𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆

VII. El penúltimo peligro.

I

Para Beatrice:
Nadie pudo extinguir mi amor,
Ni tu casa.

—tal vez piensen que no me importan las leyes de tránsito pero trato de alejar a las personas que nos vienen siguiendo— dijo Kit mirando por el retrovisor.

Los huérfanos miraron hacia atrás con miedo —¿quien es?— preguntó Carol curiosa.

—supongo que son villanos siniestros, lamentó no haber podido ayudarlos antes pero con los incendios  ni el departamento pudo apagar todos... nuestros enemigos son audaces, necesitaremos la mayor ayuda posible... sosténganse— aviso Kit dando una sorpresiva vuelta.

—creo que los perdimos— comentó Carol mirando hacia atrás —señorita, tú eres Kit Sniket... ¿conoce a un Jacques Sniket?— pregunto con cautela mirándola.

—el era mi hermano... por eso necesito que me ayuden, en este telegrama vienen sus iniciales lo cual es imposible por que el esta... muerto, y también se que trataron de salvarlo— respondió Kit pasándoles un telegrama —ahora no puedo responder todas sus dudas, no el el almuerzo, por eso les traje una canasta de picnic— señaló la canasta a los pies de Sunny.

>—no sabemos si es seguro ir al hotel, alguien trata de hacerse pasar por mi hermano y necesitamos saber si es amigo o enemigo— dijo viendo el camino con atención.

—básicamente nos estás reclutando para que hagamos de flaneur, y la misión será más fácil porque somos niños— dijo Carol acercándose a Kit desde atrás.

—me sorprende tu talento para deducir las cosas... y si, los estoy reclutando, abran el compartimento secreto de la canasta— respondió Kit mirándolos con una sonrisa.

Lo abrieron notando que había uniformes verdes —¿uniformes?— preguntó Violet.

—disfraces— corrigió Cole entendiendo.

Kit asintió —los Rizzo tienen razón, infíltrense como encargados, descubran la identidad de J.S antes del jueves, ya esta todo listo sólo tienen que aceptar— pidió.

—¿estás segura que son de la talla correcta?— pregunto Cole coqueto hacia Kit. Ella se rio y lo tomó como un "aceptamos".

Miro por el retrovisor viendo el mismo carro negro seguirlos. Dio la vuelta violentamente atravesando unos arbustos.

—no quería tomar esa ruta pero...— dijo Kit alzando los hombros. Vio la cara de espanto de los Baudelaire y la de emoción de los Rizzo. Se bajo del auto para que se cambiaran.

—¿enserio nos cambiaremos todos juntos en el auto?— pregunto Violet mirando a todos.

—no me molestaría— respondió Cole moviendo sus cejas sugerente.

—¡no!, tú vendrás conmigo— dijo Klaus incrédulo abriendo la puerta. Jalo a su mejor amigo afuera —lo siento por eso— apenado cerró la puerta llevándose a Cole lejos. Kit los observó discretamente, le alegraba que pudieran tener momentos así.

La chicas comenzaron a reírse con ganas. Después de cambiarse y platicar un poco dejaron que Cole y Klaus entraran al carro.