II. Nueva misión.

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II

Los huérfanos se despertaron por unos ruidos afuera de el cuarto en donde dormían. Escuchaban voces.

—hay que entrar— —¿y si siguen dormidos?— —no lo creo— —están cogiendo, así como yo con tu hermano ¡oh!— —¡cállate!— —por dios, ¿puedes dejar de pensar en sexo por una vez en tu vida?— —...— —¡se mamo Charlotte!—*libretazo*—¡no me golpees Pokerface!— *otro libretazo*.

Los cuatro adolescentes se levantaron acercándose con sigilo hacia la puerta. Cada vez decían cosas más estupidas. Cole hizo señas de que se quitaran de la puerta, cuando lo hicieron la abrió violentamente encontrándose con la tripulación a punto de matarse entre sí en sentido figurado.

—¿que hay virgenes?—preguntó Ari cruzando sus brazos con una sonrisa.

—¿que hacían afuera?— preguntó Cole desconfiado.

—veníamos a despertarlos— respondió Jimena con una sonrisa inocente.

—en realidad veníamos a ver qué no cogieran...— comenzó Ari pero Charlotte le dio un libretazo en la cabeza.

—ignoren eso— dijo Jerry —venimos a interrogarlos—

Rápidamente pasaron al camarote asignado y los obligaron a sentarse en una cama. Carol pidió que a Sunny y Beatrice las dejaran dormir en la otra cama. Les dieron permiso de hacer eso.

—¿como es que siguen vivos y en donde estaban?— preguntó Pilar cruzándose de brazos.

—estábamos en una isla. Y sobrevivimos porque el Conde Olaf esta muerto— respondió Carol.

—vaya pero que suert...— dijo Grecia.

—¡NO!— gritaron Klaus y Carol al unísono interrumpiéndola.

—por favor no digan esa palabra— pidió Carol con súplica.

—hágannos caso, no lo digan— apoyo Klaus tomando la mano de Carol.

Sus recientes amigos se miraron un poco dudosos. Lo dejaron pasar y siguieron con el interrogatorio.

Les dijeron que VFD estaba en peligro. Sus enemigos tal ves estaban encerrados o muertos. Pero los voluntarios morían, así que cada vez había menos porque no querían arriesgar sus vidas solo para proteger la humanidad de incendios.

Les explicaron que aún no podían darles un lugar seguro a cada huérfano. No había lugares seguros porque había personas que se impresionaban con el trabajo del Conde Olaf y querían repetirlo.

Solo que esta ves las víctimas caían. Nadie era tan inteligente como ellos. Y por eso los buscaban. Querían ayuda de los huérfanos Baudelaire y Rizzo para salvar a todos los huérfanos que caían en las trampas.

—necesitaremos su apoyo, solo ustedes pueden detener esto... pero nuestros enemigos ya son más inteligentes, así que no se pueden permitir dar muestras de cariño, porque si, notamos fácilmente que ustedes son más que amigos— dijo Pilar señalando a Klaus y Carol. Rápidamente soltaron sus manos.

—no es necesario ahora, pero frente al peligro y en público no— dijo Grecia tomando las manos de ambos —nunca nadie notó lo cercanos que eran ustedes, y eso es sorprendente, se que pueden hacerlo—

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora