XIV. El aserradero lúgubre.

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III

—Lamentó que nos hayamos quedado, ya no me importa que hicieron o no nuestros padres, hay que irnos— Violet estaba arrepentida, temía por la salud mental de su hermano y mejor amiga.

—está bien, nos iremos...— respondió Carol.

—...cuando regrese del consultorio— termino Klaus, salió de la habitación completamente decidido, Carol sin pensarlo lo siguió. Al alcanzarlo tomó su mano. Klaus la miro, tan decidida como siempre.

Siguieron caminando pero un cuerpo alto los separó poniéndose enfrente de ellos —les perdono que se hayan besado enfrente mío pero que se vayan a enfrentar a alguien sin mi... es imperdonable— Cole estaba cruzado de brazos.

—lo que quizo decir es que los apoyaremos en lo que sea— dijo Violet cargando a Sunny. Los cinco sonrieron.

—ya saben, juntos en todo— empezó Cole.

—agh tampoco iremos al baño juntos— dijo Carol, Cole le pegó en la cabeza, su hermana podía decir cosas muy fuera de lugar.

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Carol tapaba fuertemente la boca de Violet, se infiltraron em donde la doctora Orwell trabaja, al parecer logró hipnotizar a Carl.

Al final terminaron en un closet, Violet se dio la vuelta y vio unos cinco esqueletos. Por poco grita, pero Carol logró evitarlo abrazándola para que no lo hiciera. Ambas estaban espantadas.

—solo un villano tiene esqueletos, misterio resuelto, la doctora Orwell es una villana— dijo Cole sarcásticamente.

—debe haber algo por ahí— Klaus se acercó a las cajas pero no se quizo meter mucho porque ahí estaban los esqueletos.

Cole sin importarle apartó los esqueletos y jalo la caja hacia su amigo —gallina— dijo con gracia.

—cállate Cole, te espantas cuando pongo mi mano en tu frente, tu si eres una gallina...— los Rizzo comenzaron a discutir, otra vez.

Klaus los miro incrédulo, se estaban peleando en un closet lleno de cadaveres y con un par de villanos afuera. Dejo de prestarles atención para revisar los expedientes de los pacientes.

—chicos basta, nos van a escuchar— dijo Violet separándolos. Los Rizzo obedecieron como niños regañados.

—no solo nos controló a nosotros, controlo todo el aserradero...— dijo Klaus mostrándoles los expedientes.

Hay que adelantar un poco los hechos...

Ahora se encontraban afuera —...tenemos que averiguar la palabra que rompe el trance— Dijo Violet.

—¿recuerdan que fue lo qué nos regresó de ser zombies?— preguntó Carol.

Sus hermanos mayores negaron, no sabían que palabra los regresó. Siguieron caminando y pararon en la entrada del aserradero.

—no tenemos que regresar— dijo Cole.

—el Conde nos encontrará— respondió Carol.

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora