"¡¡Madre mía!!
Se va casar.
Mi mujer se va a casar.
¡¡MALDICIÓN!!"
Caminaba de un lado a otro con nerviosismo, buscaba en cada rincón de su celda una pequeña luz o una pizca de paz, pero por más que buscaba y buscaba, su rostro aparecía como la luz del sol frente a él y le recordaba que se casaría con alguien pero que ese alguien no era él.
-¡¡Gray!! Para de una puta vez tu caminata...-su compañero de celda escuchaba sus pasos como martillo contra su cabeza.
-Lo siento Young, pero no puedo parar de pensar...-se acercó a su cama y tomó asiento.
-¿Es sobre esa mujer?.-asintió ligeramente en respuesta.-¡¡Maldita sea, Gray!! Las mujeres son como veneno en las venas, como anguilas eléctricas, como un puto día soleado en medio del desierto...-su compañero llevaba años aquí y eso ya le estaba empezando a pasar factura en el cerebro.-pero no podemos vivir sin ellas, ¿eh?.-se levantó de su cama y caminó hacia la de Víctor.-¿la amas?.-clavó sus ojos azules en el barbudo frente a él y asintió ligeramente.-¿y crees que ese amor pueda romper ese compromiso?.-esa pregunta era difícil de responder, pues no sabía hasta qué punto los sentimientos de los otros dos estaban involucrados.
-Realmente no lo....-un golpe en la puerta le interrumpió las palabras.
-Gray, tiene visitas...-el policía que lo trajo hasta aquí tocó la puerta con su bastón para avisarle.
-¿Pero cuanta familia tienes hombre?.-preguntó su compañero realmente sorprendido de cuánta gente lo venía a ver.
Lentamente se acercó hacia la puerta y levantó las manos para que el policía entrara a esposarlo, para luego llevárselo hacia el salón de los teléfonos.
"¿Harrison volvió tan pronto?"
Abrieron la puerta del salón de los teléfonos y lo hicieron entrar.
"Está prácticamente vacío."
-Disculpe...-le preguntó al policía que le quitaba las esposas.-¿quién me visita?.-el hombre solo le quitó las esposas y lo obligó a sentarse sin darle una respuesta.-¿eres un maldito policía sordo o que madres?.-el policía salió dejándolo ahí prácticamente sólo.-eres un puto hombre sordo. ¡¡Genial!!.-bajó la vista a la pequeña mesa frente a él y notó una caja de cigarros con un encendedor.-pues a quien haya olvidado esto se lo agradezco...-tomó la caja, la abrió y se puso un cigarrillo entre los labios pero antes de que pudiera encenderlo, alguien se sentó al otro lado de la ventanilla.
"Me cago en la puta."
Encendió el cigarrillo antes de tomar el teléfono y ponerlo en su oído.
-Hola Víctor..-le dio una buena calada a su cigarrillo antes de responder.
-Eres un hijo de puta...-tiró todo el humo sobre la ventana como si se lo hubiera tirado a él en la cara.
-Te lo dijo..-una risa histérica salió de su boca ante esa respuesta.
-Claro que me lo iba a decir maldito estúpido..-metió el cigarrillo en su boca nuevamente y clavó sus ojos en el bastardo.-¿qué tanta mierda le escupiste para que crea que eres tú el mejor candidato para ser su esposo?.-era lógico que Víctor sentía un gran desprecio hacia él pero no era algo que podría evitar aunque quisiera.
-¿Realmente crees que hice o dije algo para que esto sucediera?
-Tienes la jodida maña de querer arrebatarme todo lo que amo o hacer al menos el jodido intento..-se acercó al vidrio antes de continuar.-no creas que no sé cuánto deseabas que mi...-una ligera risa salió de su boca.-MI hijo me creyera un monstruo para toda la vida...-se alejó de la ventanilla para acostar su espalda en el respaldar de la silla y observarlo mejor.-¿lo vas a negar?.-el otro hizo lo mismo pero no respondió.-eres un bastardo...-escupió el humo del cigarrillo una vez más sin despegar los ojos del hombre.
