Entre el odio, el resentimiento y la ansiedad...👑

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Caminaban tranquilamente por el parking, abrazados mientras charlaban y reían como un par de adolescentes enamorados, hasta que una estruendosa llamada entró al teléfono de Harrison.

-Disculpa.-sacó su teléfono y contestó sin ver el nombre en la pantalla.-¿hola?.-al otro lado de la línea se escuchaban suspiros ahogados.-¿hola?.-repitió nuevamente con un poco de exasperación en la voz.
-Tú...-se escuchó por fin la voz de su padre.-realmente me desesperas...-la ebriedad en su voz activó una parte en sí que no pudo explicar.-eres lo único que queda de nosotros...-con la mirada de Ali encima suyo y su padre ebrio al otro lado del teléfono, no podía articular palabra alguna.-realmente eres algo desesperante...-finalmente se armó de valor para decir algo pero fue interrumpido nuevamente.-cometes errores que ya cometí yo...-no entendía un carajo de lo que decía.
-¿Cómo cuales? -fue lo único que pudo decir finalmente.
-Amar..-clavó sus ojos azules en Ali, quien mantenía su mirada preocupada encima de él.-amas demasiado a los demás y no piensas en tu futuro..-desvía la mirada mientras una risa exasperada sale de su boca por la rabia que se arremolinaba en su interior.-yo los amé a ustedes..-su sonrisa se borró de golpe al escucharlo decir eso.-pero no me convenía amarlos..-una risa amarga sale de la boca de su padre.-realmente no me convenía...-por primera vez en mucho tiempo, Harrison sintió unas terribles ganas de llorar.
-Estas ebrio.-sentía un nudo en la garganta que ni un litro de agua podría bajarle.-¿adónde estas?.-una ligera risa salió nuevamente de la boca de su padre.
-En casa ¿porque? ¿Planeas salvarme hijo? -dijo antes de comenzar a reír.-planeas sacarme del infierno del que ni tu mismo te sacas..-le estaba empezando a colmar la paciencia.
-Si hay algo más que quieras decir, hazlo ahora o simplemente cuelga el jodido teléfono ¿quieres?.-trataba de tener paciencia pero era imposible con Víctor.
-Sí, hay algo más..-se escuchó como tragaba pesadamente y eso solo significaba que estaba bebiendo mientras hablaba.-¿te dolió ver a tu madre bajo mi zapato?.-una risa histérica fue lo único que salió de los labios de Harrison ante eso.-realmente deseo que sufras bastante Harrison...-aprieta el puño con furia para contener la rabia que crece a cada minuto en su sistema.-realmente deseo hacerte una completa porquería...-tira el teléfono contra el pavimento atrayendo la atención de varias personas que caminan por la acera.
-¡¡Harrison!!.-Ali corrió hacia él pero con un gesto de la mano, la hizo detenerse en su sitio.
-Es mejor que no vengas Ali y esta vez es en serio...-lentamente comenzó a caminar hacia su auto.
-Harrison...-giro la cabeza para mirarla.-te amo..-dos simples palabras que logran calmar el odio en su interior en menos de tres segundos.
-Yo también te amo...-le regala una ligera sonrisa antes de entrar al auto y alejarse de ahí.
Condujo por un largo rato sobre la carretera hasta que por obra de quien sabe que, se detuvo frente a la mansión Gray. "¿Que carajo sucede conmigo? Debo estar bien fregado hoy.."

Entra a la casa con mucho cuidado para no ser escuchado por nadie y así poder buscar a su padre pero ni un alma se encontraba ni en la cocina ni en ningún lado y eso solo significaba que su padre estaba teniendo uno de sus cuantos capítulos de siempre en los que necesita estar completamente solo para volver a ser el idiota de siempre. "Siempre es un idiota..."

Subió las gradas lentamente y comenzó a buscarlo en la habitación de Zoe pero no estaba, tampoco en la de invitados ni en la suya. "¿A donde rayos se supone que se esconde una rata?"

