¿Por qué me quieres a mí?

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Capítulo 26.

La comida estuvo lista en un par de minutos, y comí junto a mi madre. Disfrutaba muchísimo de su comida. Ya veía por qué Luhan la amaba tanto como yo. Y de nuevo, pensé en él.

Luego de comer, corrí a llevar mi plato a la cocina y subí escaleras arriba para arreglarme. Debía convencer a Luhan de acompañarme a disfrutar mientras éramos jóvenes.

Mamá sabía que me dirigiría hacia el café, así que solamente le exclamé un: "te veo más tarde, mamá, te amo", desde la puerta, y emprendí mi camino. Al llegar al café, entré como si estuviese en mi mismísima casa.

Había dormido aquí dos veces. Los chicos y el tío de Luhan estaban allí. Xiumin pedía la orden de una pareja enamorada, mientras Lay limpiaba una de las mesas. Sehun aseaba una de las ventanas, y Chen le ayudaba. Di un saludo hacia el tío de Luhan, y corrí hacia donde se encontraba él. Ya lo veía del otro lado del mostrador, atendiendo a un chico de nuestra edad que no lograba decidirse entre panqueque, o pastel.

-Vamos, ambos son deliciosos -Luhan le decía con una enorme sonrisa. A escondidas, caminé agachada por detrás del mostrador, y le abracé por la espalda. Se sobresaltó, y de inmediato supo que era yo. Me abrazó con fuerza, y sonreí hacia el chico.

-El panqueque es delicioso -reí-. Pero el pastel es especial. Lleva el pastel -le dije con una enorme sonrisa-. El de chocolate es el más exquisito, aunque si quieres un sabor más refinado, elige la fresa -le dije todo esto abrazada de Luhan, y él rió suavemente.

-Vaya -el chico dijo con una enorme sonrisa-. Tienes razón. Quiero el pastel... de fresa, por favor -dijo, dedicándome una pequeña sonrisa, mientras Luhan le cobraba, y el chico regresaba a sentar a su mesa.

Pasó su brazo por detrás de mi espalda, y aferró su mano a mi cintura.

-¿Convenciendo a mis clientes?

-Quizá.

-Deberías hacerlo más seguido. Llevaba más de quince minutos indeciso -rió, mientras me besaba a los labios rápidamente, y yo le sonreía.

-¿Cuándo termina tu turno?

-En un par de minutos. ¿Por qué me lo preguntas?

-Hay que salir -le dije-. Salgamos por allí, a disfrutar de que somos jóvenes, Luhan -reí, mientras alzaba las manos al aire, y él me tomaba por la cintura.

-Estás loca -rió, mientras me daba una pequeña vuelta sobre el aire-. Pero me encanta. Está bien.

-Los chicos pueden venir, si quieren.

-Perfecto -sonrió, mientras se removía ese delantal que le había lucir adorable, y lo dejaba de lado en la caja registradora-. Le diré a mi tío -sonrió, mientras salía corriendo de allí.

Los chicos caminaban hacia el mostrador en el momento en que alcé la vista. Chen venía primero, y con una enorme sonrisa, me extendió los brazos de par en par.

-¡Hola! -reí, mientras le abrazaba con delicadeza, y saludaba al resto de los chicos.

-¿Viniste a secuestrar a Luhan? -Xiumin me cuestionó, y los chicos rieron, incluyéndome.

-Vine a secuestrarlos a todos para salir a disfrutar un poco.

-¡Genial! -Sehun soltó-. Hay una fiesta hoy en casa de uno de mis primos. ¿Creen que sea buena idea? -cuestionó hacia los chicos, mientras se quitaban el delantal por la cintura, y le dejaban junto al de Luhan.

-Me suenta fantástico -dijo Lay, mientras yo sonreía emocionada.

-¡Fantástico! -exclamé.

Luhan corrió hacia nosotros, y se posó a mi lado de inmediato.

-La contagiarán -rió, mientras me cubría entre ambos brazos. Los chicos rieron.

Sehun fingió toser, y pasó su mano por mi hombro, después de que yo fingiese un desmayo, y terminase sobre los brazos de Luhan. Quedamos de asistir a esa fiesta del famoso primo de Sehun, y los chicos pidieron su salida de turno. Abandonamos el café los seis, y subimos al auto de Sehun.

Al final, él era el único que sabía cómo llegar. Éstos chicos me encantaban. Desde que les conocí, supe que habría algo entre todos nosotros. Supe encontrarme a mitad de la nada con un grupo de personas maravillosas. Personas que eran como yo.

-¿Es aquí? -Minseok cuestionó hacia Sehun, mientras él asentía.

-Sí, y será difícil encontrar a mi primo -se carcajeó, mientras estacionaba el auto frente a aquella casa repleta de jóvenes que seguían el plan de disfrutar de la vida.

Bajamos del auto, y Luhan me extendió su mano para poder bajar de él. Pero jamás la soltó.

-No me sueltes la mano, ¿sí?

-Está bien -le sonreí.

Ambos nos encaminamos hacia la casa en compañía de los chicos. Luhan y yo permanecimos atrás. Siempre ideábamos planeas para estar a solas, aunque sea por unos cuantos minutos.

-Hay... muchos chicos aquí -dijo, mientras aferraba sus brazos a mi cintura, y me guiaba por el camino.

-Sí.

-Muchos, muchos chicos hombres -dijo.

Ya entendía. Luhan estaba celoso.

-Si alguno de ellos te mira, juro que... -dijo, pero le interrumpí con una enorme carcajada. Me giré entre sus brazos, y posé ambos dedos índices sobre sus labios. Estábamos repletos de gente por los alrededores, pero estábamos juntos.

-No jures nada -reí-.

-Si alguno de ellos te mira, o te hace sentir incómoda, solo dímelo -dijo, ésta vez con una pequeña sonrisa.

-Estoy contigo.

-Sí, estamos juntos. Y me molesta que hayan muchos chicos aquí -murmuró, observando hacia sus alrededores.

Tomé su mentón con ambas manos, y le hice mirarme.

-No hay nadie aquí que me acelere el corazón de la manera en la cual lo haces tú.

-¿De verdad?

-De verdad.

-Lamento ser tan... inseguro.

-Ser inseguro no tiene nada de malo -le dije, mientras rodeaba su cuello con ambos brazos-. Pero tú eres a quien yo quiero. No tienes por qué ser inseguro sobre esto -le dije.

-¿Tú me quieres a mí?

-Yo te quiero a ti.

-¿Por qué me quieres a mí? Hay... muchísimas personas mejores que yo. En realidad -dijo, mirando hacia su alrededor-. Cualquiera aquí es mejor que yo.

-Eso no es verdad, Luhan. No vuelvas a decir algo como eso jamás. No hay nadie que sea mejor que tú. Para mí, tú eres lo único que importa, y eso es lo único que interesa. ¿Por qué te quiero a ti? Porque mi corazón se escogió a ti, y a nadie más.

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