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-Y, ¿por qué no me lo dijiste cuando llegaste? ¿Por qué no me pediste ayuda? -no sabían cuanto tiempo llevaban en esa habitación, pero sentían que el tiempo se había detenido; una vez Emilio fue atendido por Joaquín, continuaron conversando.

-Yo pensé que tú eras el responsable -Joaquín soltó un bufido, estaba a punto de reclamar, pero Emilio no lo permitió -Joaquín, yo no te conocía, yo no sabía que clase de persona eras. Preferí pensar lo peor; para mí, estaba claro que el único que salía beneficiado si algo me pasaba eras tú.

-Bueno...eso puedo entenderlo -dijo en un susurro; hasta cierto punto. Tenía sentido -Pero debiste haber hablado conmigo.

- ¡Te llamé! -soltó Emilio -Mi amigo, Emmanuel estuvo llamando aquí al rancho y le aseguraron que los Bondoni jamás me brindarían ayuda. A él le dijeron que fuiste tú, pero luego de llegar, estuve casi seguro de que había sido Mauricio, en ese tiempo, él tenía el control del rancho.

- ¿Mauricio? Yo no supe nada de ninguna llamada.

-Luego llamé en otras ocasiones, pero cambiaron el número -Joaquín tenía un pequeño flashback, dónde Mauricio le decía que la línea estaba fallando y tuvo que cambiarla.

-Y pensaste que yo era un asesino -suspiró; tenía que reconocer que, ante ese escenario, él hubiera llegado a la misma conclusión.

-No te conocía -lo miró -Pero desde la primera vez que vi tus ojos, dudé, en verdad. Pero no tuve la certeza hasta que leí la carta de tu tío; antes de eso, de verdad te odié...te odié como a nadie y lo único que quería, era destruirte.

- ¿Y me lo dices con ese descaro? -soltó molesto conteniendo las lágrimas.

-Joaquín, yo estaba cegado por la sed de venganza. Lo perdí todo, hasta mi libertad; todo por una herencia que yo no pedí. Sólo quería que los responsables sintieran lo mismo.

-Pues, lograste tu objetivo -volvió a sollozar un poco; su corazón le dolía y las lágrimas nuevamente amenazaban con salir. -Porque me destrozaste por completo...estoy hecho pedazos.

-Y eso me duele... -se quejó un poco -Joaquín, no tienes idea de lo mucho que lo siento. Te ofrezco una disculpa sincera y, te aseguro, que lo que siento por ti no fue una mentira. Me enamoré de ti más allá de mi mismo; estoy tan enamorado que te daría mi vida entera. Si no te dije la verdad, fue porque sentía que así te estaba protegiendo, no podía hacerte vulnerable ante ellos.

-Emilio, por favor...

-No podría perdonarme el que te mataran por mi culpa... -las lágrimas también había atacado al rizado -Ya perdí a mi alma gemela, Joaquín; no puedo perder al amor de mi vida... -el pequeño castaño quería aferrarse a sus palabras, quería realmente creer, que era sincero, pero le dolía demasiado -Ahora...esa es la verdad, es mi verdad.

- ¿Cómo conseguiste la carta? -dijo después de limpiarse los ojos tratando de desviar el tema.

-Gaby; ella y mi madre eran muy buenas amigas y hablaban mucho; me reconoció de inmediato y, Rodrigo le dio la carta para mí.

- ¿Rodrigo? -alzó una ceja sin entender muy bien tratando de recordar todo lo que había pasado hasta el momento. -Él lo sabía...él sabía todo e intentó decírmelo, ¿cierto?

-Sí, eso le costó la vida. -Joaquín lo miró sorprendido -Él supo del acta de defunción, pero al saberme vivo, no dudó en venir a pedirte una explicación. Ya sea, Mauricio o su hermana, le pidieron a León que lo matara; el accidente que tuvo fue provocado.

-No eso no puede ser.

-Tú viste lo raro que estuvo ese accidente. -lo miró serio -Fue Rodrigo el que me dijo que había sido León y, al revisar las camionetas, todo coincidía. Ahora, ¿entiendes por qué quise protegerte?

"La Chula" -AU EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora