Encuéntrame.

181 19 1
                                    

Capítulo 10.


¿Te has preguntado a ti misma, cómo te sientes? Quiero decir... a diario le preguntas al resto del mundo cómo se siente, pero... ¿te has detenido a preguntártelo a ti misma?
Hace ya tiempo que no dejo de pensar en una sola persona. Hace ya tiempo que esa persona se convirtió en alguien especial para mí. Pero yo no quería que fuese así. Supongo que, cuando digo que "no quier...o salir lastimada de ésto" lo digo de verdad. Ya había decidido no volver a dejar que mi corazón pagase mis errores.
Ir al café era como algo diario para mí. Ahora era parte de mi rutina. Mirarle a primer hora de la mañana, y sonreírle. Y hoy no sería la excepción.
-¿Qué vas a querer? -Alguien me cuestionó, mientras yo alzaba la vista de mi libro nuevo. Lo había adquirido en la biblioteca, mi segundo hogar, a primera hora de la mañana, el día de hoy. Ya lo amaba; no podía soltarlo. Sentía la necesidad de adentrarme en ese pequeño mundo perfecto de aquel libro.
-Lo mismo de siempre. -Le sonreí a Sehun. Con ese delantal lucía adorable. Él sonrió, y alzó una ceja adorablemente.
-¿A Luhan?
-Sí. -Bromeé entre risas. Él rió suavemente. Escribió algo sobre una libreta de apuntes, y arrancó un pequeño trozo de papel de ella.
-Alguien ha dejado esto para ti ésta mañana. -Curveó sus labios, mientras me entregaba un pequeño trozo de papel con algunos escritos sobre él.
"Encuéntrame".
Lo leí disimuladamente, y oculté una pequeña sonrisa sobre mi libro. Lo coloqué exactamente en la página cincuenta de ésta, y le cerré con amabilidad. Sehun salió sonriendo de allí; y era parte de todo ésto. Esperé hasta que salió de allí para ponerme de pie.
¿Encontrarle? ¿En dónde podría estar? ¿Cree acaso que tengo un radar? Entre risas para mí misma, di un rápido vistazo a lo largo de todo el café. Negué, sabiendo que sería más que obvio, y allí no le encontraría.
El sonido de la campana de la puerta del café se hizo sonar, indicando mi salida. Guardé mi libro dentro de mi bolso de mano, y emprendí a correr hacia el parque más cercano.
Algo me indicaba que la felicidad que poseía era una buena señal, y que ésto... ésto era algo más. Sin parar de sonreír, sostuve mi cabello, impidiendo que éste me obstruyera la vista.
Sin parar de correr, ya veía mi destino muy cerca. Y comencé a pensar.
¿Por qué Luhan deseaba que nos encontrásemos? Quería verlo todos los días de mi vida... ¿será que él también sentía esa necesidad?
Mis pies ya tocaban el césped del lugar. Una sonrisa enorme se divisó en mi rostro en el momento en que comencé a observar los bancos del lugar. En una vista panorámica, comencé a analizarle.
De pronto, alguien cubrió mis ojos por detrás.
-¡Te encontré! -Exclamé entre risas, mientras posaba mis manos sobre las suyas, y la risa más hermosa inundaba mis oídos.
-Sabía que lo lograrías.
Me giré hacia él. En sus manos, un ramo de rosas rojas enormes. Para ser exactas, eran más de diez. El ramo cubría gran parte de su rostro, revelándome solamente su cabello dorado, y parte de su sonrisa. Cubrí mis labios entre ambas manos.
- Luhan ... -sonreí. -No tenías.
-Quería. Tenía qué, y necesitaba verte -Dijo, entregándome aquel ramo. Observé las rosas con una enorme sonrisa.
-¿Quieres caminar?
Yo asentí.
Comenzamos a caminar a lo largo del parque. Había algo entre los dos que nadie más notaba. Algo que no se veía, pero se sentía. Era una química. Algo que constantemente nos unía y rozaba. Algo que nos conectaba.
-¿Así que vienes del café?
-¿Cómo sabías que iría al café ésta mañana? -Reí.
-Lo haces cada día. -Me sonrió. -Eres adicta al café.
-Soy adicta, pero no del café.
-¿De mí entonces? -Me cuestionó, acelerándome el corazón, y posándose frente a mí. Me detuvo el paso, y tomó mi cintura entre ambas manos.
Yo le asentí.
- Luhan ... -le murmuré.
Él alzó su vista.
-¿Qué somos? -Le cuestioné.

Outstanding.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora