II. V. Sanos y suaves.

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(Este y el próximo cap tal ves este muy centrado en los protagonistas, les aviso para no aburrirlas :v)

V

En la primera comida que compartieron juntos se dieron cuenta de que sus amigos tenían un serio problema alimenticio.

Apenas olieron la comida ambos corrieron a vomitar lo poco que habían comido. Al parecer el hombre con barba pero sin pelo y la mujer con pelo pero sin barba los mantuvieron en malas condiciones. Decían que si quieres parecer intimidante hay que apantallarlos con tu belleza, algo que jamás pudieron conseguir con Olaf. Así que casi no les daban de comer, los hacían vomitar si comían demás etc. Y eso solo es lo que saben.

Así que iban con ellos poco a poco aumentando sus raciones de comida. Se mantenían atentos a su salud física y mental. Lo que habían hecho fue muy arriesgado. Ahora se encontraban un mes después de que los encontraran enfrente de la mansión en llamas.

—vamos Carol, ni siquiera lo has probado— susurro Violet acercando agua para ella —Cole ya terminó y está jugando con Sunny. No es mucho, es la mitad de lo que normalmente comerías—

Carol suspiró —lo se, solo que...— pausó un momento —siento que los tengo en mi espalda listos para regañarme si como demás—

Klaus se levantó de su asiento para quedar atrás de su novia —ahora estoy yo atrás, tienes que recuperar tu peso— susurro en su oído. Giró ligeramente su cabeza y la beso rápidamente.

—no estoy tan delgada, y al menos ya no lo vomito— respondió Carol. Violet tomó su muñeca midiéndola con su mano.

—estas en los huesos, y antes llenabas bien el espacio, es cierto que avanzaste, pero aún te falta medio plato para estar sana— respondió Violet —no te estamos forzando a nada, por favor—

Carol asintió agarrando la cuchara. La llenó con el plato de sopa que tenía enfrente y se lo llevó a la boca saboreando su sopa favorita. De repente se le antojo más. Tomó otra cucharada y otra... cuando iba por la séptima escuchó esa voz —¡¿pero qué haces?, deja de comer!— grito la mujer enfrente de ella con su vara en la mano.

Carol empujó la silla y se levantó cerrando los ojos. Lentamente los abrió viendo la mirada preocupada de Klaus, en lugar de la mujer que se quería hacer llamar su madre. Violet tomó sus hombros delicadamente. Según Cole le había dicho, Carol recibió más fuerte el abuso de la mujer, ya que según el hombre Cole tenía que aprender otras cosas y no sintió tan fuerte lo de su alimentación. De hecho en la primera semana ya comía lo de siempre, hasta más.

—¿qué pasó?— preguntó Klaus lentamente —estabas bien—

Carol se talló la cara y se volvió a sentar —perdón, creí verla enfrente mío con...— se interrumpió comiendo otra cucharada de sopa —olvídenlo— susurro.

Ambos Baudelaire se miraron dudosos. Había algo más que no les quería contar. Pero lo dejaron pasar, en algún momento les diría todo.

≈*≈

—¿cómo estás?— pregunto Cole observando a Carol. Ella se estaba viendo en el espejo. Con su vestido favorito.

Le quedaba más grande. Su pecho había disminuido al igual que su parte trasera. Y ni hablar de su torso, se le notaban los huesos. Cosa que antes no —¿porque jamás notamos el maltrato?— pregunto Carol limpiándose las lágrimas —no quiero ser una carga, siento que es demasiado exagerado, quiero decir. Hay personas en peores situaciones, y yo solo me quejo de que me trataron mal, es ridículo— soltó una risa sarcástica. Se sentó en una cama cruzándose de brazos.

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora