V. El ascensor artificioso.

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I

Para Beatrice:
Cuando nos conocimos mi vida comenzó.
Muy poco después,
La tuya terminó.

niños, aquí es donde vivirán, la cuadra está de moda, más que en donde vivían antes que queda a pocas cuadras de aquí— dijo el señor Poe rápidamente.

—¿ya encontraron a los Quagmire?— pregunto Carol.

—ah, los mellizos...— el señor Poe era igual de ignorante que la mayoría de los adultos. No les importaba realmente.

Bajaron del carro oyendo sirenas de policía, al parecer estaban en una búsqueda del Conde Olaf.

Vieron el edificio —dios mío, esto es enorme— dijo Carol. Violet se acercó a ella.

El señor Poe seguía hablando pero realmente no estaban poniendo atención. —¡niños encontré el edificio!— dijo después de haber chocado con un poste.

Al final tuvieron que subir caminando, solos, el señor Poe no estaba permitido ya que era alguien nuevo.

Eran muchas escaleras —suerte para ustedes que se pusieron en forma las últimas semanas— dijo Cole mirando a los Baudelaire.

Carol se agarraba el estómago de vez en cuando, le dolía un poco. Todos notaron eso pero prefirieron guardar silencio.

En cada piso que subían veían el ascensor fuera de servicio y una misteriosa puerta con el mismo símbolo que tiene el Conde Olaf de tatuaje.

Siguieron subiendo escaleras hasta llegar al penthouse. Se fijaron en todo.

—hay dos puertas de ascensor— dijo Klaus señalándola. Una decía fuera de servicio y la otra no decía nada.

Miraron todo una vez más, la puerta se abrió de sorpresa haciendo que todos dieran un paso atrás.

—bienvenidos, me llamo Jerome Miseria... ¡y estoy muy contento de que hayan venido!— dijo Jerome feliz.

Les ofreció un martini acuoso para el cansancio que solo Sunny y Cole tomaron.

Y llegó la esposa de Jerome. Esme Gigi Geniveve Miseria.

Un nombre que no se les hizo para nada de moda. —¡los huérfanos se estilan!, así que niños, luego me aprenderé sus nombres— decía mientras bajaba —tendrán acceso a todas las cosas que se estilan, la oscuridad se estila, las escaleras se estila, todo lo que quieran, tendrán una vida maravillosa con nosotros... y su ropa no se estila— los miro muy raro.

Le preguntaron por los Quagmire y Esme les dijo que cuando los encontraran podrían vivir con ellos. Eso los alegro.

Les llegó el periódico diciendo que la luz se estila —¡AH!, la luz se estila ahora, ¡vayan a abrir las ventanas niños!— les dijo dándoles un control.

Caminaron hacía adentro viendo un gran salón de estar —algo me dice que Esme no será de mucha ayuda— dijo Violet.

La miraron y asintieron. Klaus presionó el botón para abrir las cortinas y vieron al Conde Olaf disfrazado, otra vez.

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora