Considérate importante.

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Capítulo 13

Existía algo en su mirada. Algo que, ni en mis sueños más remotos pude siquiera llegar a imaginar. Algo desconocido... algo que me encantaba. Algo que me aseguraba que todo estaría bien, aunque quizá, jamás lo estuviese.

Luhan era aquello... eso que aún me mantenía viva. Y dirán... ¿cómo es que alguien puede hablar de esa manera de alguien que no conoce de toda la vida? Sencillo. Las acciones cuentan más que un millón de años.

Luhan rodeó mi cintura con sus manos, y me ayudó a bajar del auto. Era la primera vez que estaba en su casa, y era algo bastante incómodo para mí. Los chicos no eran un problema para mí, aunque yo jamás llegué a relacionarme tanto con un hombre en mi vida. Él era la excepción.

Él era la excepción de muchas cosas.

-Antes de entrar... -dijo Luhan, de pronto rodeándome, y colocándose frente a mí. Me sonrió suavemente-. Gracias.

-¿Por qué me das las gracias?

-Pues, porque... una vez más tuviste las palabras exactas. O besos exactos -dijo ésto último con un poco de picardía sobre su sonrisa. Le sonreí un poco. Sus manos temblaban alrededor de mi cintura, y mantuve contacto visual con él.

-No tienes por qué darme las gracias.

-Créeme... tengo qué.

Yo le sonreí una vez más. Él me indicó con la mirada que entrásemos a su casa. Estaba impresionada. Era una casa bastante bonita y el atardecer había nacido ya. Los colores del Cielo se tornaron impresionantes, y Luhan y yo entramos a su casa.

-¿Entonces tus padres no están?

-No, es por eso que estoy aquí.

Yo reí un poco. La vida tenía que ser tomada con gracia en ciertos momentos. Luhan me guió hacia el patio de ella; recorrimos el pasillo entero, de donde colgaban cuadros hechos a mano y con todo el detalle y delicadeza del universo. Eran piezas bastante caras, a decir verdad. Escuché un par de carcajadas provenientes de la parte posterior de su casa, y supuse que habíamos llegado ya.

Allí estaban los chicos. Xiumin con los pies sobre una pequeña mesa de exterior, y una gaseosa en la mano. Sonreía relajado, hasta que me vio llegar. Rápidamente se incorporó a los chicos, y codeó a Sehun.

-El chico se las ideó -dijo, mientras sus ojos se escapaban de sus órbitas.

Luhan rió ruborizado. Aún con una mano sobre mi cintura, me posó frente a ellos, y les hizo un solo gesto. Rápidamente los chicos comprendieron, y se levantaron para saludarme.

-Hola, _____ -dijo Sehun, siendo el primero en hacerlo. Con él tenía más confianza, puesto que era con el que más había charlado en éstos días.

-Hola, Hunnie.

Los chicos se acercaron y besaron mis mejillas. Estábamos ahora en la suficiente confianza como para comenzar a entablar conversación, y treinta minutos después yo yacía como en familia.

Los chicos eran como lo había descrito: adorables.

-Te dije que los chicos eran adorables -le murmuré a Luhan en el oído, mientras él sonreía ante mi aliento, y se retorcía un poco.

Había música, bebidas, había comida, comida que se terminó en segundos, había buena compañía, y todo resultaba ser como lo esperaba. No me arrepentía, y tenía razón cuando pensé que un amigo varón siempre será mejor que una amiga.

-¿Cómo conociste a Lu? -Chen soltó de pronto.

-Sabes la historia -Xiumin le murmuró.

-Sí, pero no toda... -Chen le codeó, mientras hablaba entre dientes. Lay soltó una pequeña risita.

-Chicos, no incomoden a la dama -dijo, de pronto, Lay.

Yo sonreí un poco.

-Lo conocí en el café luego de salir de una fiesta.

-¿Sí?

Yo asentí.

-La fiesta terminaría hasta tarde y no me sentía cómoda. Salí de allí, y después... -dije, haciendo una pequeña pauta.