-Yo no le dije que se casara conmigo, Víctor..-sus palabras parecían sinceras.-y a tú hijo lo quiero como si fuera mío...-una risa histérica salió de su boca ante esto último.-pero te equivocaste en ambas cosas pues yo no planeo casarme con Victoria ni quiero tener a Harrison engañado sobre quién eres tú en realidad y sé que no quieres escucharme porque ella te hizo creer que realmente nos vamos a casar pero no es así...-se acercó nuevamente a la ventanilla y aguardó en silencio por la explicación o quizá la escusa barata que quería decirle.-Victoria cree que casándose conmigo puede olvidarte...-su cabeza retumbaba con furia como tambor ante esa idea absurda que ella tenía en su cabeza.-tú y yo sabemos que no será así pero si ella quiere continuar le ayudaré...-había sido decisión de ella y no de él la de casarse o eso era lo que quería hacerle creer.
-Ya...-le dio otra calada al cigarro y botó el humo nuevamente contra la ventana.-debes estar que saltas en un pie por tremenda idea que te dio la mujer que me ama, ¿no?.-clavó sus penetrantes ojos azules en él nuevamente y por primera vez desde que empezaron a hablar, sintió que su mirada quemaba su piel.-no olvidaré jamás que empezaste a amarla una vez que se casó conmigo..-eso le dio un tremendo escalofrío que Víctor notó.-tus estúpidas miradas tiernas al verla feliz a mi lado, tus abrazos repugnantes cuando querías "ser su amigo" aunque ambos sabíamos tus sentimientos y esas sonrisas repulsivas que le dabas cuando estaba embarazada de mi hijo..-tocó el vidrio muy despacio varias veces con un dedo.-tu necesitas más que esa mierda para engañarme a mí, yo quien ha engañado a todos a mi alrededor por más de diez años y nunca descubrieron nada ni lo hubieran hecho de no ser por un lengua larga como tú que, como dices..-alzó los cuatro dedos para hacer las comillas.-fue para que mi hijo supiera quien soy en realidad...-una sonrisa se dibujó en sus labios.-yo creía que eras mi amigo pero eras solo el hombre que me quería arrebatar todo lo que amo y ahora por fin lo logró..-dio la última calada al cigarrillo y lo apagó en la mesa.-si salgo de esta pocilga, espero que tú y ella se hayan ido porque no quiero ver sus estúpidas caras nunca más...-se levantó de la silla sin despegar los ojos del desgraciado y sonrió ligeramente pero no volvió a sentarse, solo giró para dirigirse a la puerta donde el policía lo esperaba para esposarlo y llevárselo a su celda.
"Desgraciado."
Cuando estuvo dentro de su celda, su compañero esperaba los detalles de esa visita familiar, pero al verlo tan molesto simplemente aguardó en silencio.
-Era el bastardo..-sus ojos se abrieron más de lo normal al escuchar eso.
-Es un hijo de puta...-dijo finalmente.
-Fui yo quien le ofreció a Victoria..-se sentó en su cama muy molesto.-yo presumía de mi esposa y de mi pequeño frente a una fiera que esperaba atacar en el momento en el que me diera la vuelta ¿y adivina que?.-sus ojos eran los de un hombre desesperado.-ya me di la vuelta y atacó...-un suspiro ahogado brotó desde su garganta provocando un escalofrío en su compañero.
Una triste historia de amor que tendría un final de porquería y todo por dos personas que les impedía estar juntos: Catherine y Roger.
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Siempre mía, princesa 👑
RomanceTERCER LIBRO DE: Serás mía, princesa👑 -Cuatro.-se le corta la respiración.-te esperé cuatro años... -Jamas te pedí que lo hicieras.