Su cabeza daba vueltas como trompo sobre el suelo mientras encontraba la manera de decirle a la mujer que ama que debe irse ahora y que no debe volver nunca más ¿pero cómo? "Necesito un milagro."
Cuando entró a la cocina y la encontró sentada mientras estaba completamente concentrada en lo que estaba picando, lo supo, supo el daño que les había hecho a ambos por tratar de alejarlos del imperio que había creado y cuanto lamentaba no haber sido más valiente para decirlo las mil y una veces que tuvo oportunidad. "Lo lamento mucho.."
La conexión que une a dos personas nunca se extinguió para ambos y en cuanto ella sintió la presencia de él tan cerca suyo, giro para mirarlo.
-Víctor..-dijo en un susurro mientras observaba como se acercaba a la mesa y tomaba asiento junto a ella.
-Debo hablar contigo...-su rostro mostraba algo que en mucho tiempo no había visto en él, un sentimiento que creía extinto.
-No quiero hablar sobre nada contigo, por favor...-intento irse, pero la detuvo sujetándola del brazo.
-Debes escuchar lo que voy a decir...-dijo sin mirarla y solo entonces comprendió que lo que su rostro reflejaba era absoluto dolor.
-Habla...-dijo ella sin moverse de su sitio.
-Puedes irte..-no comprendía a que se refería con eso.
-¿Que?.-dijo sentándose nuevamente junto a él.
-Vete..-sus ojos azules se clavaron en ella.-muy lejos..-no entendía a que se refería con eso.
-¿Me estas....liberando?.-sus ojos mostraban un dolor más profundo que el de una espada en el corazón.-¿porque? ¿Qué quieres hacer una vez que esté fuera?.-la había mandado lejos una vez y la había traído de regreso para ser su empleada, ¿qué era distinto esta vez?
-Lo que haga ya no es asunto tuyo..-dijo desviando la mirada.
-No me iré hasta saber qué plan sucio tienes en mente..-con brusquedad se levantó de la silla y comenzó a caminar hacia la salida de la cocina, pero ella no lo dejaría ir sin que le diera respuestas.-¿crees que te dejare ir así?.-se apresuró para tomar su brazo y jalarlo para que la observara.-dime la verdad..-la verdad que había ocultado por años para mantenerla a ella y a su hijo al margen, esa verdad que poco a poco lo consumía y que tarde o temprano terminaría saliendo.
-Harrison está vivo..-su corazón empezó a latir con mucha fuerza contra su pecho.
-¿Como....lo sabes?.-lágrimas de felicidad se acumulaban en sus ojos al saber que su pequeño estaba vivo.
-Eso no importa, solo debes irte con él...-sus palabras tenían algo oculto y no lo dejaría pasar.
-¿Por qué?.-le estaba dando el pase para irse, pero insistía en saber lo que sucedía cuando él intentaba con todas su fuerzas mantenerla alejada de todo.
-Victoria...
-Te conozco mejor que tú mismo y sé cuándo ocultas algo ¿dime que es?.-su terquedad siempre fue uno de los factores que le atraían de ella y no había cambiado en absoluto.
-No es nada..-pero por más atracción que hubiera de por medio, el miedo era más grande que cualquier cosa y con solo saber que alguno podría morir por su culpa.-solo creo que tener a mi ex en mi casa es un poco estúpido y más cuando mi actual esposa quiere divertirse en las noches, pero no puede porque te imagina espiándonos..-debía hacer hasta lo imposible para simplemente hacerla irse de la mansión.
-Entiendo...-dijo soltándolo lentamente.
Sentía como su mundo se caía a pedazos frente a sus pies, pero si romperse el corazón a sí mismo era lo que debía hacer para acabar con esto, lo haría.
No dejaría que nadie tocara a la mujer que amaba ni a su hijo.
Una vez en su despacho, se sirvió otra copa de whisky y tomó asiento en su silla frente al escritorio. "Al final, debo morir completamente sólo.."
Una lágrima descendió por su mejilla con una mezcla de sentimientos: alivio de saber que una vez más los salvaría, dolor al saber que su historia no tendría un final feliz, felicidad de que al final consiguió su objetivo y tristeza de que perdió todo lo que amaba, pero que esta vez sería para siempre.
