Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Louis≈ [1]

Capítulo 12

Louis

–Me gusta esto, Louis —susurra Harry después del beso aún sin soltarnos— me gusta pasar las noches hablando contigo, me gusta saber que alguien siente algo por mí. Me gustas mucho, Louis.
–No tienes idea de lo feliz que me hace saber eso, Harry. A mí también me gusta esto, me gusta que alguien me quiera por lo que soy y no por lo que tengo.
–Me encantaría ser de la realeza de algún otro país del mundo solo para ir a una cena contigo.
–No tienes que cambiar o ser de la realeza para eso. Haré todo lo posible porque esto funcione, te lo prometo.

Finalmente deposito un corto beso en su mejilla y ambos nos
sonreímos como tontos.

–Tenemos que ir adentro, mi padre debe estar volviéndose loco.
–Entra, iré detrás de ti en un momento.

Me limito a preguntar porqué, pues no quiero parecer loco cuando apenas empieza esto. Así que solo asiento con la cabeza y me adentro en el palacio.

Al mirar el gran reloj que está en el gran salón puedo percatarme de que son las 12:30 de la noche, y sigue habiendo tantísima gente como en la tarde.

–¡Qué bueno que al fin te encuentro! —exclama Zayn acercándose a mi— ¿Dónde te habías metido?
–Hey, tranquilo. ¿Qué sucede?
–Sucede que tu padre ha estado buscándote toda la fiesta.
–Enseguida voy, no te preocupes.
–Oye hablo en serio, ¿en dónde estabas?
–Con Harry, te lo dije antes.
–¿Y porqué aún no lo conozco?
–Pues porque no te había visto, ya lo conoció mamá y Lottie, pero...
–¡¿Jay ya lo conoció?! ¡¿Y que dijo?!
–No entiendo el porqué de tu sorpresa, pero ella también actuaba algo extraño.
–No importa, ve con tu padre que te está buscando.
–De acuerdo, en un rato te veo.

Apenas me alejo un poco de Zayn y trato de encontrar a Harry con la mirada, pero es imposible entre la multitud de personas.

–Hijo, la fiesta tiene que terminar ya —dice mi padre tomándome por sorpresa— vamos a la sala real, para hablar.

¿Hablar? ¿Ahora de qué?

Lo sigo en cuanto camina y llegamos rápidamente a la sala real.

–¿Dónde estabas? —pregunta apenas cierra la puerta.
–Por ahí, con toda la gente.
–¿Estás seguro?

Soy la peor persona del mundo mintiendo, no puedo ocultar cosas ni mentir cuando me preguntan algo. Pero tampoco puedo decir la verdad ahora.

–Seguro.
–Bien —responde incrédulo— la fiesta tiene que terminar ya. Mañana es noche buena y todos deben preparar todo para su navidad; incluyéndonos.

Y también es mi cumpleaños.

–Pero, padre, todos se están divirtiendo.
–Por lo que imagino tu también, ¿no es así?
–Por supuesto, es mi fiesta, de eso se trata.
–Bien, como veo aún no tienes la madurez suficiente para tomar decisiones.

¡¿Ahora de qué carajos esta hablando?!

–Siempre me dices eso pero, ¿a qué viene en este momento?
–Si eres tan desconsiderado en algo tan insignificante como pensar que las demás personas tienen cosas que preparar para un acontecimiento importante para ellos, no quiero ni imaginar que será después.
–Papá, estás mal interpretando mis intenciones, yo pretendo que se...
–No estoy mal interpretando nada. Sólo estás pensando en ti, en qué quieres seguir con tu fiesta y estás siendo egoísta no puedes...
–No, tú estás siendo egoísta al no pensar en lo que yo quiero y solo pensar en lo que tú CREES que es mejor para mí.
–¡No me vengas de nuevo con eso que no estoy dispuesto a discutirlo nuevamente contigo!
–¡Entonces tú no me vengas a decir que soy egoísta porque no soy tú!