𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

VI. Tiempo para jugar.

VI

—¡eso no es justo!, ¡Carol hizo trampa!— gritó Klaus señalando a su novia.

Estaban jugando, los seis estaban juntos. Beatrice ya tenía edad para poder sacarla con su carriola, estaba en la orilla del mar y ellos estaban adentro, jugando sin preocupaciones, ni adultos que les impidan su felicidad. Sunny jugaba en la orilla con la arena, casi dormida. Cabe aclarar que como no hay adultos al cuidado de ellos era media noche, habían tenido la grandiosa idea de jugar en el mar de noche.

—¿como te atreves?— respondió Carol nadando hacia el hundiéndolo en el agua. Cuando salieron rieron a carcajada limpia lanzándose agua.

—¡los reto!— grito Cole señalando a sus hermanos menores. Carol y Klaus se miraron y asintieron.

Violet se subió a los hombros de Cole y Carol en los hombros de Klaus. Comenzaron una lucha hasta que alguno cayera.

—¡vamos Violet ¿es lo único que tienes?!— preguntó Carol eufórica. Violet sonrió más y empujó con más fuerza desequilibrando a Klaus haciendo que cayesen al agua.

—¿tenias que preguntar?— dijo Klaus saliendo del agua —¿saben que?, Baudelaire vs Rizzo— propuso.

Asintieron haciendo equipo por familia —propongo un minuto para planear la derrota del contrincante— dijo Carol lanzándoles agua.

Los Baudelaire asintieron de acuerdo, se apartaron unos metros. Planearon sus estrategias cuidadosamente. Esta competencia era importante.

Violet y Carol se subieron en los hombros de sus respectivos hermanos —ya no ganas Baudelaire— susurró Carol con diversión.

—ya lo veremos Rizzo— respondió Violet. Se tomaron de las manos.

—a la cuenta de tres— anunció Carol con una sonrisa —¡tres!— grito comenzando a empujar.

—¡eres una tramposa!— grito Klaus tratando de no caerse —¡vamos Violet, ahora!—

—¡mira, la casa flotante!— grito Violet, Carol y Cole se distrajeron y los Baudelaire los empujaron.

Cayeron al agua en un chapuzón —¡otra vez!— gritó Cole subiendo a Carol a sus hombros.

Volvieron a empujarse con más fuerza. Y sin trampas Cole logró tirar a Klaus.

—¡ha, los hermanos Rizzo siempre ganan!— gritó Carol alzando los brazos.

—¡hay que jugar al tiburón!— propuso Cole. Los demás huérfanos asintieron contentos.

—¡tu eres el tiburón!— grito Carol empujándolo, los tres restantes nadaron lo más rápido posible lejos de Cole.

Sunny y Beatrice ya se habían dormido. Como estaban en la playa el clima no era problema. Siempre estaba calientito.

Jugaron a eso unas cinco rondas más, se divirtieron como nunca.

Después decidieron hacer una fogata, en donde anteriormente era la tienda de Ishmael. Metieron a Sunny y Beatrice, las acomodaron de tal forma que descansaran a gusto.