Sin darse cuenta, ella lo había seguido hasta la puerta de su despacho que él siempre dejaba medio abierta, pero se mantuvo ahí a la espera de encontrar el momento adecuado para entrar.
Su corazón empezó a doler al verlo así y no poder hacer nada por él, pero se lo buscó, él sólo había decidido este camino de odio contra Harrison y ella.
Harrison no pudo dormir con todo lo que había descubierto, pero no por la información que su padre le había dicho, era por el final que él sabía que tendría.
Ali por otro lado, no dijo palabra alguna y simplemente se fue por una taza de café.
Necesitaba cafeína después de todo lo que Harrison le contó sobre Víctor.
-Ali..-no quería hablarle, pero tampoco podía callar para siempre.-sé que es extraño todo esto e incluso confuso pero....
-No..-dijo sentándose nuevamente en la silla junto a él.-no es extraño..-sujetó su mano entre la suyas.-él es solo una víctima más..-era raro como el odio que horas antes sentía por Víctor se había borrado para siempre en menos de cinco minutos.
-Sí..-estaba distraída, así que apretó su mano para atraer su atención.
-Lo importante es que estas vivo, Harrison..-dijo mirándolo con una sonrisa pero algo en sus ojos le indicó que no era todo lo que quería decir.
-¿Qué pasa?.-la conocía muy bien para saber que algo ocultaba.
-Es solo que...-se tomó unos segundos antes de clavar sus ojos verdes en él.-tenía miedo..-lágrimas empezaron a juntarse en sus ojos al recordarlo ahí en la calle, hincado y vulnerable.-Harrison, creí que...-se le cortó la voz solo de pensarlo.
-Yo también lo creí...-una ligera risa salió de su garganta.-estaba completamente listo para irme, pero como trueno apareciste con ese maldito vestido negro que llevabas para la cena y me salvaste...-sus palabras le sacaron una sonrisa.-dices que nunca haces nada por mí pero me has salvado más veces de las que crees...-lentamente acercó su mano a su mejilla.-aún en el borde de la muerte, pensaba en ti y en lo que nos falta por hacer juntos...-con mucho cuidado, se sentó para observarla mejor.-tú eres mi razón de vivir y pasaré todos nuestros días recordándotelo..-sus ojos azules estaban fijos en los de ella.
-Y tú la mía..-plantó un ligero beso en su mano.-nuestra historia apenas comienza..-con mucha delicadeza, la acerco para abrazarla con toda la fuerza de la que fue capaz.-te amo Gray..-besó su cabeza con delicadeza antes de responder.
-Te amo White..-poder abrazarlo de esta manera era como un sueño, un ilusión, una hermosa fantasía de la que nunca quería alejarse ni despertar.
La junta:
Los ocho hombres de la junta se reunieron en secreto a espaldas de Víctor por el solo motivo de discutir un tema que había salido de la boca de Jerry Burton y había inquietado a más de uno.
-¿Estás diciendo que tuvo los huevos para mentirnos a nosotros?.-preguntó uno de ellos muy molesto.
-No es la primera vez que lo hace..-dijo otro mientras tiraba una fotografía de Roger en la mesa.-aún vive y no es todo...-tiro otra donde Harrison salía a su lado.-Harrison Gray trabaja con él..-la indignación de todos fue palpable en el aire.
-Desgraciado mocoso.-dijo otro golpeando la mesa con furia.
-¿Ahora sí creen que debemos deshacernos nosotros mismos del mocoso?.-pregunto Burton a toda voz.
-Estas molesto porque el niño dejó a tu hija por una joven más linda..-Mitchels se burlaba de lo predecible que era Burton.-si queremos hacerlo, lo haremos sin motivos de por medio, pero tú solo buscas hacer que todos odiemos al chico que está muerto..-dio unos pasos hacia él.-¿crees que no vi el maldito veneno que tenía la cuchilla que Víctor tiró en la mesa?.-una ligera sonrisa se dibujó en sus labios.-tienes tus trucos baratos y tus cosas, pero realmente buscas otra cosa ¿qué es?.-era claro lo que Burton buscaba y no era otra cosa más que el puesto de presidente de Gray Company, pero habían dos obstáculos de por medio: Harrison y Víctor.
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Siempre mía, princesa 👑
RomanceTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.