Capítulo 27.
Luhan y yo bebimos y bailamos, y la pasamos más que bien. Verdaderamente, él era la única persona con la cuál yo quería estar, y disfrutaba muchísimo de su compañía. Pero yo también logré sentir celos de las chicas de allí.
Bastaba darles un rápido vistazo para darme cuenta de que... ellas eran un millón de veces más bonitas que yo. Me giré para observar cómo una chica miraba a Luham de pies a cabeza, y de inmediato comencé a sentirme incómoda. Él lo supo, pudo darse cuenta de ello.
-¿Qué pasa, cariño? -me cuestionó.
-Nada.
-Vamos, dímelo. Yo te dije.
-Hay un grupo de chicas que te miran de pies a cabeza.
Él me miró. Me miró sin decir nada, posó ambas manos sobre mis hombros, y se inclinó para verme mejor. Segundos después solamente me abrazó, y soltó una enorme carcajada.
-No puede ser -rió-. ¿Y estás celosa?
-Mucho.
-¿Por qué estás celosa?
-Porque... no lo sé, Lu. Porque sí.
Él estalló entre risas, y me cubrió entre sus brazos. Ahora no podía ver nada más que su mirar. Nada más que él me importaba. Me miró fijamente a los ojos, y se inclinó para besarme. Fue un beso distinto ésta vez.
Fue un beso perfecto de inicio a final, y yo sonreí a mitad de él.
-Tú no tienes por qué sentir celos. Tú eres hermosa. Es más, tú para mí eres perfecta. ¿Lo ves? No tienes por qué sentir celos de nada, y de nadie en éste mundo.
-Pero, Luhan... -le dije, a punto de decir un argumento, pero él rió, y me abrazó de nuevo.
-Pero nada. Yo soy tuyo -me dijo al oído, y de inmediato un escalofrío completo me recorrió de pies a cabeza.
-¿Mío? -sonreí, mientras me giraba hacia él, y él me besaba la frente con suavidad.
-Sí, soy tuyo.
-Y yo tuya.
-¿Lo ves? No tienes por qué sentir celos de alguien que no lo merece -me dijo en la sonrisa más hermosa que vi jamás en la vida. Sus sonrisas eran mi aire.
En ese momento, pude sentir cómo alguien se aproximaba hacia nosotros en compañía de su pequeño grupo de amigas. Era una chica de cabello rojizo con una bebida alcohólica en la mano, y las uñas de color rosado brillante. Se aproximó a murmurarle algo al oído a Luhan, y él me tomó la mano por debajo. Luhan le sonrió, y negó adorablemente.
-Lo siento, no quiero. Estoy muy ocupado -le dijo muy delicadamente, alzando nuestras manos entrelazadas. La chica me miró rápidamente, y se disculpó.
-Lo siento, de verdad, no sabía que venían juntos.
-No te preocupes, cariño -yo le dije, posando una mano sobre su hombro-. Yo te comprendo.
Ella me sonrió enormemente, y se disculpó para seguir caminando con sus amigas. En realidad, había sido muy adorable. Y, para ser sincera, tenía un gran gusto. Pero no dejé de sentirme celosa.
-¿Qué te dijo? -le cuestioné.
Él me miró sonriente, se aproximó hacia mí, y dijo:
-Que eras hermosa.
-Mentiroso -reí.
-Bueno, eso me pareció.
Reí una vez más.
Lo llevé a bailar una vez más, y Chen se aproximó hacia nosotros con un par de bebidas en mano. Luhan le dijo que no con la cabeza, y Chen aceptó. Me pareció tan adorable de su parte. Ahora nos habíamos alejado de la multitud un poco, y nos encontrábamos en la parte exterior de la casa. Sehun al fin había encontrado a su primo, y yacían juntos. Luhan y yo nos encontrábamos sentados sobre el césped, y yo estaba sobre su regazo.
Mi celular comenzó a vibrar rápidamente, y le saqué de mi bolsillo. Miré por la pantalla. Era un mensaje, y era de quien menos lo quería. Le abrí, y leí rápidamente. El mensaje venía de un número que recordaba a la perfección. Era de Etan, y decía que me estaba observando. Que estaba lo suficientemente cerca como para observarme, y que no estaba solo.
-Luhan, vámonos -le dije.
-¿Qué? Cariño, ¿te sientes mal?
-Vámonos, por favor.
Él se dio cuenta de que mi celular yacía sobre mis manos, y le tomó con rapidez. Leyó el mensaje con rapidez, y se puso de pie lo más pronto posible.