Mi prisión 👑

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Su problema no era dormir.
Su problema no era miedo a la oscuridad.
Su problema no era cobardía.
Su problema nunca fue nacer de un desgraciado como Víctor Gray.

Cada que cierra sus ojos, algo oprime su garganta y le recuerda que todo sucedió por su culpa, que todo fue por su necedad de amar a una chica que no es como él, que debe ser igual a su padre y dominar a los demás a su antojo.
-¿Que ocurre hijo? -toma asiento a su lado.
-¿Debe ocurrir algo? -su voz estaba cargada de odio y dolor.
-Viniste aquí desde ese lugar que describes como infierno sin explicación ni motivo y esperas que te deje quedarte en el cuarto de arriba como un completo cuadro más de mi iglesia; necesito respuestas si quieres quedarte.
-Padre...-se sentó derecho para poder seguir hablando.-soy un pecador...-ante sus ojos, era un pequeño niño indefenso y herido por el mundo.-estoy huyendo de lo que hice...-sentía un nudo en la garganta al recordar ese día.
-Huir nunca trae nada bueno..-intentó entender su dolor con lo poco que le dijo.-¿crees que puedas corregir lo que hiciste?.-lentamente clavó sus ojos azules en él.-ningún error o dolor es eterno y siempre hay que ser valiente para enfrentarlo..-notó las lagrimas que bajaban por sus mejillas.
-Parezco un maldito niño.-desvío la mirada hacia otro lado.-discúlpeme padre..-coloco una mano en su hombro con mucha delicadeza.
-Llorar no es un pecado..-cerró sus ojos con fuerza.
-En mi hogar..-tragó pesadamente sin abrirlos.-el llanto solo implica derrota,  así que tuve que ocultarlo..-clavó sus ojos nuevamente en el padre.-cuando mi madre fue llevada a la fuerza lejos de mi..-más lágrimas bajaban por sus mejillas.-y cuando fui arrastrado a un lugar a la fuerza por egoísmo de alguien más...-una risa amarga salió de su boca.-y cuando la vi a ella en un baño de sangre por mí.-un gemido ahogado y ácido salió de su garganta al recordarla tirada en la calle.

Dicen que cada quien crea su propio infierno, uno del que no se puede huir o salir a menos que la muerte sea nuestra única aliada. El poco a poco se fue hundiendo en el infierno que creó al revivir una y otra vez su imagen ensangrentada, cada detalle de ese día estallaba como granada en su mente y lo hacía despertar a mitad de la noche con un nudo en la garganta por la terrible ansiedad. Se repetía las mismas líneas todo el tiempo para no olvidar nada. "Yo la puse en eso, yo la mandé a la mierda, la hice sufrir y casi muere por mi egoísmo. Todo es mi culpa..."