Lentamente caminó por el pasillo de habitaciones y cuando se disponía a irse, un estruendo sonó en la que solía ser su habitación. "Tiene que ser una puta broma.."
Abre la puerta lentamente y lo primero que se encontró fue a su padre con una botella de whisky en la mano, a su madre sentada en la cama suspirando desesperada y una fotografía de ellos tres en el suelo hecha pedazos. "Me cago en la puta.."
Ambos posaron sus ojos en Harrison, quien se mantuvo en la puerta unos segundos admirando el cuadro tan retorcido que se había armado en la habitación.
-Hablando del diablo..-dijo su padre antes de clavarse otro gran trago.
-Harrison..-dijo su madre entre suspiros ahogados por el llanto.
-Bienvenido a casa mi querido hijo..-ni siquiera lograba mantenerse en pie sin tambalearse; era un cuadro que ningún chico debería verle a su padre pero tuvo por obligación que verlo tantas veces y esta era una de las tantas.-hablaba con tu madre sobre nosotros..-se acercó al mueble en el que Harrison guardaba su ropa y lo acaricio con mucho cuidado.-¿te unes? -observaba cada uno de los movimientos de su padre para determinar que rayos planeaba hacer pero le era difícil entenderlo con el alcohol dominándolo al mil.
-No me gustan las conversaciones con borrachos.-le respondió desinteresadamente mientras alza los hombros.-solo vengo a ver que carajo planeabas con esa llamada que me hiciste hace menos de una hora.
-Ahhh...-dijo su padre asintiendo ligeramente.-solo quise enseñarle a tu madre una cosa..-una sonrisa se dibuja en sus labios mientras sus ojos están fijos en ella.-aún te tengo bajo la palma de mi mano y puedo hacerte poner de rodillas con tal de que hagas toda jodida cosa que quiera...-lentamente clava sus ojos azules en su madre.
-Mamá..-ella desvía la mirada de Víctor y la clava en su hijo.-tranquila ¿sí? -le obsequia una ligera sonrisa en respuesta.
-¿Tranquila?.-repite Víctor con mucho odio.-tú vas a protegerla de mi ¿cierto?.-comienza a caminar hacia su hijo, a pesar de los suspiros ahogados de la mujer que afirma amar.-no puedes ni protegerte a ti mismo de mi y planeas protegerla a ella..-una risa exasperada sale de su boca al decir esto.
-Víctor, por favor..-dijo ella levantándose de la cama.-por favor...-lentamente gira para mirarla.-solo deja la botella en el suelo ¿sí? -se acercaba a él sin despegar sus ojos de los suyos.-tranquilo...-pudo ver en sus penetrantes ojos azules, todo el odio arremolinándose y pudo predecir el próximo movimiento.-Harrison...-dijo clavado sus ojos en su hijo quien por inercia  se cubrió la cabeza y como si hubiera sido planeado, Víctor estampó la botella contra el brazo de su hijo con mucha furia. "Hijo de la verga.."
Retrocedió unos pasos y sin más, cayó al suelo completamente borracho.
-¡Puta madre! -dijo Harrison mientras bajaba su brazo lentamente.
-Cariño..-se acercó a su hijo y lo abrazó fuertemente.-lo siento mucho mi niño..-enredo su otra mano en el cabello de su madre y cerró los ojos para apreciar este momento mucho mejor.
-Te busqué...-dijo en un susurro mientras peinaba su cabello con sus dedos.-te busqué por todo lado cuando te llevaron lejos pero solo encontré la estúpida bolsa de compras.-se alejó lentamente para mirarlo.
-Me trajo aquí en un dos por tres en ese momento...-con delicadeza acaricio la mejilla de su hijo.-creciste mucho mi cielo..-él pudo admirar una nueva arruga en su frente y como la luz casi se había extinguido en sus ojos.
-Ma..-cuando quiso decirle algo, de su mano izquierda algo fluía con mucha furia y solo cuando la alzó un poco, noto la desquiciada sangre.-Mierda...-no se dio cuenta que le dolía hasta que la bajó nuevamente y la presión hizo que sangrara aún más.
-Debemos llamar a la ambulancia..-dijo ella sujetándolo por el brazo bueno y llevándolo hacia afuera.
-Mamá..-dijo sujetándola de la muñeca con fuerza.-¿realmente quieres que venga la ambulancia y vea a ese idiota ahí tirado? -dijo señalado a su padre con la cabeza.
-Ahora solo me importas tú..-dijo jalándolo hacia las escaleras.
-Y a mi me importa hacerlo sufrir antes de meterlo a la cárcel.-dijo jalándola nuevamente para que lo mirara.-va a pagar por absolutamente todo lo que hizo y yo seré quien lo haga sufrir pero no podré si esta en cárcel.-ahora mismo sólo le importaba el brazo de su hijo y nada más.
-Al menos voy curarte eso ¿sí? -asintió ligeramente antes de dejarse llevar por su madre hasta la cocina.
Fue una noche agotadora para todos pero como siempre, fue Harrison el que se llevó lo peor de todo y siempre sería el que se lo llevaría o al menos hasta que Víctor así lo quisiera.

Siempre mía, princesa 👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora