Verla a su lado dormida, era como un sueño y siempre trataba de mantenerse despierto cuanto pudiera para apreciar ese momento, mantenerlo en su memoria para que cuando todo se complique, su imagen sea el consuelo y el refugio de su alma. Sin embargo, hoy quería hacer lo que por años hizo a espaldas de todos.
"Dibujar."
Y no solo dibujar, dibujarla a ella nuevamente como había hecho por mucho tiempo durante la universidad.
Se levantó con mucho cuidado de la cama y se acercó al mueble donde tenía escondido su viejo cuaderno de dibujo; tenerlo escondido era la única opción para que su padre no lo viera.
Su padre de ese entonces ahora parecía lejano comparado con su padre del ahora.
Se acercó al sillón de la ventana y se sentó para empezar, pero lo que más le asombró fue como sus dedos recordaban los movimientos suaves que debía hacer, como sombrear y delinear, como lo que en su mente estaba, sus dedos lo hacían con lujo y detalle en el papel.
"No lo he olvidado."
Le llevó una hora hacer el boceto de su cuerpo cuando sus ojos se abrieron lenta y perezosamente.
Lo primero que vio al despertar, fue su hermoso cuerpo desnudo frente a ella, con el cuaderno de dibujo en una mano y el lápiz en la otra.
El perfecto retrato de la hermosura era él con su cuerpo tonificado, los tatuajes en su hermosa piel blanca, su ceño fruncido, sus ojos azules completamente concentrados en el papel, sus fuertes brazos relajados mientras pasaba sus dedos con delicadeza sobre el papel, sus labios entre abiertos por la concentración en lo que ama, la sonrisa que se le dibuja cada que algo le gusta y la sola idea del sonido de su corazón palpitando contra su pecho con fuerza por hacer esto que para él es extremadamente gratificante.
Lentamente clavó sus ojos en ella y una sonrisa radiante se dibujó en sus labios.
-Hola dormilona...-dijo en un susurro sin despegar sus ojos de ella.
-Hola mi amor...-con una sonrisa, se levantó del sillón y se acercó para plantar un ligero beso en sus labios.-¿qué hacías?.-pasó por encima de ella y se acostó a su lado para mostrarle el boceto.-amo tus dibujos...-la manera en la que hacía que el boceto cobrará vida era fascinante.
-Yo amo a la modelo...-dijo acercándola a su pecho para abrazarla con fuerza.-creí que ya había perdido el talento para dibujar pero está intacto en mis dedos...-observaba el dibujo con fascinación mientras el orgullo aumentaba en su interior por tener eso que creía perdido.-o quizás es porque dibujaba a lo único que me hace feliz...-puso los ojos en blanco antes de clavarlos en el dibujo.
-Me das mucho crédito cuando eres tú solito el que hace esto tan maravilloso...-puso una mano en su barbilla para que la levantara y lo observara.
-Debes dejar de creer que no haces nada por mí..-una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.-haces muchísimo y ni siquiera te das crédito por ello...-ella no creía lo mismo.
-No he hecho nada...-dijo zafándose de su agarre y volviendo su atención al dibujo.-no he arriesgado mi vida como lo hiciste tú..-se alejó un poco para quedar frente a ella.
-Alissa...-tomo su mano con delicadeza y plantó un ligero beso sobre ella.-si tuviera que pasar por todo una vez más lo haría pero no sería por ti que lo haría.-una sonrisa tranquilizadora se dibujó en sus labios antes de continuar.-sería por mí y por todo lo que aprendí con cada cosa...-puso su mano nuevamente en su barbilla para que no le quitara los ojos de encima.-pero un golpe que jamás olvidaré...-clavo sus ojos en la pequeña cicatriz de su frente.-será ese que te dieron por mí...-no había sido su padre el que le había hecho esto a ella pero si alguien que se quería vengar de él y era algo que ni ella ni nadie podrían cambiar.
-Un golpe en el que no tienes nada que ver, ¿de acuerdo?.-era extraño como la culpa lo seguía consumiendo en todas las situaciones.
-¿De quién se querían vengar, Alissa? De mí y fue por mi...-se detuvo unos segundos antes de continuar.-lo único fuerte y verdadero que tengo ahora es a ti...-había mucha tristeza en sus ojos.-y por eso me enoja que ya van dos veces que quieren matarte...-parecía más una guerra entre Burton y Harrison en lugar de una batalla por Gray Company.-pero nunca hago nada por salvarte porque o estoy herido o no estoy a tu lado y eso me tiene enfermo...-lentamente se sentó para ponerse el pantalón, dándole la espalda para no ver más esos ojos verdes que lo único que hacían era hacerlo dudar de todo.
-Harrison....
-Si llegan hacer un daño peor...-se acercó para abrazarlo por la espalda.-no podría vivir sin ti...-imaginar una vida sin ella no estaba en sus planes.
-Nos iremos lejos y es todo lo que importa ahora..-no era costumbre suya no pensar en todo y en nada a la vez.
Pero si tan solo supieran Harrison, Alissa, Victoria y Víctor que el mal estaba en su puerta, que el lobo que expuso todo sobre ellos estaba en sus narices y que estaba intentado robar, no solo la empresa, también el corazón de la dulce Zoe.
Christian y Zoe habían llamado a Víctor para hacer una visita a los recién salvados por el acto heroico de Alissa en el hospital, querían ver a sus "amigos" a la cara y comprobar que realmente estaban vivos pero Christian solamente quería comprobar si sus presas estaban en la madriguera realmente.
Mientras Victoria y Víctor limpiaban la cocina en completo silencio, él por no hablar sobre tremendo baile que lo dejó impactado y ella por la vergüenza de que la viera en ese estado, millones de opciones para posibles sospechosos vinieron a la mente de ambos, pero ninguno era el verdadero.
-Yo...Yo creo que ya esta..-dijo ella rompiendo el silencio incómodo y sacándolo a él de su lista mental de sospechosos.
-¡¡Perfecto!!.-dijo dejando el paño en la mesa antes de caminar hacia la salida pero ella no quería que se fuera.
-Víctor..-lo hizo detenerse en su sitio pero no quiso girar para mirarla.-¿porque nunca me dijiste la verdad? ¿Porque aguantar todo tú sólo?.-Harrison le había contado todo lo que había salido a la luz de su padre.
-No era asunto tuyo, Victoria..-una ligera risa salió de su boca por sus palabras bruscas.
-Lo es cuando sé que me alejaste por miedo a que me hicieran daño...-que su hijo supiera la verdad era gratificante pero que la mujer a la que lastimó la supiera era bastante estresante y a la vez doloroso.-no entiendes que si hubieras dejado todo botado en ese entonces quizás....
-¿Aún seguiríamos juntos?.-dijo clavado sus ojos azules en ella.-sé qué crees que así sería pero no es así...-sus ojos tristes lo estaban matando pero debía continuar.-yo tuve a Zoe mientras estaba casado contigo Victoria y no fue producto de la empresa...-dio unos pasos hacia él pero se detuvo para hablar.
-¿No me....amabas?.-tres palabras que traían más veneno, dolor hasta la última letra, tristeza mezclada con rabia y una espada filosa que fue lanzada con furia hacia su corazón. ¿Cómo contestar? ¿Debía decir la verdad? ¿Debía engañar? ¿Que debía hacer?
-No..-su respuesta vino con veneno incrustado.
Él no la merecía, no merecía su amor, no merecía que siguiera en su vida y menos cuando estaba a punto de morir.
ESTÁS LEYENDO
Siempre mía, princesa 👑
RomanceTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.