VIII. El penúltimo peligro.

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II

Violet, Klaus y Cole discutían sobre la identidad de J.S. Mientras Carol estaba sentada con Sunny en el sillón.

—elefante— susurró Carol hacia Sunny. Ella la miro confusa, Carol señaló a sus hermanos mayores y Sunny camino hasta quedar atrás de ellos.

—¡elefante!— dijo Sunny aplaudiendo alegremente.

—disculpa Sunny, no te entiendo— dijo Violet mirándola. Cole la cargo.

—pero yo si— respondió Klaus —oímos fragmentos de un plan mayor...— les dijo empezando a comprender, enlazaron ideas, las cosas que escucharon.

Llegaron a la conclusión de que buscaban la azucarera y no sabían realmente quién era el bueno y quien el malo.

Carol se quedó sentada, le dolía un poco el estómago. Mientras escuchaba a sus amigos hablar se trenzaba en cabello. Su cabello tiene pequeños chinos al natural, lo malo es que se esponjaba si lo dejaba suelto, así que prefería amarrarlo.

Se callaron cuando vieron una maleta con las letras J. S grabadas en el.

—¡lleven eso al cuarto 347, por favor!— dijo una voz conocida.

—¡jueza Strauss!— gritó Violet acercándose a ella. Los demás la siguieron felices.

—¡niños, mis dulces niños, que gusto verlos!— les digo con emoción abrazándolos a cada uno —¡mírense, Cole, Klaus, cada vez están más altos!— les digo apretando sus cachetes. Miro a las chicas.

>—¡dios mío! Violet y Carol... se ven hermosas— les digo peinando su cabello. Se volteo a Sunny poniendo una mano es su mejilla, Sunny la mordió —ay, veo que aún muerdes— le dijo mirándola con gracia.

—¿como nos encontró?— preguntó Carol con una sonrisa.

—desde la falsa boda los estuve siguiendo, tratando de enmendar mi error, solo que cuando llegaba... ustedes ya se habían ido— les digo un poco triste.

—¿y como dio con nosotros?— preguntó Klaus pasando un brazo por el cuello de Carol. Se sonrieron rápidamente.

—un libro muy extraño, hablaba sobre una organización secreta que apagaba incendios en todo el mundo— respondió Strauss aún emocionada —vengan, hay que sentarnos—

Se sentaron en el sillón de la recepción para poder hablar bien. Strauss noto como Klaus se mantenía muy cerca de Carol, le dio curiosidad ya que nunca escuchó que ellos fueran algo.

>—sabía que encontrarlos no bastaría, no con el Conde Olaf suelto... así que si reunía a VFD y los testigos de los delitos del Conde... los escucharían y el Conde será llevado a prisión— les dijo sonriente.

—por eso nos cito aquí... ¿nos ha ayudado sin que supiéramos?— pregunto Klaus feliz.

—no lo hice sola... Jerome Miseria hizo algunas aportaciones...— les dijo las personas que ayudaron en la investigación —... la crónica completa de la injusticia: Odiosa, Lesiva Avidez tras las Finanzas— les dijo mostrándoles un libro enorme —también invitamos al Conde Olaf,  creo que ya está aquí y después del jueves él estará en prisión, todos sus problemas se irán—

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora