𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

VI. Años.

VI
Cap dedicado a Vicole
(pongan atención porque va a haber saltos en el tiempo así más cabrones que los de la Rosa de Guadalupe, probablemente se confundan un chingo con el nombre de Carol, pero les recuerdo que antes de la serie le decían Olivia, y en el primer cap se cambia el nombre :3
Pondré los años que tienen, no los que pasaron (?))

Seis años

Un pequeño Cole de seis años caminaba tranquilamente hacia la mansión Baudelaire de la mano de su hermanita Olivia, quien tenía cuatro.

Cuando llegó, se subió al banquito que había afuera para tocar el timbre, en un minuto exacto, Violet abrió la puerta junto con su pequeño hermano Klaus.

Los dejaron pasar, saludaron a los padres de sus amigos y los cuatro se encaminaron a diferentes lugares, Olivia y Klaus a la biblioteca para seguir aprendiendo a leer, a una muy temprana edad. Y Cole y Violet a arreglar el reloj que uno de los primos Baudelaire descompuso.

—Violet, creo que esto no tiene reparación— dijo Cole mirando el reloj. Estaba en el suelo hecho pedazos, pero como era el favorito de la niña Baudelaire quería arreglarlo.

—siempre hay una solución— respondió Violet. Se ató su cabello con un lazo que Cole le regaló por su cumpleaños pensando en las posibles soluciones.

Después de muchos y muchos intentos fallidos lograron que comenzara a funcionar. Cole se quedó atónito, jamás en su vida se le hubiera ocurrido eso, miro a Violet con sorpresa y admiración. No supo el porqué, pero le pareció la niña más bonita que había visto en su vida, también pensó que su inteligencia era lo más hermoso en ella.

—dime algo que no puedas hacer— pidió Cole intrigado. Violet rio tiernamente sin notar la mirada de amor y admiración del niño.

Once años

Se acercaba el cumpleaños de Violet, lo que significaba que Cole estaría vuelto loco tratando de inventar algo digno de darle —¡tranquilízate!, falta una semana— dijo Olivia mirando a su hermano —Violet ama tus regalos, lo que le des le encantará—

—estamos hablando de Violet, sabes que me gusta, todo tiene que estar perfecto— respondió arrugando otra hoja, estresado, choco si cabeza repetidas veces en la mesa —¡ni una idea!, ¡nada!—

—podrías hacerle un dibujo, dentro de... ¿una caja de herramientas tal vez?— sugirió encogiéndose de hombros. En menos de dos segundos su hermano ya había desaparecido.

Los días pasaron y el regalo cada vez estaba más completo. Y justo el día de la fiesta termino de arreglar el baúl morado que decoro.

Fueron con sus vecinos, se habían arreglado bien. Una Violet emocionada les abrió la puerta, lo primero que sintió fue el cálido abrazo de su mejor amiga —¡feliz cumpleaños!— grito sacudiéndola. Después de unos segundos se separó para ir a abrazar a Klaus efusivamente.

Cole dejó el regalo delicadamente en el suelo para abrazar a su mejor amiga, Violet lo estaba esperando —¿quieres ver tu regalo?— pregunto cerca de ella.

Violet asintió emocionada mientras saludaba a los señores Rizzo —se pasó toda la semana haciendo ese regalo, de levantaba muy temprano y se dormía muy tarde— comentó Ana hacia la niña. Le sonrió tiernamente —te quiere mucho, y nosotros también— la chica Baudelaire sintió un cosquilleo por todo el cuerpo, amaba los regalos que le daba, pero amaba más a quien los hacía.

—¡aquí está!— grito Cole emocionado con el baúl morado en brazos. Era muy grande y pesado. Violet abrió sus ojos sorprendida.

Después de muchas horas, juegos, chistes malos, el pastel etc llegó la hora de abrir los regalos. Le dieron vestidos, zapatos, algunos libros que estaba segura que su hermano los leería primero, una radio etc. Todos estaban ansiosos por saber que le había traído el chico este año.