-Está bien -Luhan me murmuró suavemente, sabiendo que por un momento logré sentirme incómoda. Chen dio un rápido sorbo a su bebida, y me miró sin querer.

-Está bien, _____. Lo siento. No debí haberte hecho hablar de aquello -Chen soltó.

-Descuida, Chen. Seremos amigos de ahora en adelante, ¿no? -le cuestioné. Él rió.

-Me agrada la chica -Xiumin soltó, mientras asentía y guiñaba un ojo hacia Luhan, Entonces supe que tenía su aprobación. Reí para mí misma en ese momento.

El resto del atardecer la pasamos riendo sobre cosas que verdaderamente no tenían sentido, y finalmente me di cuenta que "de allí era yo". Ese era el lugar al cuál yo pertenecía. Los chicos y yo nos habíamos encontrado, y en verdad, habíamos hecho una pequeña conexión.

Me ofrecí a ayudar a Luhan con los platos, pero él me negó, y lo hizo varias veces. Luego de insistir, y de ser rechazada por diez minutos él levantó los platos e ingresó a la cocina en busca de más refresco en compañía de Chen, de Xiumin y de Lay. Ahora solamente éramos Sehun y yo sobre la mesa.

Jugando un poco con mis manos, tenía miedo de siquiera levantar la vista. Harry era, hasta ahora, el chico más liberal, y sabría que el tema de Luhan llegaría a la conversación.

-Así que Luhan te gusta... -dijo, tomándolo por un hecho mientras reía suavemente.

Levanté mi vista hacia él.

-¿Cómo lo sabes?

-¿Lo ves? No hacía falta preguntar -rió.

-Vamos, Sehun... -reí junto a él.

-Es solo... bastante obvio. Se tomaron las manos bajo la mesa. Lo sé porque mis agujetas se desabrocharon, y yo... -dijo, intentando excusándose, mientras movía sus manos de un lado hacia otro.

-Lo sé, lo sé.

-El punto es que lo hicieron -rió.

Yo le sonreí un poco. Su sonrisa era distinta ahora. Era una sonrisa diferente. Era esa sonrisa que la gente te da cada vez que hablas con el chico que te gusta, o esa sonrisa que en la escuela logran darte cada vez que el chico que te roba el aire cruza frente a ti. Di un sorbo a mi refresco.

-¿Cuánto tiempo llevan saliendo? -me preguntó, ocasionando que yo escupiese mi bebida. Sehun se estalló en risas, risas bastante enormes, y aplausos.

-No salimos -dije, apenas con un poco de aire.

-Claro, _____ -dijo bastante sarcástico.

-De verdad, Sehun.

Él acomodó su cabello suavemente.

-Está bien, te creo, te creo. Baja el arma, chica -rió-. Es solo que... Luhan necesita, desde hace tiempo, alguien que le comprenda. Y creo, y tan sólo tengo una ligera sospecha, de que ha encontrado a esa chica.

-Tiene una historia bastante fuerte... ¿no? -le dije, con la mirada baja.

Él me asintió.

-Mucho. Debió haberte contado algo.

-Sí.

-Pues, si lo ha hecho, considérate muy importante.

-¿Ah?

-Jamás lo cuenta. Hablar de sus problemas no es algo que él haga. Así que, ______, si él te ha contado algo de su vida, de verdad debes ser especial. Pero el día que comparta contigo una galleta, será porque está muy enamorado de ti -dijo en una última carcajada. Se puso de pie suavemente en el momento en que se percató que Luhan y los chicos ya caminaban hacia nosotros.

-No le has estado molestando, ¿cierto, Harry? -Luhan le cuestionó mientras depositaba un par de refrescos sobre la mesa. Sehun, de espaldas, y caminando hacia la casa de Luhan, alzó sus manos al aire y sonrió un poco-. Oh, lo hizo.

Yo reí.

-Descuida, Luhan... Sehun es un gran chico.

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