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La noche había caído y en el rancho no había más que desesperación y angustia. Los trabajadores del rancho, lidereados por Diego, no habían tenido éxito en la búsqueda de Joaquín; los empleados de Epigmenio también habían regresado sin ninguna buena noticia y se les ordenó no terminar la búsqueda, aun si les tomaba toda la noche. La familia se encontraba entre sollozos y lamentos y Renata era quien trataba de ser fuerte para su madre, puesto que ella ya había cedido ante la angustia. Ninguno sabía qué otra cosa se podría hacer, o en qué lugar buscar, pero querían que Joaquín apareciera pronto, ya una noche fuera de su hogar, los mataba de dolor.

-Nosotros iremos al pueblo para ver si alguien lo ha visto -anunció Roy mientras se levantaba de su asiento junto con Ale.

-Por favor, avísenos si saben algo -Elizabeth asintió ante las palabras de la chica y le agradeció por todo.

Alex los vio salir y se quedó pensando unos segundos; anunció que se marchaba y que pondría a sus hombres a su disposición para también buscar a Joaquín. Al salir de la casa, agradeció que Ale y Roy estuvieran a medio camino del auto para intentar detenerlos.

- ¡Esperen! -gritó llamando su atención - ¿Van a ver a Emilio?

- ¿Perdón...? -Ale lo miró sorprendida.

-Lo sé todo, Joaquín me lo contó; sé que Emilio es quien yo conocí como Aristóteles. Por favor, si van a verlo, déjenme ir con ustedes y quizás juntos podamos planear algo para encontrar a Joaquín.

- ¿Tú también piensas que Mauricio lo tiene? -asintió serio -Bueno, vamos. Síguenos en tu coche.

***

- ¿Te volviste loco, Emilio? -Santiago Pineda había llegado lo más rápido posible, ante la llamada del rizado quien le exigía verlo con urgencia. Por el tono de su voz, parecía grave, jamás se esperó lo que encontró en sus palabras. -Tú no puedes cederle el rancho a Mauricio.

- ¡Tiene secuestrado a Joaquín! -soltó desesperado, tenía su mano lastimada por haber golpeado muchas veces la pared ante la desesperación. - ¡Tengo que hacerlo!

-No puedes ceder ante el chantaje. -sentenció el licenciado.

- ¡No tengo opción! Para mí, lo más importante es la vida de Joaquín. La Chula es algo material y Joaquín es el amor de mi vida y no lo voy a perder.

-Pero Emilio, sabemos que Mauricio es muy traicionero y está mal de la cabeza -intervino Alan -Aun con La Chula en manos, nada nos asegura que no lastimará a Joaquín.

-Ya lo sé, pero algo tengo que hacer -soltó rascando su cabeza, las lágrimas lo habían amenazado un poco ante tantas emociones. -Tendré que jugar su juego.

-Pues no estoy de acuerdo -soltó Santi molesto.

-Discúlpeme, pero no le estoy preguntando -el licenciado suspiró. -Quiero firmar esos papeles cuanto antes.

-Está bien -alzó las manos para tratar de tranquilizarlo -Es mi deber advertirte que, una vez que la cedas, no podrás recuperarla.

-Gracias, pero mi decisión está tomada.

-Te espero en una hora en mi despacho, tendré listo el documento para que lo firmes en la notaria para hacerlo oficial.

Emilio le agradeció de una manera sincera y Santi salió molesto por el método tan sucio de Mauricio; era obvio que Emilio haría lo que fuera por Joaquín y utilizarlo de ese modo era bajo y ruin. Se retiró y justo después de su partida, Ale y Roy regresaban a la casa en compañía de Alex Zarate; al verlo, Emilio se sorprendió mucho.

"La Chula" -AU EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora