-¿Entonces me quedo con los brazos cruzados mientras estás encerrado en esta pocilga? Gran plan...-estaba indignado de escuchar a su padre desde el otro lado del cristal de la prisión decirle que era lo correcto que no hiciera nada por él.
-Harrison....
-No, hablo en serio cuando digo que es el mejor plan que pudiste tener..-las palabras brotaban con medio sarcasmo y medio veneno rabioso.-¿cómo carajo se te ocurrió hablar con la policía en este momento? ¿No podías esperar un poco más? El gran Víctor Gray debía hacer su salida triunfal, ¿cierto? Debías hacer hasta lo último para irte, ¿no?.-escuchaba las palabras desde el otro teléfono pero no quería responder, quería que él sacara todo y después respondería.-justo cuando todo mejora en la familia...-sus ojos cargaban mucha rabia y dolor.
-Cuando todo esto empezó..-clavó sus ojos en su padre.-eras muy pequeño para entenderlo pero ahora estas lo suficientemente grande para saber que nadie me obligó a meterme en ese lugar, nadie me dijo que hiciera todo lo que hice ni que cubriera por años ese delito tan grande del que se me acusa pero ¿tú quieres que gire mi rostro y simplemente haga como que no hice nada? Eso no lo hace un hombre y menos uno que quiere quitar el peso de los hombros de una familia...-una risa irónica brotó de sus labios ante sus palabras.
-¿Es por el jodido apellido Gray que lo haces? Tienes al abuelo y a la abuela para dar el ejemplo de la gran familia feliz..-se acercó a la ventana y la tocó varias veces con el puño.-¿quieres dejar de poner todo sobre tus hombros como si fueras tú el responsable de no tirar a la basura al apellido Gray? No eres el Gray más viejo de aquí ni mucho menos serás el último...-sujetaba el teléfono con demasiada fuerza.
-Esta es mi decisión y debes respetarla, ¿lo entiendes?.-se notaba que la rabia recorría el cuerpo de su hijo pero había sido su decisión aceptar la culpa y Harrison debía entenderlo.
-Entonces acepta que no te dejare aquí más de medio minuto...-su mandíbula se contrajo.-si el puto juez te declara culpable le partiré la cara y entraré ahí contigo...-el policía se acercó a Víctor para llevarlo a su celda nuevamente.-hablo en serio...-su padre colgó y se levantó de su silla sin despegar sus ojos de Harrison.-padre...-pegó la mano contra el cristal con mucha furia.-lo prometo...-mantenía el teléfono en el oído como si su padre aún lo pudiera escuchar.-papá...-no despegó sus ojos de su hijo ni un segundo mientras el policía le esposó las manos.-¡Maldición!.-sintió un terrible dolor en cuanto lo vio sonreír ligeramente antes de ser llevado hacia la celda.
Prometerle que haría hasta lo imposible para sacarlo de ese agujero era algo que cumpliría pasara lo que pasara.
"Debes ir a mi boda."
Imaginaba ese momento desde que le propuso matrimonio: la imaginaba caminando hacia él junto a su padre (aunque lo odiara muchas veces), su familia y amigos sentados mirándolos, los nervios comiéndoselo por verla tan hermosa con ese vestido blanco, su hermana frente a él con el vestido de dama de honor aguantando las lágrimas por verlos juntos finalmente, su madre llorando feliz por verlo ahí a punto de empezar un nuevo capítulo en su vida, su padre a unos pasos de él con una sonrisa orgullosa y muy de vez en cuando tocando su hombro con delicadeza, pero lo que más imaginaba eran estas frases para el día de su boda, estas solas frases que quería que salieran de los labios de su padre:
"Se ve hermosa, hijo.
Estoy orgulloso de ti.
Van a ser muy felices."
Pero ahora todo se veía turbio y lejano.
Todo se veía como una idea tonta o un producto de su imaginación.
Porque su padre estaba ahí encerrado mientras que él estaba afuera a punto de casarse.
"Te necesito tanto como necesito casarme con ella."
