Capítulo 10

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Harry

Viernes 22 de Diciembre, 2010.

Falta un día para la fiesta de Louis, del príncipe Louis.

No sé que debería hacer, últimamente me siento muy mal por no haber hablado con él.

Gemma lleva tiempo diciéndome que lo intenté y si él quiere que seamos amigos lo seamos. Desde que ella habló con él también pudo darse cuenta de que no es como el rey. Pero precisamente ese es el problema, que él es un chico diferente literalmente, no es cualquier chico lindo, es un príncipe, y yo soy yo.

A veces creo que Gemma tiene razón y debería permitir que sigamos siendo amigos si él así lo quiere, la cuestión es que no me creo capaz de que sigamos hablando solo como amigos. Yo sé y casi puedo sentir que él no sólo quiere una amistad, creo que él está comenzando a sentir algo por mí y no tengo idea de porqué.

Yo solo he tratado de ser amable con él, pero él es mucho más lindo y tengo que aceptar que es una de las personas más amables que conozco. Pero aunque él no lo quiera así, nadie va a cambiar lo que somos cada uno y que nuestros mundos son completamente opuestos.

Él es muy atractivo y es imposible concentrarte en cualquier otra cosa que no sea su sonrisa o en sus profundos ojos azules.

A veces quisiera decírselo y aceptarlo pero no puedo, nada podría pasar nunca, aún cuando él también lo quisiera. Él es un príncipe y yo soy un plebeyo, y así se quedará todo.

Hoy será el último día que estará en la cocina. He pensado muchas veces en ir y hablar con él, disculparme por haber sido tan grosero y ver cómo podemos solucionarlo. Aunque no sé que debería decirle exactamente.

Voy a ir a hablar con él hoy, tengo que hacerlo. Hablaré con él y le diré que todo está bien y que confío en él. Porque es la verdad, confío plenamente en él y sé que no me mandaría al calabozo; si quisiera hacerlo ya lo habría hecho.

–Harry, tengo listo lo que me pediste.
–¡¿De verdad?! —le pregunto a mi hermana entusiasmado.
–Sí, mañana te lo doy junto con el traje.
–Gracias, te adoro.
–Y yo a ti, pero no sé si será buena idea que vayas a la fiesta, si el rey se entera...
–Todo el mundo está invitado, deberías convencer a mamá de que vayan, así no se preocuparía tanto por mí.
–Pero ni siquiera tenemos un disfraz o algo por el estilo.
–Has lo mismo que hiciste para mí, para ti y para mamá.
–Lo haré, y si puedo convencerla antes de las 6:30 de la tarde estaremos ahí también.
–Vale, entonces te veré mañana.

Me despido de Gemma con un beso en la mejilla después de dejarla en su habitación.

Son las 11:00p.m. y estoy muy nervioso por ir a la cocina. No sé si él estará ahí, y peor aún, no sé si quiere verme.

¿Qué tal si ahora él está molesto conmigo y no quiere hablarme?
¿Y si no viene porque se cansó de hacerlo?

He estado media hora exactamente tirado en la cama mirando el techo sin saber que voy a decirle, y casi por impulso brinco de la cama y cuando menos me doy cuenta estoy afuera de la cocina.
Lo pienso dos veces antes de abrir la puerta más sin embargo lo hago y efectivamente ahí está él.

Está ahí recargado en la mesa tomando su misma taza de té como todas las noches, con la misma camisa blanca, luciendo tan lindo como siempre.
Es increíble cómo alguien puede lucir tan bien sin esforzarse para nada.

Estoy nervioso, tanto como la primera vez que hablé con él.

–Hola —susurro casi inaudible.

Always In My Heart  ≈Yours Sincerely, Louis≈ [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora