El sonido del reloj torturaba su alma hasta más no poder, le indicaba cuanto había pasado desde que cerró los ojos y no los volvió abrir.
"¿Cuánto más vas a dormir?"
Ya iba a ser la una de la madrugada cuando su pecho se infló al inhalar profundamente una gran bocanada de aire, haciendo que todos clavaran sus miradas en él quien lentamente abrió sus ojos.
-¿Papá?.-lentamente clavó sus ojos azules en su hijo y una ligera sonrisa se dibujó en sus labios.
Pero esa sonrisa no era de "estoy bien", era la sonrisa de "lo he logrado".
-Deberían ver sus caras en este momento...-dijo en un susurro observándolos a los tres.-parece que viven un sueño...-lágrimas de felicidad bajaban por las mejillas de Victoria y Zoe, quienes no despegaban sus ojos del hombre acostado en la mesa.
-Creí que....-clavó sus ojos en su hijo quien no se despegó ni un instante de su lado.-no puedo hacer esto sin ti....-no se refería solamente a derrotar a Burton.-no puedo seguir con mi vida sin ti....-ese tono casi romántico conmovió a todos en la habitación.-quiero que estés en todos y cada uno de los momentos importantes de mi vida....-no lograba entender como su hijo, a quien le hizo daño por años, a quien intentó destruir de todas las maneras humanas posibles, aún quería que formara parte de su vida.-ni siquiera digas la mierda de que hiciste de todo para hacerme sufrir porque ya ese cuento no te lo cree nadie....-tomó con ambas manos la mano de su padre y la estrujó ligeramente.-nada podrá salvarte de vivir una vida feliz conmigo padre...-una lágrima salió del rabillo de su ojo sin que pudiera detenerla.-¿son esas lágrimas?.-su tono de broma lo hizo reír ligeramente.
-Ya quisieras...-dijo apartando sus ojos de él y clavándolos en su hija.-Zoe...-extendió su otra mano hacia su hija quien la tomó con mucha delicadeza entre las suyas.
-Gracias por volver padre....-esto se sentía como un sueño, como si su mente le estuviera mostrando lo que quería ver antes de morir realmente pero no lo era, él estaba vivo.
-Padre...-la voz de Harrison cargaba algo más que solo tristeza.-debo ir por ella...-clavó sus ojos en su hijo pero cuando se dispuso a hablar, Harrison continuó.-pero debo ir solo....-entendió que no quería que arriesgara su vida aún más pero ir sólo a un lugar donde probablemente le estarían apuntando con armas a su cabeza no era razonable.
-Harrison.....
-Yo la descuidé y ahora la tienen bajo sus garras...-había bastante rabia en su voz.-debo ir por ella...-negó con la cabeza muy despacio en respuesta.-ella me necesita....-el pánico recorrió todo su sistema nervioso al pensar que su hijo iría sólo a una misión suicida.-y yo la necesito a ella....-Víctor vio por primera vez a través de los ojos de su hijo el amor que sentía hacia otro ser, ese amor real que no nos hace dudar cuando la situación lo demanda, ese amor que deseó que tuviera en su debido momento desde que él era solo pequeño que sostenía una salamandra entre sus manos y ahora finalmente lo estaba presenciado frente a frente.
-¿Que estás diciendo, Harrison? Te matarán si vas sólo....-Zoe estaba realmente alarmada por tremenda idea de su hermano.
-Harrison...-su madre había mantenido silencio desde que Víctor despertó pero con esa estúpida idea suicida de su hijo no pudo guardarlo más.-¿quieres morir? ¿Cómo crees que se sentirá Alissa en cuanto sepa que irás por ella? ¿No crees que ella sufrirá muchísimo en cuanto sepa que vas por ella completamente sólo?.-tenía mucha rabia en su sistema.
-Madre....
-Victoria, ¿hablamos?.-la repentina solicitud de su padre tomó a ambos jóvenes por sorpresa pero entendieron que debían salir para que ellos dos hablaran a solas.
