XI. Escondidas.

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XI

ya no es divertido, llevan escondidas por media hora— susurro Carol caminado con Violet. Decidieron jugar a las escondidas por parejas, querían separar a Sunny y Beatrice pero fueron las primeras en juntarse.

Ahora ya habían encontrado a sus hermanos, solo faltaban las niñas.

—hay más probabilidad de que Cole y Klaus las encuentren— respondió Violet en un susurro. Evitaban hacer ruido, así no más escucharían y podían atraparlas más rápido.

—no entiendo como dos mocosas nos burlan tan fácil— se quejó Carol pisando sin querer una rama. Violet la jalo hasta un árbol escondiéndose, vieron como Sunny pasaba caminando y detrás de ella venía Beatrice gateando.

Salieron de su escondite y las cargaron tomándolas por sorpresa. Las niñas rieron —ya no se van a ir solas, irán con alguno de nosotros— dijo Cole saliendo de su escondite —¡Klaus!— el recién mencionado cayó de espaldas rompiendo las ramas de un arbusto. Inmediatamente se levantó como si no hubiera pasado nada.

—las seguimos— dijo Klaus limpiándose el cabello de la arena. Carol explotó en risas —no te rías— se quejó. Carol tapó su boca evitando reír escandalosamente.

—propongo algo... el último que llegue al árbol cuenta— propuso Carol, los demás asintieron —¡¿que es eso?!— preguntó señalando algo. Rápidamente tomó la mano de Klaus y salieron corriendo hacia el árbol.

Cuando llegaron Carol se tiró en el suelo cansada. Vio hacia arriba encontrándose con la mirada confundida de Klaus —no me mires así, tu corriste en círculos toda la noche durante semanas, yo apenas y puedo correr un minuto seguido— se quejó Carol viendo como Klaus no se veía para nada cansado.

En segundos escucharon la puerta abrirse por Violet cargando a Beatrice. Poco tiempo después vino Cole casi arrastrándose con Sunny, ella entró de lo más normal del mundo.

Los Baudelaire los miraron con gracia —¡no nos miren así, ustedes corrieron en círculos todas las noches por semanas!— se quejó Cole. Carol lo señaló dándole la razón —¿y tu porque estás en el suelo?—

—porque Klaus es muy rápido— respondió Carol sentándose.

—algún día se lo agradecerás— comentó Cole apoyando su cabeza en el suelo. Al parecer solo los Baudelaire mayores entendieron y le lanzaron una almohada a la cara —¡¿que?, es verdad!—

Los Baudelaire rodaron los ojos —te toca contar con Sunny— dijo Violet saliendo con Beatrice.

Klaus ayudó a Carol a levantarse y juntos salieron corriendo hasta quedar en un lugar seguro. Carol volvió a caer en la arena cansada —¡vamos!, tenemos que escondernos bien— dijo Klaus arrodillándose enfrente de ella. Carol estiró sus brazos. Rodó los ojos y la ayudó a levantarse.

—llévame en tu espalda— pidió Carol apoyándose en su pecho con una sonrisa inocente. Volvió a rodar los ojos y se volteo. Carol sonrió aún más y saltó sobre su espalda.

Klaus comenzó a caminar buscando un lugar en donde esconderse bien. Vio las tiendas y se metió en una al azar —cuando los escuchemos nos escondemos debajo de la cama— susurro Klaus atento a los ruidos de afuera.

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora