𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

I. ¡¿Piratas?!

I
Presente

Era de noche. Los huérfanos se habían quedado dormidos después de que la marea los arrastrara a otro lugar.

Ya estaban a punto de llegar a playa salada pero, como mencioné anteriormente, la marea los arrastró a otro lugar.

Se despertaron cuando Cole los sacudió, fue el único que se quedó despierto para verificar de que no murieran. Adormilados se tallaron los ojos y sonaron sus cabezas con cansancio.

—¿reconocen el lugar?— preguntó Cole tratando de ver. De repente. A lo lejos alcanzaron a ver una luz de un faro.

—ay no, ¡estamos entrando en el lago lacrimógeno!— grito Carol parándose. Todos entraron en pánico. Traían comida.

Cole agarro los remos y le dio uno a Klaus —¡ocupa toda la fuerza de tus brazos de espagueti!— ordeno Cole comenzando a remar.

Juntos lograron pasar el límite de donde vivían las sanguijuelas. Cuando salieron de peligro suspiraron con alivio.

—Klaus, ¿sabes como ir a playa salada?— pregunto Violet con la respiración entrecortada.

—supongo— respondió Klaus analizando el lugar.

—inauguró oficialmente el segundo viaje a playa salada— comentó Carol dejándose caer en las piernas de Klaus. Cole la jalo y la dejó en las piernas de Violet —ey— se quejó. Cole se encogió de hombros.

Pasó un rato y amaneció —hambre— dijo Sunny sentada agarrando su pancita.

Violet se acercó a su hermanita y le puso enfrente cosas para hacer una ensalada comenzando a prepararla. Sunny la interrumpió diciendo que ella la haría.

Carol se sentó al lado de Klaus —dime las corrientes marinas, te puedo ayudar— le dijo sonriente. Klaus asintió comenzando a explicarle a donde iban.

Cole se había quedado dormido. Después de todo fue el único que se quedó atento cuando la marea los arrastró.

Y como su suerte no es tan buena, vieron como un enorme barco se acercaba a ellos.

—¡no puede ser!— gritó Carol sacando el catalejo del chaleco de Klaus para ver quienes eran. Vio el símbolo de VFD tallado en el barco. También vio mujeres con armas —¡¿piratas?!—

Violet rápidamente se ató el cabello para crear un volante útil que los ayudará a escapar. Otra vez. Despertó a Cole para que la ayudara.

Klaus ocupó todo su intelecto para buscar otra salida. Carol se levantó y tomó un remo como espada.

Sunny levantó la vista de la ensalada que preparaba y gritó —¡por los siete mares!—

Beatrice solo observaba todo con curiosidad. Jamás los había visto así de ocupados.

El barco llegó al lado de ellos muy rápido. No pudieron hacer casi nada.

—¡identifíquense camaradas!— grito una de ellas apuntándolos con una verdadera espada. Traía un vestido un poco roto. Color verde obscuro.