-Dime por favor que no dejaras que nuestro hijo haga esta locura...-dijo ella en cuanto los chicos se fueron.-Víctor...-insistió en cuanto vio que él no respondió.-¿acaso....lo dejarás?.-estaba atónita ante su repentino silencio.
-Entiendo a nuestro hijo, Victoria...-fue lo único que necesitó decir para que ella sintiera más rabia que antes.
-¿Perdona? Ósea que planeas dejar que nuestro hijo se vaya, ¿es eso?.-estaba que escupía fuego y estaba dispuesta al mil a encerrar a su hijo en una habitación del piso de arriba, pero cuando se quiso ir, la mano de él se aferró a su muñeca con fuerza.
-Si la situación fuera conmigo...-clavó sus ojos en él nuevamente.-si tuviera que ir a salvarte de ellos, lo haría sin pensarlo porque así soy yo y así es mi hijo....-seguía sin entender a qué iba con todo eso.
-¿A qué te....
-Te amo, Victoria..-las tres palabras que aún hacían temblar sus piernas y hacían latir su corazón con violencia contra su pecho.-nuestro hijo ama a esa joven y haría todo lo que esté a su alcance por salvarla....-tragó pesadamente las palabras de reproche que tenía en su garganta porque él la dejó sin ideas.-¿no haríamos nosotros lo mismo?.-en eso tenía razón pero aun así era peligroso dejar ir a su hijo a ese lugar.
-Aun así...-negó varias veces con la cabeza mientras intentaba protestar pero no lograba pensar en nada que no fuera la sola pregunta ponzoñosa.-¿me amas?.-preguntó de repente tomándolo por sorpresa.-Víctor, ¿realmente amas?.-una sonrisa se dibujó en sus labios antes de jalar su muñeca hacia abajo para hacerla acercarse aún más a su rostro.
-Claro que te amo...-dijo en un susurro antes de besarla con mucha delicadeza en los labios.
El momento fulminante de la historia de dos almas que se aman pura y hermosamente entre ellas, consumiendo finalmente el deseo del toque mortal entre sus labios para demostrar sus sentimientos verdaderos, ese momento en el que hasta una escena de película les queda corta si las comparamos, porque esto era real, este beso era tan real, la sensación de sentir sus labios unidos era como los fuegos artificiales y nadie podría negar que ese amor que empezó años atrás, estaba vivo y latente entre ambos.
Alissa fue llevada a un almacén a las afueras de la ciudad donde lo único que pudo reconocer fue el sonido de un río cerca del edificio y que el edificio esta tan viejo que a penas logra mantenerse en pie.
La sentaron en una silla con cuerdas alrededor de su cuerpo para que se mantuviera quedita; aún no había visto los ojos del desgraciado que la secuestró, pero estaba a punto de averiguarlo en cuando le quitaran la bolsa de tela de la cabeza.
-No era necesario que me sujetarán con cuerdas imbéciles...-quitaron la bolsa de su rostro y la iluminaron con una luz más fuerte que el sol.-¿me quieren quemar las retinas? ¡Maldición!.-apartó la vista de la luz pero era inútil luchar contra ella.
-De hecho...-esa voz familiar le erizo la piel en cuanto sonó en su nuca.-era necesario para que te quedaras quedita querida...-sus manos se clavaron en sus hombros con firmeza.
-¿Que quiere de mí?.-dijo ella a media voz.
-No es a ti a quien quiero...-dijo él su oído.-yo no tengo nada en tu contra pero él puede que sí....-su dedo señaló hacia el frente y de la oscuridad salió una figura.
-¿Quién eres?.-se colocó frente a la luz y se acercó lentamente hacia ella.-aléjate....-cuando estuvo frente a ella, se agachó para que observara su rostro y solo entonces vio quien era.-Christian....-dijo en un susurro completamente ahogado.
Tenía frente a ella al monstruo que estuvo detrás de todo, al hombre que le obsequió un plan para "destruir" Gray Company, pero solo era para destruir a Víctor y Harrison.
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Siempre mía, princesa 👑
Roman d'amourTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.