Caminó hacia su auto donde ella estaba esperando por las noticias de su padre, pero al verle la cara supo que no eran nada buenas.
-¡¡Rayos!!.-dijo antes de que él entrara al auto.-¿Harrison?...-puso ambas manos en el volante y acostó su cabeza en ellas.
-El aceptó la culpa solo para atraparlos a ellos.
-¿Que dijo exactamente?
-Que yo debo aceptar su decisión sobre cargar con la culpa, ¿cómo rayos aceptaría que mi padre no esté en nuestra boda?..-levantó la cabeza histérico y clavó sus ojos en ella.-el momento que estuve esperando durante años está prácticamente echándose a perder...-Ali entendió la desesperación de Harrison porque ella también quería que Víctor estuviera en la boda.
-¿Que opciones nos quedan?.-levantó sus ojos al techo del auto y los cerró.
-Solo debemos aguantar hasta el juicio y si al hermoso juez se le ocurre ver absolutamente todos los puntos, posiblemente mi padre saldrá.
-¿Y si no?.-clavó sus ojos en ella nuevamente.
-Nos casaremos sin él...-había tanta tristeza en sus ojos al decir esas palabras.
-Sé que todo se va a solucionar, ¿sí?.-acarició su mejilla con mucha delicadeza.-él estará en nuestra boda..-deseaba creer en esas palabras, deseaba creer que su padre estaría a su lado en el día más importante de su vida pero le era imposible cuando estaba a unos metros de distancia, encerrado y acusado por ser una víctima más de unos desgraciados.
Victoria no había podido olvidar la reacción de su hijo, las palabras que le había dicho se habían quedado impregnadas en su mente y se repetían una y otra vez en su cabeza.
"Si entiendo lo que hizo mi padre, pero lo que no entiendo es como puedes estar con los brazos cruzados cuando el hombre que amas está siendo acusado de algo que no hizo."
Lo amaba con locura, pero ese amor no era suficiente para remediar todo.
Mientras limpiaba la cocina, la actual esposa y enemiga de Victoria entró en la habitación, la observó unos segundos y luego tomó asiento en la mesa en total silencio.
-¡¡Demonios!! ¿Qué haces aquí?.-preguntó Victoria cuando giró y la vio sentada.
-Esta es mi casa, ¿lo olvidas?.-su rostro de "¿y eso que?" la impulsó a continuar.-tú estuviste ahí cuando lo arrestaron, ¿dime que sucedió?.-su mirada preocupada la inquietó ligeramente.
-¿Porque quieres torturarte así? Solo debes saber que este arrestado y ya...-realmente le dolía hablar sobre todos los acontecimientos de ese día.
-Porque lo amo, ignorante, y a diferencia de ti me preocupo por él...-otra persona que le recalcaba los hechos.
Hoy no quería escuchar insultos de su parte.
-Tienes razón..-esa respuesta hizo que una mirada atónita se dibujara en el rostro de Catherine.-sé que lo amas y sé que deseas saber que sucede con él pero yo también lo amo y no haber hecho absolutamente nada por él me está matando...-poco a poco se le fue quebrando la voz.-verlo ahí con las esposas y su mirada derrotada fue lo peor que he visto en toda mi vida...-algo dentro de Catherine se removió al verla así.
-¿Que sentiste?.-esa pregunta la tomó desprevenida.
-Fue...-lo meditó unos instantes.-fue como si me metieron hierro hirviendo por la garganta...-desvío la mirada y sonrió.
-Me alegro..-esa respuesta la empezó a molestar y cuando se dispuso a decirle algo, ella continuó.-eso sentí cuando supe que él nunca dejó de amarte...-se levantó y caminó hacia la salida sin mirar atrás.
Dos mujeres enamoradas de un mismo hombre que de alguna forma las lastimó era el peor peso sobre sus hombros porque lo que por años fue una lucha constante, ahora era solo una estúpida prueba de que nada valió la pena cuando lo único que deseaban era la felicidad de él.
¿Irónico? Un poco.
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Siempre mía, princesa 👑
RomanceTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.