Pasó varios meses en esa iglesia, oculto de la búsqueda de su padre y cuando finalmente se enteró de que jamás lo buscó, dejó de vivir como marginado y empezó a vivir como una persona normal, al menos hasta que llegó esa visita a la iglesia.
-Harrison...-dijo el padre sin aliento por la corrida que tuvo que pegarse para llegar hacia el joven.-hay un hombre afuera buscándote.-creyó por un instante que era su padre pero huir no le traería nada bueno y simplemente lo encaró.
-¿Quien es usted? -le preguntó cuando estaba a unos pasos de distancia.
-¿Eres Harrison Gray?
-Sí .-lentamente el hombre giró para mirarlo.-¿quién es usted?
-Digamos que ahora soy tu único aliado..-cuando ambos  tomaron asiento en las gradas a las afueras de la iglesia, el hombre siguió hablando.-escuché que tu padre te envió lejos..-clavó sus ojos azules en el hombre del traje.-pero jamás creí que fuera verdad.-una risa irónica salió de su boca.-ese bastardo tiene huevos ¿no?
-¿Puedo preguntar como conoce a mi padre? -clavó sus ojos cafés en el joven.
-Tú padre es dueño de una empresa que ganó con mi ayuda..-eso realmente lo extrañó, nunca había escuchado que su padre construyera Gray Company con ayuda de nadie.-juntos ideamos esa empresa que ahora posee..-su semblante cambió drásticamente.-pero él la volvió un lugar para las peores bestias de todos los rincones y me expulsó de su lado para seguir a su codicia.
-Suena como él..-dijo amargamente.-pero eso no explica el porqué de su vista aquí.-volvió a clavar sus ojos en el joven.
-Quiero ayudarte a destruir Gray Company.-tragó pesadamente antes de mirar sus ojos cafés.-destruiré su imperio manchado pieza por pieza y tú me ayudaras.-en sus ojos se veía la codicia y la sed de venganza.
-¿Porque yo? -dijo en un susurro apenas audible.
-Acompáñame y lo verás.-se levantó y estiró su mano para que él joven la tomara.
-¿Que veré? -no confiaba en él en lo absoluto.
-A tú madre...-la sangre empezó a correr con violencia por todo su cuerpo al imaginar en que agujero estaba su madre metida. "Mamá.."
No dudó ni un segundo más y tomo su mano para seguirlo pero en cuanto vio al padre en la entrada de la iglesia, se detuvo.
-Espere...-le dijo al hombre de traje y se acerco al hombre que lo cuidó durante tanto tiempo.-padre, me voy..-una sonrisa se dibujó en sus labios.-gracias por todo.
-Harrison...-dijo cuando este se alejó unos pasos.-espero que tu vida a partir de ahora este guiada por la paz y el amor que mereces.-le obsequió una sonrisa y entró al auto. "También espero eso.."

Llevaban horas en el auto hasta que se detuvieron en un gran edificio bastante demacrado y casi sin color.
-¿Que hacemos aquí? -le preguntó al hombre de traje que en respuesta señalo con un dedo hacia el exterior.
Su madre venía caminando por la acera del otro lado, con una bolsa de compras pero eso no fue lo que lo dejó sin aliento, fue su rostro demacrado y su cabello despeinado.
-Ve..-sin dudarlo, salió del auto y corrió para alcanzarla pero se detuvo a unos pasos de distancia en cuanto su aroma invadió su nariz.
-¿Mamá? -su voz la hizo detenerse en seco.
-Harrison...-giró lentamente para ver a su hijo ahí de pie a tan solo unos pasos de distancia.-Oh mi Dios..-la bolsa se cayó de sus manos en cuanto empezó a correr hacia él y sin pensarlo dos veces, lo estrechó entre sus brazos.-mi bebé..-su voz sonó ahogada y simplemente se soltó a llorar por tener a su hijo entre sus brazos. "Es ella, esta aquí..."    Su voz se perdió en algún rincón de su garganta y las lagrimas descendían por sus mejillas tan desesperadamente que temía quedarse sin ellas en algún momento.  Era irreal poder estrecharla entre sus brazos, casi parecía uno de esos sueños que había tenido cuando ella estaba en el hospital. "Es real, ella esta aquí..." La alejó un poco para mirar su rostro detenidamente.
-¿Porque estas tan delgada? ¿Acaso no comes? -eso la hizo reír ligeramente.
-¿Y tú porque estás tan guapo? -dijo tocando su mejilla con delicadeza.-¿cómo me encontraste?
-No fui yo, fue...-señaló el auto y el hombre del traje salió de el.
-Roger...-dijo sorprendida.
-Hola Victoria...-dijo cálidamente.
-Gracias por traer a mi hijo conmigo pero debes llevarlo lejos o ese maldito me va llevar más lejos aún.
-Venimos para llevarte lejos de aquí, Victoria..-sujetó las manos de su madre con delicadeza.
-Ven conmigo mamá.-su súplica le removió el corazón.
-Harrison...-puso su mano en su mejilla.
-Debes elegir ahora Victoria.-cerró sus ojos fuertemente.
-Si me voy, le harán daño a mi hijo..-sus ojos se clavaron en el joven.
-Nadie lo podrá tocar, lo prometo.-esa promesa la hizo sentir un poco segura y accedió dudosa  a irse con ellos.
Pero esa libertad no dudaría mucho.

Siempre mía, princesa 👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora