XI. El final.

3.6K 320 261
                                    

I

Para Beatrice:
Yo que quise, tú pereciste.
El mundo se ha vuelto una pesadilla.

Los huérfanos mayores remaban en el velero, cansados de hacer el trabajo solos.

El Conde Olaf no hacia nada, solo alardeaba de ser el mejor y que había ganado.

—¡podrías callarte!— grito Cole enojado. Todos se sobresaltaron menos Carol acostumbrada a sus arranques de ira.

—¡no me hables así!, recuerda que soy el capitán... — el Conde se pasó de ellos para ir a donde le colocó el nombre —y como capitán decreto que en está velera...—

—este velero— corrigió Klaus cansado con las mejillas rosas.

—agh... ¡harán todo lo que yo diga o romperé este casco!— decretó con el casco en manos.

—si lo haces todos moriremos envenenados... incluyéndote, estamos en el mismo velero—

—se creen muy listos...— se quejó pasando de ellos para ir al frente —no nos quedaremos en el "Carmelita dos"... ¡porque ahora se llamará "el Olaf"!— grito quitando la tabla para cambiar el nombre.

—en el Queequeg vi las cartas náuticas, se como regresar— dijo Klaus hacia ellos.

—¿Queequeg?— preguntó Cole confundido.

—el submarino de Fiona y Fernald— respondió Violet —¿que haremos con el?— pregunto viendo al Conde.

—empujar— respondió Sunny atrás de ellos. Los Baudelaire la miraron sorprendidos.

—bien pensado Sunny, nosotros lo haremos— dijo Cole felicitándola.

—no... esta vez lo haremos nosotros— interrumpió Klaus mirando al Conde. Carol y Cole asintieron dejando que ellos lo hicieran.

Se fueron acercando por detrás con miedo y el Conde los miro. Los Baudelaire retrocedieron. Carol y Cole se aguantaron la risa.

—vaya, vaya, vaya— dijo el Conde mirándolos con gracia —parece que la marea cambió y se avecina una tormenta, figuradamente—

Los huérfanos voltearon a tras viendo una tormenta —quisiste decir literalmente— comentó Carol cargando a Sunny. Los cinco huérfanos se abrazaron protegiendo a Sunny.

~§~

Cole se fue despertando con pesadez, en poco tiempo recordó que fue lo qué pasó y se levantó para despertar a la persona más cerca de él —¡Violet despierta!— gritó sacudiéndola un poco.

Ella despertó confundida recordando lo qué pasó, se pararon gritando el nombre de sus hermanos —¡Carol, Klaus, Sunny!— ellos se despertaron rápidamente.

—estamos bien, sobrevivimos... eso creo— respondió Klaus viendo el lugar.

Carol sintió que le ardía la mejilla, se la tocó sintiendo líquido, vio su mano con un poco de sangre. Checo en sus bolsillos con rapidez —Cole...— susurró. Los cuatro restantes la miraron —no encuentro el espejo—

𝑨𝒍𝒈𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂|| 𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑩𝒂𝒖𝒅𝒆𝒍𝒂𝒊𝒓𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora