre ellos coloque mi cabeza para sentir el viento golpear mi rostro, la brisa fresca se sentía increíble, estuve así un momento, luego abrí los ojos y observe el paisaje, los árboles de varios tamaños, de diferentes tipos, y tonalidades de verdes más claro, más oscuro; arbustos, alguna que otra ardilla, pájaros. El cielo estába completamente despejado y los rayos de sol pegaban fuerte, saqué la cabeza y volví acomodarme en el asiento, subí el vidrio a la mitad.

-Extrañaba esa sensación —le dije a mi tío, lo mire y el me sonrió —. Dormiré un poco —le informe.

—Aún queda bastante, yo te despierto cuando lleguemos —me dijo, yo asentí, me acomode y me puse de lado y cerré mis ojos y me quedé dormida a los minutos después.

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Me encontraba en una carretera, era de noche.

—¡Juliana, ayúdame! —me decía la voz, pero no veía de donde, me gire para todos lados y vi un auto volcado y destrozado, intente acercarme, pero no podía, caminaba, pero no avanzaba, la voz seguía pidiéndome ayuda, me sentía angustiada por no poder ayudar.

—Juliana, despierta —dijo mi tío, abrí los ojos, aun me sentía algo angustiada por el sueño, siempre era el mismo sueño; la carretera, el auto, yo intentando acercarme, pero nunca puedo. —¿Te encuentras bien? —me preguntó preocupado, yo lo mire.

—Tuve un mal sueño.

—Me imagino —me dijo —. Te veías angustiada.

—Lo estaba —le dije, el me miró —. Es un sueño que siempre tengo —mire al frente y pude visualizar algunas casas, grandes casas.

—Ya estamos por llegar —me dijo.

—Me siento nerviosa —le dije —. No he visto a mi tía y a Javier hace mucho —me frote las manos.

—No estés nerviosa, todo estará bien —trato de tranquilizarme —. Ellos te extrañan mucho, tu tía ordenó tu habitación —me dijo —. Recuerda que prácticamente esa es tu casa.

—La verdad no tengo muchos recuerdos de mi infancia, tenía 6 años cuando me fui con mis padres —hice memoria —. Aún que... —. Venían algunas imágenes a mi memoria —. Recuerdo a un chico...mmm... Alex, si Alex —recordé.

—¿Alex? —preguntó, yo asentí —. Si, aun vive en el mismo pueblo, en la misma casa con sus abuelos.

—Genial —dije con una sonrisa —. Han pasado 14 años, tal vez no se acuerde de mi, tal vez nadie se acuerde de mí —dije cabizbaja.

—Claro que no es así, yo se que todos se acuerdan de ti —me animo —. Yo me eh encargado de eso —sonrió, yo le di una media sonrisa. 

Note que los árboles ya no eran los mismos, habían árboles con hojas rojas, amarillas, anaranjadas, nos rodeaban, se veía muy lindo, en eso veo un letrero de madera con letras blancas que decía:

"bienvenidos a Stowe

            12.314 habitantes"

Pasamos ese letrero y seguimos, un kilómetro más y pasamos por un puente de madera con techo, seguía mirando por el vidrio, habían casas bastante grandes, con grandes hectáreas, mi tío siguió conduciendo hasta que ya no veía ninguna de esas casas, solo más árboles, pasaron 8 minutos y pude ver el pueblo, lo recordaba más pequeño, pero en 14 años había crecido, estaba rodeado de árboles, había una enorme plaza, seguida de un parque con juegos y carros de comida, una biblioteca enorme; cerca estaba la alcaldía, en una esquina había una galería, restaurantes, cafeterías, el banco, al frente de la cafetería un bar; mi tío siguió conduciendo, pasamos por un colegio, justo estaban saliendo algunos niños pequeños y adolescentes, que cruzaban al frente para ir a los video juegos, pasamos por una cancha de basquetbol, mas adelante había un mall, tiendas, un mercado pequeño, supermercado.