XIII. El final

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III

¿que pasó en el hotel?, ¿tiene la azucarera?— preguntó Kit aún acostada.

—fracasamos— respondió Carol cabizbaja.

—¿que tiene la azucarera?— pregunto Cole con cautela.

—azúcar— respondió simple —de un híbrido botánico que VFD hizo para protegernos del Micelio— los huérfanos estaba incrédulos —el rábano picante te cura... el híbrido té inmuniza— de repente su cara cambio —lamento no regresar con ustedes... recibí una señal de ayuda de una casa voladora auto sustentable, no los alcancé, atacaron mi submarino antes de llegar—

Bajaron la mirada, tristes de esa noticia. Platicaron un poco, pero Carol les recordó que aun tenían el Micelio en su garganta.

Los huérfanos prometieron volver por Kit mientras buscaban una cura.

Corrieron a la casa sintiéndose más débiles, las únicas que aún se mantenían de pie fueron Carol y Sunny.

—busquen salsa de rábano... o algo parecido— indicó Cole en la cocina.

Buscaron por todos los estantes pero no encontraban nada. Sentían sus pulmones apretarse. Casi no podían respirar bien.

—hay que buscar en el libro— propuso Carol arrastrando los pies.

Los demás asintieron sentándose en el sillón, notaron que no tenía índice así que empezaron a ojearlo. Encontraron cosas inservibles.

—¡miren!— dijo Klaus llamando la atención —es la letra de mamá... "por si la maldad llega a nuestras costas, recreamos el híbrido botánico en el dosel tuberoso...— leyó Klaus.

Todos miraron hacia arriba —las manzanas...— susurró Carol.

Se levantaron para ir por ellas y justo al tratar de avanzar cayeron al suelo sin poder moverse bien.

—no podemos morir aquí... nos falta una vida por delante, faltan secretos que descubrir— susurro Carol arrastrándose como pudo.

Se rodaron hacia arriba sin poder hacer algo más —hay que tomarnos las manos— propuso Cole. Todos asintieron y se tomaron las manos lo más fuerte que pudieron.

Carol entró en pánico cuando escuchó la lenta respiración de Sunny. Empezaron a oír una serpiente acercarse y juraron haber visto a la serpiente increíblemente mortal.

Acercó a Sunny la manzana quien inmediatamente la mordió. Se la pasó a Violet quien estaba a su lado. Ella se la dio a Cole y después a Carol. El último fue Klaus, Carol puso la manzana en su boca y Klaus tomó su mano con todas la fuerza de voluntad dando un satisfactorio mordisco.

—está amarga— comentó Carol apoyando su cabeza en el suelo. Los demás rieron por su estupidez.

~§~

—por fin se inclinan ante su Rey— dijo el Conde Olaf sarcástico. Kit no podía comer de la manzana, le haría daño a su bebe. Y no tenían la suficiente fuerza para llevarla ellos mismos a una tienda.

—... come esto— suplico Carol dándole la manzana.

—¡no quiero esa amarga manzana, ya no puedo más!— grito harto.

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora